miércoles, 28 de diciembre de 2011

28 –DE DICIEMBRE – DIA DE LOS SANTOS INOCENTES.


Podría empezar este artículo, contando las buenas noticias que todos quisiéramos escuchar: “Señores, la crisis se ha terminado”. Los sueldos por fin se descongelan.  Habrá trabajo para todos, sin distinción de sexo, o raza. No habrá más recortes  en sanidad, siempre será gratuita, y se pagaran todos los gastos de las personas dependientes por enfermedades de larga duración. La educación pública será de calidad, para todos los españoles, y no se subvencionara a la privada. Los artículos de primera necesidad, bajarán, y subirán los de lujo. Los políticos, se pondrán unos sueldos adecuados, pero no desorbitados. Los políticos no estarán más de dos legislaturas en sus cargos. Los políticos cambiaran la ley para que el voto de los partidos minoritarios tenga  igual valor que el de los grandes. Los bancos, bajaran los intereses. Ya no harán falta los comedores sociales, pues todos tendrán un trabajo y una vivienda digna. Todos habremos aprendido a consumir con moderación, pero sobretodo con cabeza. Todos miraremos por el medio ambiente, para dejar a nuestros descendientes un planeta en perfectas condiciones de habitabilidad. La iglesia se autofinanciara, y pagara el IBI (por fin). Los millonarios, dejaran sus dineros en los bancos españoles, demostrando por primera vez en su vida, que de verdad aman a su país España. No habrá economía sumergida, y todos pagaremos nuestros impuestos, con buena voluntad pues serán bien empleados. No habrá más guerras, solo con la finalidad de vender armas, o por intereses petrolíferos de las grandes naciones, ni por fanatismos religiosos, etc. etc.

Sería precioso que fuera verdad, pero como comprenderéis solo es una ilusión, un deseo, o una inocentada. Hoy  día de “Los Santos Inocentes” en el que la iglesia conmemora, la matanza de los niños menores de dos años mandada por el rey Herodes por temer este, a el que según los cristianos seria el Mesías. Herodes, conocido como “Herodes el Grande” rey de Judea, al que la historia lo trata como un gran político, militar, y constructor, siendo más conocido, por los hechos ya descritos.

 Sin embargo otros historiadores como Flavio Josefo, en sus escrituras sobre Judea, no hacen ninguna mención a dicha matanza, ni ningún otro historiador es más alguno piensa que fue confundida con otros hechos ocurridos en distintas fechas. (Pero bueno que más da, eso ya no lo sabremos nunca).

Ya en la Edad Media empezaron, parece ser, entre monaguillos y sacristanes a gastarse bromas en tal fecha, costumbre que poco a poco se expandió al resto de las gentes. Algo incomprensible, pues los hechos fueron demasiado dramáticos como para hacer mofa de ellos, pero los humanos somos “muy raritos” lo cierto es, que tan incongruente costumbre llegó hasta nuestros días. Todos los años se repiten noticias falsas en los periódicos, en la radio, o en la televisión, la gente se gasta bromas, una costumbre que yo recuerdo de cuando era niña, era que a los amigos o conocidos se les pedía algo de dinero prestado fingiendo una urgencia, para una vez conseguido decirle “que te lo paguen los santos inocentes”.  Ahora es más común el de las noticias falsas o raras, y el popular muñeco o monigote recortado que se pega en el “inocente” más cercano.

Solo quedan tres días, para terminar 2011 un año aciago, nefasto, trágico, y todas las calificaciones que queramos añadirle. Un año, en el que los más débiles, (como siempre) han visto mermadas sus ya de por si dañadas economías. Lo peor es que se esperan más restricciones, no me gusta ser agorera, pero siempre soy realista, ojala me equivoque, y los deseos y las buenas noticias ficticias con las que he empezado este articulo se cumplieran no tardando mucho.

