sábado, 1 de noviembre de 2014

DE CEMENTERIOS Y OTRAS COSAS.



“Cementerio”, llamado también “Campo Santo” “Necrópolis” nombre más común sobre todo para los arqueólogos, “Al Macabra” al igual que “Rawda” o en castellano “Rauda”, es la definición de cementerio para los musulmanes. El caso es que hay mucha gente que tiene “yu, yu” por no decir una fobia exagerada, a los temas mortuorios.

Por alguna razón que desconozco, nunca me han dado miedo. Cuando yo era pequeña escuchaba muchas veces de boca de la gente mayor casos escalofriantes de personas, que al cabo de muchos años después de su muerte,  se encontraban con que el cadáver estaba en posturas que no eran las normales al ser enterrados, también los féretros arañados, lo que significaba que por alguna causa los habían enterrado vivos creyéndolos fallecidos.

Otros casos que se daban por el mismo motivo, era que estando velando al cadáver, éste se movía sentándose en el ataúd con cara de póker al no entender nada, mientras los familiares y amigos huían despavoridos entre gritos de horror. Luego venían los chistes a costa del falso difunto. O canciones como la de Peret, “Y no estaba muerto, no, no, y no estaba muerto” etc.etc. … El ingenio surge de cualquier cosa, incluyendo las más dramáticas, siempre ha sido así, y así seguirá por los siglos de los siglos.

A mi aquellas historias me daban, más que miedo, una claustrofobia de pronóstico reservado, desde  pequeña, mi madre me pedía que acompañara a mi tía Magdalena al cementerio en tiempo de vacaciones, para que esta no fuera sola y yo le sirviera de alguna ayuda. Lo cierto, es que íbamos todas  las mañanas veraniegas al cementerio. Mi tía había perdido además de a sus padres, mis abuelos paternos, a un hermano, mi tío Curro. Mi tía quedo viuda en plena madurez, pero la vida le tenía reservada otra tragedia mucho peor, la muerte de su hijo Pepe de una tuberculosis, a la edad de 24 años, ninguna persona está preparada para una desgracia tan tremenda, simplemente después de ese drama solo se sobrevive.

Para mi tía, era una necesidad o un consuelo dentro de lo que cabe, ir a diario al cementerio, a limpiar las lápidas, sobre todo la de su querido hijo, a la que le ponía algunas flores. Ya limpia la lápida, se sentaba en el filo de la piedra y le rezaba unas oraciones en voz baja (ahora que lo pienso, realmente nunca le llegue a escuchar lo que decía), en realidad podía muy bien en vez de rezos, estar maldiciendo a la vida e incluso a dios por todas sus desgracias, y estaría en todo su derecho la pobre mujer.

Ella hacia todo el ritual de limpieza, colocación de flores y rezos, o lo que fuera. Mientras mi tía pasaba el rato con sus dolorosos recuerdos, yo me paseaba por entre las lapidas leyendo los epitafios, y sobre todo las edades, me sobrecogía cuando descubría las que pertenecían a niños, o a jóvenes, era algo que no llegaba a asimilar, comprendía que todos tenemos que irnos algún día, pero no a esas edades cuando aun no se ha tenido tiempo de vivir, era algo incomprensible para una mente infantil, aun hoy a mi edad, me parece cruel e inhumano. La vida nos sobrepasa en esos temas, pero nadie puede hacer nada y nadie está libre.

Enseguida me vino al recuerdo una de las veces en la que caminaba con mi tía camino del cementerio. Ese día se habían empeñado mis dos hermanos -mayores que yo- en acompañarnos. Al pasar a la altura del matadero municipal, sentimos un rumor alarmante, nos volvimos y vimos con estupor y pánico que se habían escapado dos toros, (tengo que decir que en aquella época ocurría con cierta frecuencia, ya otra vez, paseando por la ribera con una amiga sufrimos otro susto que nos hizo volar más que correr) mi tía que tenia la pobre un problema en una pierna, corría sin poder tirando de mi mano, o más bien yo tiraba de ella, no lo sé, mi tía a la vez que corría renqueando, le gritaba a mis hermanos para que volvieran, pero ellos ya no la podían escuchar, pues habían salidos disparados detrás de los toros sin escucharla. Los toros afortunadamente se fueron en dirección contraria al cementerio que era nuestra dirección, nosotras corríamos como posesas para llegar al cementerio que ya estaba muy cerca, a mis hermanos los dejamos de ver en unos minutos, la pobre de mi tía sufrió lo indecible pensando lo que le podía pasar a los insensatos de mis hermanos. Al final todo acabó bien, nadie sufrió ningún percance, mis hermanos tuvieron su aventura particular de la que presumían con los amigos, a mi tía le duro el susto unos días, y le dijo a mi madre que a los niños no los llevaba más. Para mí también fue una pequeña aventura, que me hizo desear ser un niño para haber hecho lo mismo que mis hermanos.

El cementerio no era para mí nada anormal, de ahí que no me importara ir con mi tía, las veces que me lo pidiera.

Hay un precioso relato corto, creo que es de Jorge Bucay, aunque no estoy segura, que trata de un cementerio en el que las fechas de la muerte eran todas de gente muy joven la mayoría  niños, tres, cinco, siete, diez, doce, catorce y poco más, incluso meses. Llegando a esa ciudad un señor que le gustaba visitar los cementerios de todas las ciudades, quedose sorprendido al comprobar esa cantidad de niños fallecidos, intrigado pregunto a la primera persona que vio, ¿por favor, podría decirme que hecho desgraciado ocurre en esta ciudad, para que todos los difuntos sean niños? ¿Es que ha habido alguna epidemia, que solo ha afectado a los niños? El señor interpelado lo tranquilizo diciéndole; no se preocupe señor enseguida se lo explico; en esta ciudad, existe una costumbre ancestral que consiste en que desde que se tiene uso de razón, hasta el final de la vida se apunta en un libro virgen, el tiempo en el que verdaderamente se ha sido feliz, uno, dos, tres, los que sean, al morir los familiares suman minutos, días, semanas o meses de los días felices y el resultado es el que se pone. Porque la vida puede ser muy larga, pero los días felices son muy pocos.

