domingo, 30 de junio de 2013

CINE A LA LUZ DE LA LUNA, O CINES DE VERANO


Estrenamos verano y con ellos nos vuelven abrir los cines de verano. Por suerte en Córdoba todavía tenemos unos cuantos, pocos si los comparamos con los muchos que había en mi niñez. Lo que muchos no sabéis es la de filigranas que yo tenía que hacer para conseguir el dinerito que costaba.

Desde muy pequeña me gustaba la interpretación, ya en el colegio siempre me escogían para las representaciones teatrales, de fin de curso y navidades, eso sí, siempre eran de carácter religioso, era lo que tocaba.

De muy pequeña iba con mi madre alguna que otra vez, no muchas, éramos mis tres hermanos y mi madre, pues mi padre no pisó un cine desde que, terminada la guerra, el primer día que fueron les hicieron cantar de pie el cara al sol, desde entonces juró no volver a pisar un cine y lo cumplió, jamás de los jamases conseguimos que fuera, a pesar del tiempo que había pasado y de decirle que aquello ya no pasaba, no conseguimos hacerle cambiar su decisión.

Tengo maravillosos recuerdos de aquellos años y de los posteriores ya más chavalilla. Las bolsas de pipas, la de los altramuces o chochos, el pequeño botijo de barro, las risas, las charlas en el descanso donde se aprovechaba para ir al wáter, como siempre la cola del de mujeres era interminable, la de los hombres mucho menor. Las lagartijas y salamanquesas paseándose por la pantalla comiendo mosquitos. La fragancia de los jazmines de los numerosos arriates cuajados de plantas y flores que adornaban el descampado. Cuando se apagaban las luces podíamos ver un hermoso cielo lleno de estrellas, (hace muchos años que no veo un cielo como el que se podía disfrutar en aquellos años) sin duda la contaminación y la inadecuada iluminación de las ciudades ha contribuido a que perdamos esa maravillosa perspectiva del firmamento en todo su esplendor. 

Como digo al principio, mi trabajo me costaba reunir el dinero si queríamos ir mis amigas y yo más a menudo. Primero reunir el dinero, pues cualquier perra gorda que conseguía, la guardaba. Todos los días, le pedía a mi madre a mi tía o a la vecina, que me guardaran el pan duro que era para tirar, lo recogía en una talega, y lo guardaba hasta lograr reunir unos cuantos kilos, no recuerdo cuanto ni a como lo pagaban, se vendía en las carbonerías, creo que era para los cerdos, o para las gallinas remojado en agua. Cuando lograba reunir la cantidad justa o si me faltaban algunos céntimos los pordioseaba, sí, los pordioseaba, y es que lo que yo disfrutaba con el cine no tiene nombre. Bueno ahí no termina la cosa, ahora tenía que convencer a mi primo Manolo que no era un nene no, era de la edad de mi padre, ellos eran tío y sobrino, resulta que  mi primo era tan forofo del séptimo arte como yo, y era el único que se prestaba a llevar  toda la “troupe” de nenas y nenes al cine. A veces me costaba la verdad, pues el hombre no siempre tenía ganas, pero allí estaba yo dándole la lata, erre que erre hasta que lo conseguía, las demás alrededor en espera, cuando ya nos decía que si, jo que alegría, nos poníamos más contentas que unas pascuas. A pesar de ser una niña charlatana, cuando empezaba la película, era una tumba, en eso sigo igual, no soporto los comentarios, me sumerjo en los personajes y los vivo, es como leer un libro para disfrutarlo tienes que concentrarte, no hay otra.

Antes solo estaba el ambigú, que era la barra del bar, ahora la verdad que estamos más cómodos con  los veladores, aunque no me gusta que las sillas sean fijas, son muy incómodas, tienes que estar muy pegado al de al lado y eso a mí me pone muy nerviosa, por lo demás los pocos que quedan están iguales, las “pelis” son recientes y se está bien.

Las flores de los arriates iban, “Del rosa al amarillo” durante la sesión se hacía, “La ley del silencio”. Algunas noches nos alimentábamos con, “Las uvas de la ira” pero sin ira. Muchas películas nos arrancaban, “Sonrisas y lagrimas”. En el calor de la noche”, en realidad pasaron, “Los mejores años de nuestra vida”. Una noche de ultimo de verano, (esto es cierto) se desencadenó una buena tormenta y nos fuimos a casa sin terminar de ver la película. “Cantando bajo la lluvia” y “Con faldas y a lo loco”, sintiéndonos cada una, poco menos que, “La reina de África”. Las “Luces de la ciudad”, nos acompañaban a nuestra “Casablanca”. Al llegar siempre estaba la vecina cotilla en “La ventana indiscreta”, pero nos sentíamos tan satisfechas que todas pensábamos,” Que bello es vivir”. Antes de terminar la sesión, oíamos, las “Campanadas a media noche
  

Disfruten del verano y del cine a la luz de la luna.

viernes, 21 de junio de 2013

EL ABOMINABLE CASO DE JOSÉ BRETÓN

Hay alguien en este país que no sepa nada del caso “Bretón” sinceramente creo que no, y no porque seamos curiosos o morbosos, que en algunos casos sí, pero se hace difícil o imposible, que alguien no se haya enterado de nada.