Deseo de corazón que los malos augurios, se vayan para siempre, como se van las aguas que corren por los caudalosos ríos y nunca regresan. Y que el próximo, como mal menor, os sea leve.

jueves, 15 de diciembre de 2011

DE PROFESIÓN "PARÁSITO" O LO QUE ES LO MISMO, VIVIR DE LAS RENTAS


Creo que por el titulo ya os habréis imaginado, que el personaje no puede ser otro que el señor “Cayetano”, ilustre hijo de la muy honorable señora, “Duquesa de Alba” (casi ná) a la que nadie le tose, ni se atreve a llevarle la contraria. La duquesa, se viste y se peina como le da la gana -y hace muy bien-  lo que no es normal, es el peloteo que pulula a su alrededor. Aunque la duquesa lleve el vestido más horrendo, y los pelos como las pelucas de carnaval, los periodistas de las revistas del corazón, dicen que tiene mucha personalidad vistiendo ¡Qué graciosa es la duquesa!  ¡Qué bien baila la duquesa!  ¡qué arte tiene la duquesa! La hipocresía llevada al máximo extremo.

El señor Don Cayetano de Alba -de los Alba de toda la vida, como dicen algunos-, ha conseguido lo que nadie, que todos los andaluces estemos de acuerdo en que es un impresentable.  Que a muchos, nos gustaría echárnoslo a la cara para decirle lo infame de sus respuestas, a las preguntas que un avispado periodista logro sacarle. Además de compartir una indignación colectiva, hacia el personaje en cuestión.

Un señor que no ha “dáo” un palo al agua, en su acomodada y puta vida, se permite el lujo de criticar a los jóvenes andaluces.  Cuando la gran mayoría de jóvenes, seguro, que tienen más y mejor preparación que él, por la sencilla razón de que  a ellos nadie les ha regalado nada, lo han conseguido con su esfuerzo, ¿Podrá el decir el lo mismo?  ¡Lo dudo!  Se permite el lujo de criticar las ayudas miserables que algunas familias tienen la “suerte” de recibir del Estado sólo para “sobrevivir”. ¿Sabrá este personaje el significado de la palabra sobrevivir? ¡También lo dudo! De otra forma tendría más cuidado con sus declaraciones, ofensivas, e injustas.

El y toda su “trupe”, llevan años cobrando verdaderas fortunas de la Comunidad Económica Europea, por sus latifundios -pero eso es muy digno-. Crearon la “Fundación Casa de Alba” con el solo propósito de cobrar millonarias subvenciones -pero eso no les da vergüenza, no, claro que no -. Dicho esto, creo que la culpa no la tienen del todo ellos sino el Estado que se lo ha permitido. Yo me pregunto: ¿Por qué se dan ayudas a quien no le hace falta? nunca lo entenderé, estamos hablando en este caso de una de las mayores fortunas no solo de España sino de Europa. Él y toda su casta,  llevan desde el siglo XIV en el que a un antepasado suyo (al que se le apareció la virgen), le nombrara “Duque de Alba” el Rey Enrique IV por los favores prestados en conflictos entre la nobleza castellana, en sus muchas luchas y enfrentamientos solo por el poder –como siempre-. Ducado que se fue incrementando generación tras generación, a través de los muchos casamientos entre la nobleza, la cual solo se emparentaba si convenía a las arcas de la familia, lo que quiere decir que solo lo hacían con quien podía ampliar su ya próspero patrimonio. Luego esta familia, llevan toda la vida viviendo de las rentas.

Y volviendo al “señor” Cayetano, el protagonista de todas las fobias que el mismo ha levantado contra él y de paso contra toda su aristocrática familia.