Este relato nos lo leyó la profesora de yoga mientras estábamos en la relajación, y a mí me encanto, por su originalidad y veracidad. Con esto termino, deseando a todos los que podáis leer estas líneas, que vuestros días felices sean tan largos como días vividos.

Y como dice mi maestra de yoga, PAZ PARA TODOS.


martes, 22 de julio de 2014

A LOS NIÑOS DEL GENOCIDIO


Pequeños ángeles que vinisteis al mundo  marcados como carne de cañón. Qué delito habéis cometido para ser el sacrificio en la barbarie.
Nacisteis en el sitio equivocado. Del amor de unos padres condenados.
No os dejaron ser niños, no conocisteis una vida en paz.
Lo peor es que vuestra muerte no servirá de nada, a pesar de encogernos el corazón cuando vemos vuestros cuerpos mutilados.
Mientras una parte del mundo sufre de impotencia, otra se frota las manos.
Siempre desde que el mundo es mundo las malditas guerras han sido por intereses de unos pocos. 
Hubo un tiempo que hasta la llamaron “Santa “cuando fue una de las más crueles, aun que todas lo sean.
Ni siquiera os nombraran por vuestros nombres, solo seréis “daños colaterales”.
Dejasteis este mundo entre el horror y el estruendo, la suciedad y los escombros, otros mueren entre sabanas blancas, acompañados  de cariño y de palabras de consuelo.
Hasta para morir hay clases.
Os cortaron las alas antes de aprender a volar. Nadie pudo abrazaros ni daros unas caricias antes de espirar, no, no hubo tiempo.
No conocisteis una vida en paz. Qué ironía, la muerte es más solidaria, ella os la dará.
Aunque muchos ojos en todo el mundo os hemos llorado, no tendréis flores blancas sobre la tumba.


miércoles, 18 de junio de 2014

A REY ABDICADO, REY- REPUESTO- SI O SI.


No cabe la menor duda de que estamos atravesando un hecho histórico y como tal quiero que quede reflejado en este mi humilde blog, por aquello de que mis nietos el día de mañana lo lean y sepan más que nada la opinión de su abuela, contada claro está a mi manera, ya que los auténticos  hechos tendrán que buscarlos en los sitios adecuados, aun cuando ya sabemos que cada cual cuenta la historia según su punto de vista.
Lunes 2-6-2014, el señor presidente del gobierno “Sosoman” como yo lo llamo, eso sí cariñosamente (perdonen la licencia) convoca a los medios de comunicación, (imagino la alarma de los periodistas y la expectación). Sobre las diez y treinta de la mañana, comunica a los medios que Su Majestad el Rey, (que raro me suena lo de majestad, rancio, rancio) pues bien el ciudadano Juan Carlos, le había comunicado su decisión de abdicar, eso sí, dejando a su hijo en su puesto sin necesidad de pasar por la cola del paro, (privilegios de ser rey), horas después el mismísimo Rey en persona declaró su intención ante los medios con sus ya habituales titubeos. Fin de la cita.
Lógicamente, ese mismo lunes la gente se echo a la calle, me refiero a los no monárquicos y republicanos en general, sin contar con los miles que no se manifiestan pero que tampoco tragan la monarquía. Hay que tener en cuenta que, la que acaba, nos la impusieron con amenazas, era eso o los tanques. Decidieron que la monarquía era lo menos malo, pero una grandísima parte de españoles se tragaron su orgullo. A esas personas nadie les ha dado las gracias por renunciar a sus ideales, sin ninguna duda ahora es el tiempo del cambio, el momento de que sea el pueblo el que democráticamente elija. Desde las Marchas por la Dignidad no se habían visto las calles de Madrid invadidas de humanidades, alegres por dejar una etapa impuesta y deseando  que este momento sea la etapa del cambio tan esperado, reclamando el tan esperado referéndum.
A todo el mundo le ha parecido muy raro la enorme prisa con la que sean desarrollado los acontecimientos y como poco más que sospechoso  ¿Habrá tenido que ver el resultado de las últimas elecciones?  Pues va a ser que sí.
Esta tarde ha sido la abdicación oficial, con discurso real leído por otra persona, cosa que aunque no sea lo correcto se agradece. A partir de las doce de la madrugada y si el tiempo no lo impide por arte de birli birloque  “ABEMUS NUEVO BORBON”.
Lo normal hubiese sido convocar un referéndum, para que sea el pueblo el que decida si quiere monarquía u otro sistema democrático, como puede ser una república. Hemos tenido un mes de junio muy movidito, políticos diciendo que son republicanos pero que apoyan la monarquía, y yo no sé cómo se come eso. La cantidad de estupideces que hemos tenido que oír en estos días ha sido descomunal;  que si no se puede; que tiene que ser después; que si patatin, que si patatan; mi tío Manuel hubiera dicho  “estos señores se la cogen con papel de fumar”.
Lo cierto es que estamos viviendo un momento histórico y que se prevén vientos de cambio. El país lo necesita, el pueblo ya no puede aguantar más recortes de derechos, ya es literalmente imposible.
Yo aun tengo la esperanza de que sea el nuevo rey el que pida el referéndum, ya que solo de  ser elegido (espero que no) estará legitimado, de lo contrario le vaticino que  tendrá muchos dolores de cabeza, si no al tiempo.
Posdata; a mi particularmente no me gustan los reyes ni los príncipes, ni las princesas, ni siquiera en los cuentos, es más me parece ridículo, muy ridículo que a estas alturas del siglo XXI andemos con estas monsergas que me parecen tan, tan infantiles.


domingo, 25 de mayo de 2014

SI YO PUDIERA ¡AY! SI YO PUDIERA.