Los medios de comunicación ya se encargan de recordárnoslo machaconamente día a día innecesariamente, pues es algo que a la gran mayoría nos gustaría olvidar. Como la justicia en este país va siempre con bastante retraso, cuando creemos haber dejado atrás algo tan horrible como es este doloroso caso, la justicia nos lo vuelve a recordar, y de qué manera, solo si no pones la radio, no lees la prensa o no ves la televisión, e incluso si no hablas con nadie, podrás hablar en pasado, luego es literalmente imposible mantenerte al margen.

Yo intento pensar lo menos posible en ello pues no soporto las imágenes que todos tenemos en la imaginación a causa de tantos datos con los que nos acribillan todos los medios, y que de ser ciertos estaríamos ante un caso de los más execrables. 

No quisiera estar en el pellejo del juez que lleve el caso, ni del tribunal popular. Dicho esto me sumerjo en una marabunta de preguntas sin respuestas que me hago a mí misma, formándome lógicamente un gran cacao mental, agravado por el terror de los supuestos hechos, y la lógica incomprensión de cualquier ser humano normal. 

Es un hecho, que hay casos y casos, para mí los más incomprensibles son los que afectan a niños, ya sean malos tratos, asesinatos o violaciones, ellos son sin lugar a dudas son mi debilidad. Este caso que nos ocupa es de los más graves por la supuesta implicación de uno de los padres. Una de mis preguntas sin respuesta es ¿puede un padre matar a sus hijos (siempre presuntamente) con el único propósito de hacer daño a la madre? ante la sola idea de que esa posibilidad sea cierta, me estremezco, me parecería lo más deleznable que un ser humano es capaz de llegar hacer. Por otra parte esta la presunción de inocencia, la duda, y ¿si no ha sido él? seria monstruoso que al final se demostrara que era inocente.

Por ahora parece que todos los datos y sus contradicciones lo avalan como el principal sospechoso. En el hipotético caso de que hubiera sido él, ¿Cómo se puede preparar la ejecución de tus propios hijos, con premeditación y alevosía? ¿Qué clase de persona es capaz de hacer algo tan abominable? ¿Qué tipo de neurona no le funciona a una persona que tiene la frialdad de maquinar la muerte de sus dos hijos, ni siquiera fue en un arrebato de ira, “presuntamente” tenía un plan milimetrado? ¿Cómo se puede odiar a la persona que se supone as amado y es la madre de tus hijos hasta ese punto?  Los sicólogos dicen que el coeficiente intelectual del único acusado por ahora, está por encima de la media. Se considera lo normal entre un 85 % y un 115 %, y según los sicólogos el de él es de 121 %. Como comprenderéis yo no entiendo de esas cosas, pero si se, que significa que este individuo está en pleno uso de sus facultades mentales, y que por tanto pudo ser capaz de maquinar algo tan macabro y retorcido. 

Por ahora parece que todas las pruebas apuntan al padre, al que todos vemos como un tipo como poco raro, ¿pero lo es? o  mucho me temo que lo vemos así porque sabemos los datos que lo implican, y eso sin ninguna duda nos condiciona. Datos que por otro lado son tan tremendos que han conmocionado a todo el país.

Entre tanto horror dos mujeres, enfrentadas y doloridas, desgarradas por dentro, una “presuntamente” ha perdido de manera trágica a sus dos hijos pequeños. La otra a la vejez, descubre que “presuntamente” su hijo puede ser un asesino, nada más y nada menos que de sus dos pequeños hijos, o sea sus queridos nietos. Sin duda la realidad nos sorprende ya que muchas veces superando a la ficción.

Sin duda algo difícil de asimilar, una tremenda situación  que jamás nadie piensa que le pueda pasar en algún momento de su vida. Las compadezco a las dos. Yo he llorado la desaparición de esos pequeños muchas veces, como muchos de ustedes, los que puedan leer este humilde artículo. 

Ojalá nos equivocáramos todos. Ojalá esto solo fuera un mal sueño. Ojalá los niños estuvieran vivos y aparecieran en cualquier momento. Ojalá ningún padre o madre fuera capaz nunca de tamaña crueldad. Ojalá no haya más hombres que piensen que la mujer le pertenece por ser su marido, novio o amante. Ojalá pronto se acabe esta lacra de degrada a la sociedad.