¿Qué sabe este señor, lo que significa para una persona honrada perder su trabajo, y tener que depender de la familia, eso en el mejor de los casos, en otros tienen que pasar la vergüenza de pedir ayuda a los Servicios Sociales? Porque aunque este señor no lo sepa, todas las personas tienen “orgullo” por muy humildes que estos sean. ¿Qué sabe este señoritingo lo duro que es, que te echen de tu propia casa, y sigas debiéndola? Lo estamos viendo a diario, en los informativos.  ¿Qué sabe de la desesperación de ver que sus vidas se hunden en la miseria, y de no poder darles a sus hijos una vida mejor, como hasta hace poco lo hacían?  ¿Qué sabe de los contratos basura, con los que los jóvenes son explotados año tras año sin ver salida a sus aspiraciones de independizarse de sus familias, porque tienen edad suficiente para hacerlo, pero no pueden permitírselo?  ¿Qué sabe de los esfuerzos que han hecho muchos padres para poder darle a sus hijos una carrera, con la esperanza de que el día de mañana tengan una vida mejor que la que ellos tuvieron y ahora los ven con la carrera terminada y sin empleo?  ¿Qué sabe de lo que es pasar hambre y frio?  ¿Qué sabe del mísero sueldo que les pagan a muchos, aun echando diez horas al día? ¿Qué sabe de los padres que no pueden disfrutar de sus hijos por falta del tiempo que les roba unos trabajos mal remunerados, hijos que tienen que criar sus abuelos? ¿Qué sabe de los que seguramente si la cosa no se arregla, no cobraran una pensión decente al final de sus días, después de llevar toda una vida trabajando? “Trabajar”, otra palabra que seguro tampoco conoce. ¿Qué sabe del miedo que tenemos todos los españoles, a que privaticen la Sanidad Pública, unas de las pocas cosas buenas que tenemos en España? Pero, perdón, todos no, los privilegiados como él, no tienen nada que temer.  ¿Qué sabe este señor de los intentos de suicidio de muchas personas que no ven salida a su túnel particular de negrura interminable?

¡Nada, no sabe nada! ¡Absolutamente nada! Ni siquiera tiene la honestidad y deferencia de ponerse en el lugar de tantas personas afectadas por una crisis creada por culpa de personas como él, que solo buscan sus propios intereses, ambiciosas e insensibles al dolor ajeno. Hay que tener muy mala sangre, y ser muy ruin.

Por todo lo expuesto considero que  este personaje es un “miserable” y no es que lo diga yo, ha sido él solito, el que se ha clasificado como tal, por su falta de humanidad.   
 
Esta será la primera y única vez que escribo sobre estos personajes, que nada aportan a la sociedad y por tanto, no merecen que yo pierda mi valioso tiempo. 

jueves, 8 de diciembre de 2011

CONCHA, MI MADRE.

Creo que es hora de dedicarle unas líneas a mi madre, esa mujer  que tanto me dio y de la que tanto aprendí. Mujer sencilla, pero de buenas maneras y facciones  agraciadas, dulce y suaves, de mediana estatura. Mi madre era una mujer extraordinariamente sensata e inteligente.

Nació en 1915 en Nerva (Huelva), su padre trabajaba en las minas de Río Tinto cuando la famosa huelga de 1920, que empezó en enero, tuvo varias etapas intensas, pero la más virulenta tuvo lugar entre agosto y septiembre, finalizando en enero del 1921, fue seguida por más de once mil trabajadores, creo que fue una de las más dramáticas y feroces - quizás la que más- de este país. Huelva acogió a cientos de niños y madres lactantes, donde eran atendidos en comedores especiales creados expresamente para tan cruenta situación. Otros ayuntamientos y particulares colaboraban con donativos, pero la situación llegó a ser tan tremenda que toda España se hizo eco del gravísimo problema y más de tres mil niños fueron acogidos por cientos de familias que generosamente se habían ofrecido a través de los intermediarios, que a su vez eran voluntarios.

El escritor Cobos Wilking, en su novela “El corazón de la Tierra”, retrata a la perfección un trozo de la historia de la cuenca minera de Río Tinto, anterior a la citada huelga de 1920, los hechos citados ocurrieron en la última década del siglo XIX, donde cientos de personas fueron vilmente asesinadas, crímenes que fueron ocultados durante muchos años a la opinión pública. Realmente fue una masacre consentida por los políticos, siempre a favor del poderoso, ya que fueron participantes activos de los terribles asesinatos. Las gentes que por su cercanía se enteraron de los terribles acontecimientos y los bautizaron con el nombre del “Año de los tiros”.