Esta mañana escuchando una emisora que escucho cuando estoy hasta el gorro de malas noticias, y de corruptelas a por fía. En esa emisora  ponen canciones antiguas, (de mi época) os acordáis de aquella canción que se llamaba “Si yo tuviera una escoba” creo era de “Los Sirex”, algo parecido me pasa a mi algunas veces, tantas que creo son demasiadas. La canción es de 1964 ya ha llovido, tenía yo solo 16 añitos. En algún lugar he leído que fue un amago de canción protesta, aunque repasando el texto no llega ni a ser amago.
A parte del repetitivo estribillo de “Si yo tuviera una escoba” bis, bis, bis, “cuantas cosas barrería” y así una y otra vez. Entre medias lo siguiente.
“Primero, lo que haría yo primero/  Barrería yo el dinero / Que es la causa y el motivo/ Ay de tanto desespero./”
Bueno en eso llevaban razón, el puñetero dinero siempre ha sido el motor de todas las barbaridades de la historia.
“Segundo, lo que haría yo segundo/ Barrería bien profundo,/ Todas cuantas cosas sucias/ Se ven por los bajos mundos.”
 Lo de los bajos mundos no es muy certero, todos sabemos que los mayores casos de corrupciones están en las altas esferas o altos mundos. En los bajos lo más que hay es suciedad de la buena, de la normal, de la que se quita con estropajo y un buen jabón. Y eso sí, casos dramáticos de gente a la que la vida les ha tratado de mala manera. Pero esos además de no hacer daño a nadie, ya tienen bastante con su desgracia.
Dejando a un lado la dichosa canción que no merece la pena ser recordada. En realidad creo lo que me pasa a mí, es el sentir del común de gente con conciencia y cordura, que no es otra cosa que la indignación ante las injusticias. Algo que seguro le pasa a muchas personas sobre todo cuando vemos y escuchamos la cantidad de chorradas que dicen al cabo del día personas que se supone deberían ser ejemplo de coherencia y saber estar en todo momento. Cuando comprobamos como NO funciona la justicia en muchas ocasiones, y como SI funciona como NO debiera en otros muchos, convirtiéndose en moneda de cambio a la carta y a gusto de según quien.

Cuando un gobierno, sea del signo que sea, es tan inhumano que no tiene el más mínimo reparo ni le tiembla la mano al NO aprobar “la dación en pago” en los lamentables casos de desahucios, es tan injusto y tan absurdo que solo los muy tarados de mente pueden ser participes de tamaña incoherencia. Si a una familia le quitan el piso por no poder pagarlo ¿Cómo se supone que una vez fuera de su casa, si podrán seguir pagando? Ya me dirán ustedes si es o no es una incoherencia fuera de lo normal. Digno solo para mentes muy, muy, retorcidas.

En Europa se llevan las manos a la cabeza ante tal aberración, pero aquí eso no importa, aquí somos europeos para lo que interesa, lo demás  es literatura barata, o lo que es lo mismo nos lo pasamos por el forro de la doble moral y la hipocresía que de eso si saben algunos demasiado.

En fin que si yo pudiera, SI que cambiaba muchas, muchas aberraciones que se están legitimando y que tanto me recuerdan a muchas de las novelas de época medieval con las que más de una vez leyendo lloraba de impotencia, eran tiempos donde se trabajaba de sol a sol,  por un plato de comida de escasa nutrición, se aplastaban los derechos más elementales tanto de hombres como de mujeres, sin ningún miramiento, y con la complacencia de la Iglesia Católica que no cristiana ¿Por qué será que la ley de Gallardón contra el aborto, también me recuerda al Medievo?
A estas alturas de siglo donde imperan las más avanzadas tecnologías, no casan muy bien los recortes en libertades y sobre todo en la de dignidad de las personas. Es totalmente inadmisible. 

SI yo pudiera ¡ay¡ si yo pudiera, cuantas cosas cambiaría.



miércoles, 7 de mayo de 2014

RAJOY EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS


Hoy día grande en la cadena de radio  SER,  ha hablado RAJOY,  hombre, si tenemos en cuenta que solo habla en el exterior, o a través de un plasma, donde nadie le puede hacer preguntas, ya me dirán si hoy no es un día especial  (lo del plasma  nunca lo entendí, cómo lo aguantan los buenos periodistas, solo tenían que ponerse de acuerdo en no acudir a ninguna cita en esos términos, así de fácil).  Lo escuche un rato, mientras hacía hora para mi clase de yoga, y no podía dar crédito a lo que escuchaba, era un suma y sigue, de euforia desaforada e irreal, pues es sin duda imaginaria,  que sólo los muy crédulos e inocentes se la pueden creer, ya que nada de lo prometido en campaña electoral han cumplido. Una pregunta que siempre e hago es ¿Por qué nadie tiene la honestidad de dimitir ante la imposibilidad por ineptitud o falta de valentía para cumplir con lo prometido?

Escuchándolo esta mañana me preguntaba ¿de qué país habla este señor? Sin duda no en el mismo que yo palpo a diario, cuando hablo con la gente.

Hay que tener muy mala… fe, por no decir una frase más contundente, que por otro lado es lo que todo ser con raciocinio normal pensamos. Cuando una gran parte de español@s está en paro obligado, otra de trabajadores que están cobrando la mitad de su sueldo, echando horas que no cobraran nunca, y otra gran parte de ciudadanos, que han tenido que abandonar su país y no precisamente por afán aventurero. Algunos, (conozco varios  casos) no están ni dados de alta en la seguridad social. Eso en el mejor de los casos.