Mi madre como tantos otros niños, fue separada de su familia, con tan solo cinco años,  imagino lo traumático de la situación, a pesar de eso tuvo suerte -entre comillas-, de ser acogida por un matrimonio cordobés sin hijos y de buena posición. Estos eran los encargados de una de las tabernas de la Sociedad de Plateros que estaba ubicada en la calleja Munda, posteriormente pasaron a regentar la de la calle San Francisco, donde prácticamente se crió mi madre hasta su casamiento. Seguramente no olvidó nunca sus raíces, pero sé que fue muy feliz con esa familia de clase media que la criaron como propia sin faltarle de nada incluyendo una buena educación. Nunca he sabido que pasó con sus padres biológicos ¿qué ocurrió cuando terminó la huelga y la hambruna, que desgraciadamente vivieron miles de personas y todo volviera a la normalidad?, aunque la normalidad no dejaba de ser miseria y penuria ¿Pero por qué sus padres no la reclamaron? Realmente no lo sé, ni siquiera sé si mi madre sabía algo que no nos contó nunca, pues no le gustaba hablar del tema, se ve que aún le producía dolor. Separar a una niña con cinco años de sus padres y familiares, tuvo que ser traumático, debió de sentir un desarraigo tremendo, y difícil de superar.

Creo recordar, en los gastados vericuetos de mi mente en algún rinconcito muy lejano el haber oído siendo yo muy pequeña, algo de que su padre emigro, pero nunca supimos si fue solo o con el resto de la familia.

Otra cosa que pudo pasar es que su madre biológica, con su familia desmembrada, y sin posibles, o bien pudo morir de pena, o sabiendo que la niña estaba siendo criada en un estatus que no se podía comparar a lo que ellos podían ofrecerle, es posible que voluntariamente renunciaran a ella en beneficio de la niña. Sin duda un sacrificio que debió costarle la salud, pero sólo son suposiciones.

Mi madre jugaba y frecuentaba el museo de Julio Romero de Torres pues era amiga de las hermanas de este, dada la cercanía con su casa, y porque también ellos, la familia Romero Barros frecuentaba la taberna, donde tanto el vino como la comida era de excelente calidad según nos contaba mi madre.

Conoció y sufrió, la guerra “incivil”. A veces nos contaba anécdotas vividas, en la propia casa, que como he dicho antes era la Sociedad de Plateros, taberna muy concurrida por los vecinos de los alrededores, que en ella estaban tranquilamente tomándose un vino con los amigos, cuando de pronto entraban los fascistas y se llevaban a algunos hombres, ante el pánico de todos los presentes pues ya sabían, que al que se llevaban no volverían  verlo nunca más.

También recuerdo que nos contaba como ella y su padre escondían libros -que según el reciente régimen eran perniciosos-, en una cornisa que había en la azotea de la casa. La familia sufrieron muchas pérdidas de buenos amigos, que ningún mal habían hecho, solo pensar en libertad. ¡Qué gran crimen verdad?.

Mi madre fue una gran mujer en todos los sentidos, extraordinariamente fuerte, que supo afrontar los graves problemas de escasez en tiempos de la posguerra, con entereza y dignidad. Por desgracia los padres adoptivos, murieron  jóvenes, apenas mi madre llevaba un par de años de casada, en el intervalo de un mes, perdió a los dos -decían, que ella murió de amor- ellos que estaban en buena situación hubieran sido el sostén, y la fuerza, que a mi madre le faltó. Por segunda vez mi madre vivió la tragedia, y no solo en la perdida de sus dos seres más queridos, comprobó y sufrió, por primera vez la maldad y la ambición de la gente. La familia de los padres adoptivos, una vez muertos estos tan inesperadamente, y sin haber dejado testamento hecho, entraron a destajo en la casa y se quedaron con todo lo habido y por haber, ropas, joyas, muebles, todo el patrimonio, que de haber dejado testamento habrían dejado a la que consideraban su hija. Mi madre se quedo sin nada, cuando más lo necesitaba pues fueron tiempos duros.

Pese a los malos tragos por los que la vida la puso a prueba, tenía una entereza fuera de lo común. Jamás escuche a mi madre, quejarse de nada, y eso que pasaron bastantes apuros económicos, ni la escuche decir una palabra mal sonante,  ni criticar a nadie, tampoco era persona de recrearse en su desgracia, la aceptaba con la elegancia que le daba  la buena educación que había recibido.

El primer hijo que tuvo, fue otro duro golpe, pues la cría se asfixió antes de nacer y la hermosa niña nació muerta.  En aquella  época se paría en las casas, solo con la ayuda de la matrona, sin ninguno de  los modernos métodos de hoy día. Seguía la racha de mala suerte. Un año después nació mi hermano Antonio, al siguiente, tuvieron el segundo, otro varón al que le pusieron Rafael, cinco años más tarde nací yo,  y cinco después mi hermano el menor José. Pero me consta que entre medias hubo abortos, no sé si naturales o provocados. No eran años propicios para tener muchos hijos. Pese a que carecíamos de muchas cosas, tuvimos una infancia feliz.

Mi madre era una lectora empedernida, la recuerdo por las noches con la poca luz que daban aquellas primeras bombillas de luz mortecina, se quedaba leyendo hasta las tantas de la noche, el gusto por la lectura lo adquirió de sus padres que además tenían una buena biblioteca, después se tenía que conformar con lo que le prestaban.

El buen arte de la cocina lo adquirió de su madre, al igual que yo de la mía, al parecer la abuela era una excelente cocinera, -aunque no creo que lo fuera más que ella- no he conocido a nadie que guise también como lo hacia mi madre, ni siquiera yo que aprendí de ella. Mi madre hacia del plato más sencillo un verdadero manjar, las humildes verduras que algunas veces mi padre le traía del campo las convertía en algo suculento, por ejemplo unas “vinagreras” para el que no las conozca eran como las espinacas pero mucho mejores, yo siempre escuchaba decir que -eran mucho más finas-.  Las croquetas de carne o de pescada, las albóndigas de bacalao, las setas de álamo que mi padre le traía del campo, esas no las he vuelto a comer pero tengo su sabor grabado en la mente. Dios mío, dejare de mentar las comidas de mi madre porque se me está haciendo la boca agua y también porque la lista sería interminable.

Mi madre fue una mujer como he dicho al principio, muy inteligente, educada, sensata, prudente, poco habladora,  pero cuando tenía que decir algo lo decía tan bien que dejaba a todos con la boca abierta, recuerdo haber oído más de una vez decir a algún vecino -leche con Concha que bien sabe defenderse- también tenía un don especial con los números, sin necesidad de lápiz hacia cualquier cuenta mentalmente en unos segundos. Era muy difícil que alguien la engañara en las cuentas, los que vendían a cuenta por aquella época tenían la tendencia a escurrírsele el lápiz más de la cuenta, como la mayoría de la gente humilde, no sabían ni poco ni mucho, pues los tenderos sin escrúpulos abusaban de ellas poniendo números de más, pero con mi madre no podían ella les paraba los pies y les demostraba que la cuenta no era la correcta, teniendo que disculparse ante ella, a ese ya no se le ocurría tratar de engañarla nunca más.

Recuerdo que enfrente de mi casa vivía una prestamista o usurera “mujer que prestaba dinero” para pagar poco a poco, con un buen recargo -igual que los bancos-  en más de una ocasión mi madre tuvo que recurrir a ella, esta sabía muy bien que mi madre llevaba  las cuentas a la vez y que era imposible engañarla.