El paro tiene edades, yo lo llamo “Las edades del paro” se habla mucho del paro juvenil, claro que sí. Pero están también los que pasan de los 35, y de 45, los que ya tienen una familia que alimentar y una hipoteca que pagar. Los mayores de 50 que ya nadie los quiere.

Con la reforma laboral hemos retrocedido en el tiempo, tras largos años de lucha reivindicativa, al día de hoy tenemos que volver sobre lo andado. Los contratos de los que alardean son tan precarios como efímeros, igual que la flor del pacífico que tengo en mi pequeña terraza, abre y al día siguiente ya esta marchita. 

Por eso no me explico la euforia de este hombre que parece no tiene remedio, sin duda el vive en “Los mundos de Yupi” sinónimo de no tener los pies en el suelo, estar ajeno a la realidad, o estar en la inopia, “Los mundos de Yupi” era una serie de animación que sustituyo a Barrio Sésamo por el año 1988.

Mi madre decía a menudo ante casos como este tan claro de estar en las nubes; “No hay más ciego que el que no quiere ver”- algo parecido le pasa a “Sosoman” como yo lo llamo. El negar la evidencia es tan surrealista que es de tontos, tontos pues se engaña él solo, lo malo es que  cree que los demás lo somos también, algo muy lejos de la realidad, aunque viendo los buenos resultados que le siguen dando las encuestas, lo que me hace pensar que puede que sí que hay más tontos de lo normal.


Nada me gustaría más que de verdad se creara empleo, mucho pero de calidad, e indefinido, para que las familias pudieran vivir sin lujos pero sin estrecheces, y con unos servicios públicos de calidad.  

domingo, 23 de marzo de 2014

UN GRAN DÍA EL DE AYER

Qué pena que tengamos una prensa y algunos medios de comunicación impresentables, al parecer la noticia sólo es;  que fue una manifestación de (radicales de izquierdas) o como ya dijo el presidente de la Comunidad de Madrid, González, por cierto, “presunto” corrupto, a todos los que apoyamos y participamos en las marchas, no tuvo ningún reparo en calificarnos de  (neonazis), hay declaraciones que son difíciles de clasificar sin insultar al autor, sin duda problema de tener más educación. Los medios sólo destacan que a última hora, un grupo de radicales actuaron salvajemente contra la policía, que es cierto, pero lo que no dicen es que fue la policía la que empezó a provocarlos aún sin terminar el acto, dando pie a los incontrolados, que siempre los hay  y que nada tienen que ver con los que llenamos las calles pacíficamente.

Como dice El Gran Wyoming, hasta aquí las noticias; ahora les contaremos la verdad.

22M Marchas por la dignidad, convocaban diversas instituciones, muchas de ellas ni siquiera eran partidos políticos, a ellas se sumaban gentes de toda clase social, todas unidas por un denominador común, el de recuperar la dignidad que sibilinamente nos están arrebatando a pasos agigantados. La convocatoria,  afortunadamente todo un éxito sin precedentes en la historia de la democracia, a pesar de los muchos obstáculos que en algunos pueblos alcaldes impresentables presentaban a los caminantes que pacíficamente iban dejándose la piel en el camino, e incluso alguno los llamo “rojos de mierda”. En otros en cambio fueron recibidos con gran alegría y solidaridad, ofreciéndoles no solo alojamiento sino alimentos que compartían con ellos Os recuerdo que entre ellos había no sólo gente joven, también personas mayores, incluso muy mayores, y personas que en su gran mayoría no son de ningún partido político.

Los guardia civiles cumpliendo órdenes, faltaría más, detuvieron a muchos autocares antes de entrar a Madrid sin ningún motivo, bueno sí, el de retrasar la entrada para que se fuera formando un gran caos en el tráfico y echarle la culpa a las Marchas, a pesar de todo no lo consiguieron y todo marchó sobre ruedas.

El grueso de los manifestantes, tanto los caminantes como los miles de personas que ese mismo día nos unimos a ellos, cada cual como mejor pudo: coche, tren y mayoritariamente autocares. Mi familia y yo nos decidimos por este último, quizás más incomodo, pero también mucho más ameno, pues podías ir conversando con diversos amigos, de esta manera se hacía más corto el camino.

Durante la espera estuvimos paseando con la familia y unas buenas amigas por los Jardines del Retiro, siempre una gozada. Después de reponer fuerzas nos dirigimos al punto de encuentro, tengo que decir que cada colectivo tenía asignado uno distinto con el fin de molestar lo menos posible y no formar ningún caos, todo salió perfecto y cada cual se fue incorporado a su sitio sin ningún problema.

Sabíamos que iba a ser un gran éxito, yo así lo había vaticinado, y no porque sea vidente, no, pero creo que se palpaba en el ambiente, sobre todo a través de los  medios  sociales, y  gracias a las personas que con su ejemplo han sabido subirnos la moral, admirarlos y sentir en nuestros corazones que no podíamos dejarlos solos en sus reivindicaciones, que son las nuestras, y las de todos, luego de alguna manera teníamos que sumarnos a ellos aunque solo fuera en la culminación el día 22M.

Lo cierto y la pura verdad es que, cuando llegamos al lugar de la cita y encontrarnos con tal cantidad de gente de toda clase y edades, alegres y emocionados llenando literalmente las principales y largas calles, avenidas y plazas de este Madrid hermoso, en la que sin ninguna duda era la mayor marea humana de la historia de la democracia, (algo que pocos medios dirán) pero los que estábamos allí somos testigos y el pueblo de Madrid también, y como no, todos los medios de comunicación, otra cosa es lo que les obliguen a contar.  Más de un@ entre los que me encuentro, lloramos de la emoción, sin duda había merecido la pena.

Los valientes que habían hecho miles de kilómetros a pie, nos contaban, como la gente les aplaudían al pasar y como se emocionaban y les decían que estaban con ellos, seguramente esa mayoría silenciosa que por diversos motivos no pueden acudir a la cita pero que si que están y se siente. No cabe la menor duda de que se ha hecho historia, todos  los medios europeos sean hecho eco de tan magno acontecimiento promovido por un pueblo sencillo pero cansado, humillado,  avergonzado e indignado de ser siempre la ofrenda en el sacrificio, y que ya no tolera más  que lo sigan estafando.

A paso lento, demasiado lento y con mucha dificultad nos fuimos incorporando a la marcha, con una esperanza compartida y un civismo absoluto, del que el gran Gandhi se hubiera sentido orgulloso. Caminábamos hablando unos con otros conociendo a otras personas con las que solo nos unía el mismo cometido, los mismos problemas, yo particularmente, pase un buen rato hablando con una señora  muy educada que estaba a mi lado, iba sola, era de Jaén pero se había criado y vivía en Madrid, me comentó que, aunque sus hijos no tenían problemas, sentía que debía apoyar con su presencia a los que si los tienen, me dio mucha alegría pues eso mismo es lo que yo siempre reivindico, que sintamos empatía por el prójimo, tengamos o no problemas.

Es muy importante que todos los seres humanos no perdamos nunca la dignidad, de lo contrario sólo seriamos animales, arrastrándonos ante la voz del amo.

Un día esplendido con nubes que a ratos amenazaban lluvia, otros el sol nos devolvía la energía. Sobre las seis se levanto un aire frío de nieve, muy molesto, aun así,  todo salió a pedir de boca. Llegó un momento en el que no se podía avanzar, pues el Paseo del Prado estaba colapsado, decidimos volver dando un paseo hacía la estación de Atocha, a descansar un rato, comentar lo acontecido, y hacer hora.

Día por tanto grande, muy grande, del que salimos ampliamente satisfechos de que hubiera una unión tan grande y gratificante, no es muy normal que distintas fuerzas se unan por un bien común espero que tomen nota los partidos de que la unión hace la fuerza, algo tan sencillo y tan difícil de conseguir. Fue un gran placer encontrar y saludar a los muchos amigos a los que hacía tiempo no veíamos, y este hecho se convertía en alegría desbordante cuando nos abrazábamos.

Por todo lo expuesto, es pues muy triste que se comente más en los medios esos actos vandálicos que, a pesar de ser estos sin duda reprobables, solo fueron una minoría que junto a otra minoría de policías que no dieron la talla, fue la única nota discordante, ya que se podía haber evitado si  las fuerzas del orden supieran contenerse, y no provocar a los que de verdad tienen motivos sobrados para estar indignados con esta sociedad que les está robando su futuro. Aunque quizás no debería serlo, es muy normal que  cuando la tensión se acumula la gente explote, lo raro es que con lo que está cayendo no haya pasado ya algo muy  grave. Que nadie tiente a la suerte. Doy por supuesto que las fuerzas del orden (que pagamos todos) están para eso guardar el orden, pero no para provocar el desorden, salvo que interese a las altas esferas, tener un motivo para reprimir más de lo que ya se está haciendo. No sería justo que pagaran justos por pecadores.

Lo que de ninguna de las maneras debe ni puede ensombrecer lo que fue un gran día reivindicativo para la democracia de este maltrecho país.

Felicidades a todas y todos los que pudimos disfrutar de verdad, de esas horas caminando juntos con un respeto y un saber estar irreprochable, por mucho que intente enmascararlo de violento, no solo no lo fue sino que fue ejemplarizante.

Y felicidades a los organizadores por el orden en el que se desarrollo el acto durante toda la tarde. Y por devolvernos la ilusión, para poder pensar sin ninguna duda que  SI SE PUEDE. 

domingo, 16 de marzo de 2014

RETAZOS 9º


LA LLAMABAN LOCA

Sonreía con su cara inexpresiva pegada al cristal de la ventana. Los demás la ignoraban, era algo reciproco ya que también ella los ignoraba a ellos, sabía de sobra que la llamaban loca, y le era indiferente, le daba exactamente igual. Hacía años que dejó de preocuparse por el qué dirán. Ella  vivía a su manera, aunque lo de vivir es un decir, simplemente se dejaba llevar. ¿Acaso vivir sin normas es locura? No sé, puede que sí.

Era verdad que ella había amado con locura, quizás demasiado. De su amor había hecho el único motivo de su existencia. Era apasionada, amaba con todos los poros de su piel. Sin ninguna duda había sido una mujer hermosa. La mirada de los ojos negros de su hombre era  el oxigeno para su mente, su dosis de droga diaria. Sus caricias, los abrazos y sus besos el sustento de su cuerpo. Él la colmaba del néctar de la vida, con dulces palabras susurradas al oído. Ellos dos eran puro fuego, llama viva. Nunca hubo una pareja más compenetrada y unida.

Una mañana el se fue como siempre a su trabajo, la dejo con el cálido sabor  a miel de sus besos con los que ella mantenía el deseo durante el largo día, todo su cuerpo anhelaba su vuelta. A veces odiaba el trabajo que lo apartaba de ella. Otras veces se volvía a meter en la cama, sólo  para oler el aroma del amor compartido y derramado que aun perduraba entre las sabanas. Las horas de espera  se le hacían interminables, solo el recuerdo de las horas pasadas le hacia la espera soportable.

Todo lo demás lo hacía como una autómata. Se dejaba llevar. Las horas pasaban sin que hicieran mella en ella, estaba tan abstraída pensando en sus maravillosos momentos de amor compartidos que nada ni nadie lograban distraerla.

Aquel día, él no volvió. Ella llamo al trabajo, le dijeron que salió a su hora, llamo a los familiares, a los amigos, a todos los hospitales, a la policía, nadie sabía nada. Pasaron las horas sin que nada nuevo pasara. La familia y los amigos se quedaron con ella. Estaba como loca, no comprendía que le pudo pasar, ¿Por qué no volvía? Tenía que haberle pasado algo muy grave, el nunca se paraba con nadie, él ansiaba su vuelta a casa tanto como ella su regreso.  

Sin embargo los interminables y largos días pasaban y la vida seguía a su alrededor, sin que ella lo notara. A los días le siguieron las semanas, los meses, y nadie daba señales de haberlo visto en algún sitio.

Los años pasaban sin noticias. Ella realmente, estaba muerta en vida, pues solo malvivía, con la incertidumbre de no saber que paso ese aciago día. A veces reía sin venir a cuento, o lloraba. Pero no estaba loca, no,  sus recuerdos y la esperanza era lo que la mantenían viva, creía que en cualquier momento el aparecería por la puerta y todo volvería a ser lo que fue.

Con el tiempo empezaron a llamarla loca, porque hablaba de él en presente, como si nada hubiera pasado, se arreglaba con esmero todos los días a la misma hora para recibirle. Cuando pasaba la hora en la que él solía llegar, la angustia la ahogaba, y su cara se descomponía como una muñeca rota, se encerraba en su cuarto sola con su desesperación. Todos los días se dormía abrazada a su ropa. Sus ojos ya sin lágrimas se cerraban sin dominio. Todo su ser se desmadejaba, como marioneta sin guía. Y así un día, y otro, y otro, y otro. Ajena a todo lo que la rodeaba, sola con sus recuerdos.

Realmente no estaba loca de verdad, estoy segura de que no, pero quizás  la esperanza de su retorno era para ella mucho más dulce que la triste y cruda realidad. Solo se engañaba a sí misma, a nadie hacia daño.



miércoles, 5 de febrero de 2014

“CRISIS” CUAL ES ¿LA VERDADERA CARA DE LA CRISIS?


Cuántas veces hemos escuchado hablar de la crisis desde que estalló en nuestras mismas narices, y sin previo aviso, miles, sí, no exagero, miles de veces. Pero de la verdadera “cara” de la crisis, pocas o muy pocas hemos oído nada, parece que la realidad a nadie le gusta escucharla.

Primero nos vendieron “la moto” culpándonos porque según ellos los “mandamases” decían que: “habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Nada más lejos de la realidad, aunque hubo mucha gente que se lo creyó.

Después comenzamos a escuchar, lo de “la prima de riesgo”, de la que no teníamos ni puñetera idea de quién era. “Del déficit”, y de la “subida y bajada de la bolsa” no de la nuestra, claro, pues esa no le interesa a nadie. Aparecieron como por arte de magia palabras que hasta entonces desconocíamos, como: Recesión/ Desaceleración/ Inflación/ Rescate. Y como consecuencia de todo eso, los expedientes de regulación de empleo, es decir, el por desgracia conocido por miles de trabajadores que lo han sufrido en sus propias carnes, el super famoso ERE. Y una más, el FMI, Fondo Monetario Internacional, el cual asoma día sí, día también, por las noticias dirigiendo el cotarro, y dejándonos con cara de póker. La criminal Reforma Laboral, que se ha demostrado, como peor el remedio que la enfermedad. Eso sin contar el enfermizo empeño del gobierno por enmascarar la realidad a fuerza de eufemismos, (sin duda con buena fe, “supuestamente” para no asustarnos aun más). No me gusta pensar mal, aunque mi madre siempre decía: piensa mal y acertarás, y la verdad es que se equivocaba muy poco, era muy inteligente, gran mujer mi madre.

Pero la auténtica y verdadera “cara” de la “crisis” no son todos esos datos. Esos títulos rimbombantes; esas meteduras de pata de los que desgobiernan este país, estos y los otros; estos últimos (los otros), son los que a pesar de ser inteligentes, “supuestamente” no supieron vislumbrar lo que se avecinaba, cuando muchos miles de españolitos de a pie sin grandes títulos, solo con un poco de coherencia ya veíamos venir, y estos que lo iban a arreglar lo están rematando de la peor manera.

La verdadera “cara” de la “crisis” tiene nombres y apellidos, y es la que está en cada casa. En cada una de las familias que se quedaron sin recursos al perder sus trabajos y sus prestaciones. Luego, la nada, miento, la indigencia más absoluta, la caridad, la dependencia de familiares, amigos, ayudas de las organizaciones, en definitiva “caridad”. Nada más humillante para las personas que quieren trabajar en lo que sea y no encuentran en qué. Que siempre han trabajado para mantener a sus familias, y ahora solo queda  la tensión de la espera, la humillación de trabajar algún día que otro, o unas horas, mal pagadas por cierto. Personas que ven amanecer un nuevo día, sin haber podido dormir, porque mientras pasan los días sin vislumbrar ninguna salida a su traumática situación, se van consumiendo en la desesperación.

La verdadera “cara” de la “crisis” es que las familias tengan que dejar sus casas, esos hogares, que han creado con tanto amor. El dolor de unos padres al explicarles a sus hijos que “su casa” ya no es su casa, que tendrán que vivir de prestado con algún familiar, o amigo, eso en el mejor de los casos. Tal vez ocupar alguna vivienda para no tener que verse en la puta calle, algo que no es plato de buen gusto para ninguna persona.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los niños, que están sufriendo con sus pocos años un grave recorte en su calidad de vida, sin lujos pero sin carencias, sus comodidades normales se están viendo mermadas, están viendo como sus padres muchos días solo comen pan, y ellos se están alimentando principalmente gracias a la comida escolar. Esos niños que ven como cada día el estado emocional de sus padres van cambiando, los ven sufrir, y sufren ellos a su vez. Se dan cuenta perfectamente  -ya que son más listos de lo que pensamos-, lo sé porque en una época ya muy lejana lo viví desgraciadamente, a pesar de ser muy pequeña me daba cuenta de como mi madre decía, que no comía porque le dolía el estomago o cualquier otro achaque. No sólo me daba cuenta, sino que a veces me sentía culpable por tener hambre, por no tener la fuerza para dejar algo en el plato que paliara la necesidad de ella, tanta cuenta me daba, que quedo en mi memoria para siempre y aun duele.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los miles de suicidios, que están sucediendo, la mayoría no salen a la luz, quizás para que no cunda el ejemplo, pero la realidad es que las cifras son alarmantes.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los trabajadores, que tienen que aceptar trabajos muy mal pagados porque es eso o la nada más absoluta.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los jóvenes, que han sacrificado muchas horas de su juventud estudiando para sacarse unos estudios para poder tener una vida digna, gracias al esfuerzo de sus padres, que también ven como todo el esfuerzo que hicieron se ha quedado en el cajón del olvido.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los abuelos, que cuando sentían que por fin había llegado el merecido descanso para poder disfrutar de algo de lo que antes ellos mismos se habían negado, ya preferían darle a sus hijos la oportunidad de estudiar, cosa a la que ellos por las circunstancias no habían tenido acceso (lo de siempre, que mis hijos puedan disfrutar de lo que yo no pude).

Esas y solo esas, son la verdaderas “caras” de la maldita “crisis”, lo demás son “pamplinas”.

¡Ah, me olvidaba! nos dijeron “que nos apretáramos el cinturón” mientras ellos en un alarde de desfachatez, se subían los sueldos, cobraban lo que por ética no debían cobrar, y recortaban de donde recortar debería ser pecado, por no decir indecente.


Y ya me callo, no sigo,  porque estoy poniéndome “atacá”.

sábado, 1 de febrero de 2014

“LA MUJER CONTENEDOR” SEGÚN LOS HOMBRES QUE NO AMAN A LAS MUJERES.


Mucha tinta está corriendo sobre la nueva ley del aborto, una ley que por otra parte no era necesaria, nadie la estaba pidiendo, absolutamente nadie,  por qué entonces se ha planteado, y llevado a cabo contra viento y marea.

Tendremos que retrotraernos a otros tiempos y a otras entidades, en este caso eclesiásticas, que en definitiva son las que con su larga mano, (consiguen de políticos conservadores e incoherentes) sus propósitos.

Demostrado que con la ley anteriormente aprobada ha habido menos abortos, razón más que suficiente para dejarla estar. Si a ninguna mujer se le niega ser madre todas las veces que desee, por qué a otras se les niega el derecho de decidir cómo, cuándo, y con quién, quieren ser madres ¿Acaso el hecho de querer decidir sobre su maternidad las convierte en menos mujeres, en menos personas?  ¿Por qué lo que para unas solo es “pecado” para otras tiene que estar prohibido o ser delito?

La nueva ley lleva título incorporado, más o menos como el de ésta España nuestra, que gracias al delirio de unos pocos, que tuvieron la “feliz” ocurrencia de ponerle una marca al país, y precisamente cuando peor nos va, que ya es tener ganas, pues también a esta nueva ley la han bautizado, como Dios manda, que manda huevos. – Ley Orgánica de Protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada.- Fin de la cita.

Ante tanta falsedad, yo alucino, y me pregunto ¿qué hay de los niños que son echados literalmente de sus casas con el tema de los desahucios? ¿acaso el gobierno hace algo? ¿o la iglesia y sus seguidores se manifiestan de alguna manera? yo no los veo ni oigo. Por desgracia, ya no hay que irse al cuerno de África, que también, porque los niños de nuestro entorno están pasando hambre. Es una cruel realidad, y no es que lo diga yo, lo dicen los profesores, que son los que lo están comprobando a diario, y Cáritas, o Cruz Roja, el banco de alimentos…, el colegio Rey Heredia, los Trinitarios, todos, están desbordados, y gracias a que la gente en general es solidaria. ¿Acaso estos niños no tienen derecho a un techo y a unos alimentos, por ser ya nacidos? ¿Acaso para tener esos derechos habrían de volver al vientre materno? No se puede verdad, como no se puede tolerar que se estén cometiendo tantas injusticias, con los más débiles, porque no es normal lo que está pasando en este país.

A ninguna mujer le agrada tener que decidir algo tan triste. El aborto no es plato de buen gusto para ninguna mujer, pero por encima de todo está el derecho a decidir sobre su vida como persona de pleno derecho, algo de lo que ningún hombre moralmente, debería opinar.

El caso es que para muchos hombres y para las sociedades hipócritas las mujeres solo somos, CONTENEDORES, cuerpos, o recipientes, que por el capricho de unos pocos tenemos por fuerza que estar al servicio de los hombres y de la patria, que según los últimos desvaríos de el político de turno, está en nuestras manos acabar con el problema del paro.

Si ya decía yo, que al final la culpa de todo el caos de este país es de nosotras las sufridas mujeres. ¡Hay que joderse!


Mujeres de otros muchos países están apoyando a las mujeres españolas, como no podía ser de otra manera. Con el bonito nombre de “El tren de la libertad” una gran marea de mujeres violeta  de todas las ciudades, han marchado hoy para concentrarse en Madrid, con el ruego en la boca y en el corazón para que paren la Ley que nos retrotrae a un pasado que todas queremos dejar a tras para siempre.  NO A LA NUEVA LEY DEL ABORTO.

miércoles, 15 de enero de 2014

CUENTO.

LA PRINCESA FLORERO.

Erase una vez, en un país multicolor el cual  presumía de democrático y moderno, y aunque en su Constitución era oficialmente laico, la verdad era muy distinta, incluso se aprobaban leyes diseñadas a medida para una religión. A pesar de que en el país estaba implantada la democracia, también era una monarquía, sí, de esas que se compone de reyes y princesas, como las de los cuentos de hadas, con todo lo que eso conlleva de lujo y boato.

El rey, según algunos súbditos era; alto, guapo, cazador, mujeriego, caprichoso y bonachón. La reina se limitaba a ser…, eso, Reina. Tenían tres hijos, dos infantas  y un “ principito”. Que entre los tres les dieron a los reyes muchos pequeños infantes, con largos nombres como correspondía a su estirpe bobónica. 
  
Como según las normas “democráticas” y machistas del país, las niñas no podían ser reinas, aunque fueran de mayor edad que los varones, el reinado lo heredaría, si nadie lo remediaba, el “principito”.

La vida en el palacio transcurría plácidamente, siempre según los portavoces del palacio. Pero la realidad era algo distinta a la oficial. La reina llevaba con mucha dignidad las protuberancias causadas por los devaneos amorosos de su marido el rey bobonico,  pues a pesar de parecer un bobalicón, se cumplía en él, el refrán  que dice: “A todos los tontos les da por lo mismo” pues eso era lo que le pasaba a este rey, que lo único que tenía muy activo era la zona sexual, pues su intelecto no era como para tirar cohetes.

Pues bien, una de las princesas, tenía un marido con pinta de modelo y carita de buena persona, que tampoco parecía muy avispado (aparentemente),  pues con el tiempo demostró que era un “espabilao” pero solo para lucrarse a costa de los títulos de su señoría la princesa, y de su queridísimo suegro. Claro está que los tontos fueron los que le regalaron tantas dádivas por la cara y sin venir a cuento.

Las autoridades del país, tardaron mucho tiempo en darse cuenta de los corruptos y lucrativos negocios del consorte, que cosa rara, rara, pasaban desapercibidos tanto por la corte como por los inspectores de hacienda (que dicho sea de paso no somos todos), cuando de pronto alguien se puso a investigar sobre  los negocios del consorte de la infanta, como por arte de magia fueron saliendo en tropel, todos los trapos sucios en forma de chanchullos monetarios con los que la familia principesca se habían ido forrando, más o menos que con “premeditación, nocturnidad y alevosía”. Pero eso sí, sin mala fe, según decían las buenas e inocentes gente del país.

La princesa que era muy trabajadora, y tenía la gran suerte de tener un buen trabajo, muy bien remunerado, pero que muy bien, y sin ninguna duda por sus meritos intelectuales, faltaría más.

Cuando todo el pastel se descubrió, y el consorte tuvo que verse ante los tribunales, salió a la luz que la linda princesita estaba también implicada, pues muchos de los chanchullos contenían la firma y beneplácito de su alteza la inocente y linda princesita, la cual se vio envuelta en el enredo que su joven y amante esposo había urdido a su costa, pues ella era totalmente ajena a los tejes y manejes de su amado esposo, en ningún momento se preocupo de pensar “de dónde sacaba pá tanto como gastaba” su amor era tan, tan grande, que nunca se le hubiera ocurrido  dudar de él.

Ahora la princesa esta triste ¿Qué tendrá la princesa? El pueblo está dividido, unos dicen que ella es totalmente inocente, que nada sabía, que se dejo llevar por su ciego amor. A ella acostumbrada a vivir de lujo, no le extrañaba nada, ya que siempre había vivido de esa manera.

El pueblo que ya estaba más que harto de mantener a la monarquía, y a un rey cazador y mujeriego, y de los príncipes y de sus respectivas proles, que como eran católicos y apostólicos tenían hijos a tutiplén, claro como ellos no les costaban nada, pues hala. Todos estos episodios y muchos más que no vienen al caso, vinieron a confirmar lo absurdo de una monarquía en tiempos modernos.

El pueblo pedía justicia, y hasta el propio rey decía que la justicia era igual para todos. Haciendo caso omiso a la ley y al propio rey, el juez encargado del caso, haciendo honor a su juramento profesional quiso cumplir con su obligación, y llamó a la princesa a declarar, pero cosa rara, desde el palacio real se movieron los hilos para parar la dichosa declaración, a pesar de lo expresado por el propio rey. Pasaron los meses hasta que por fin el juez consiguió que la ley le diera la razón y la princesa tuvo que declarar, aunque no voluntariamente como hubiese sido lo correcto si nada tenía que temer.

Cuando todo salió a la luz pública, su suerte cambió. Llego el fatídico día. La pobre, perdón, la cegata, princesa, declaró una y mil veces que ella era inocente, y que nada sabía de los negocios de su amado. Nunca se dio cuenta de que estaban viviendo “por encima de sus posibilidades”, y es que ella sin saberlo, padecía de una ceguera muy severa, la peor de las cegueras, la del amor.

Como el pueblo pedía justicia, se hizo justicia, pues no estaba el país para farolillos.

A la princesa, los tribunales del país la penalizaron por tonta, encerrándola en la torre del palacio, por largos años, más que nada para que aprendiera a distinguir lo blanco de lo negro. Ella, a pesar de todo seguía muy enamorada.

Y al guapo, y pícaro, marido de la infanta le condenaron a devolver lo ganado fraudulentamente, y a cortarle las manos  por mangante, después sin piedad, lo arrojaron a los fosos del palacio, donde nunca más pudiera hacer ningún negociete, como no fuera con las ratas.

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Y colorín colorado este cuento se ha acabado.


NOTA. Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.