Años difíciles los que le toco vivir, y con qué dignidad los supo llevar en silencio, sin darle tres cuartos al pregonero, si tenía o no era su problema, salía adelante con lo que podía, pero un plato caliente siempre había, con unas simples patatas te chupabas los dedos, o con unas sopas de ajo, o de cebolla, comidas de pobres que al pasar por las manos de mi madre se convertían en manjares exquisitos.

La vida no fue, dadivosa con ella, muy al contrario, hasta le escatimo la salud, tanto, tanto, que murió aún joven, con los años que yo cumpliré en Marzo, sesenta y cuatro, y ni tan siquiera pudo disfrutar de la lectura en sus últimos años pues el “azúcar” la dejo casi ciega. Pienso en todo lo que se perdió, en la cantidad de cosas que ahora podría disfrutar, por ejemplo; para ella el tener toda una biblioteca a su disposición hubiera sido el no va más.

Cuando murió mi madre, tuve la sensación de no haber hecho por ella lo suficiente, sentí que debía de haberla mimado mucho más, no solo por ser mi madre sino porque la vida la trató mal, pero cuando te das cuenta ya es demasiado tarde. Seguramente es algo que nos pasa a todos al perder a los seres queridos, es el sentimiento de culpa que nos invade, aun a sabiendas de haberlo hecho bien  pensamos que no ha sido suficiente.

Los años me han hecho comprender la gran persona que fue mi madre en todos los sentidos, yo diría una heroína como muchas mujeres anónimas a las que la sociedad nunca les reconoce su valía y aporte a la comunidad. Valga pues, este humilde homenaje no solo a mi madre sino a todas aquellas mujeres que vivieron unos años de miseria en la guerra y posguerra, y supieron mantener a sus familias unidas contra viento y marea. De sus sufrimientos y sacrificios nadie habló, solo quedaron para ellas, entraba dentro de su intimidad, y murieron con ellos.

 Concha mi madre, fue una gran mujer.

Y para mí un verdadero orgullo ser su hija. 

viernes, 25 de noviembre de 2011

DE RELIGIÓN, “CRISTIANA”.

Como a la gran mayoría, nadie me pidió permiso para hacerme cristiana, entre otras cosas porque no tenía edad para comprender, simplemente me hicieron “cristiana”, como hacían con todos los niños a los pocos días de nacer. En esa época como en tantas otras, era lo que tocaba. Durante la Republica, únicos años en los que las familias podían bautizar o no a los hijos, se podían divorciar o no los que quisieran, no se perseguía a los homosexuales, entre otras muchas cosas beneficiosas para la ciudadanía, no en balde era la más avanzada de Europa, pero tuvimos la mala suerte de que durara tan poco, gracias a los de siempre a los intolerantes, retrocedimos en el tiempo y en la modernidad democrática. Todo volvió a ser como antes, tanto para los creyentes como para los no creyentes, era obligatorio bautizar, a todos los niños a los pocos días de nacer, yo recuerdo que era costumbre, que la mujer recién parida no saliera a la calle con su hijo, hasta que este estuviese bautizado. Las cosas cambiaron ya entrada la democracia.

Han pasado muchos años y seguimos haciéndolo, nosotros a nuestros hijos y ellos a su vez a los suyos, por inercia, por costumbre, o en algunos casos por no dar un disgusto a los padres o abuelos, es algo absurdo, cuando no se tiene eso que se llamaba y se llama, verdadera fe, o lo que es lo mismo “fe ciega” que no era otra cosa que un invento para que los individuos no nos cuestionáramos, multitud de contradicciones que la misma biblia tiene. No en vano la escribieron los hombres, y hay variedad de versiones.

De todas formas, tengo que reconocer que hay curas que tienen los pies en la tierra, y saben que no es mejor persona, quien va mucho a misa o frecuenta la Iglesia en demasía, es mucho más sano ser mejor persona, que un beato hipócrita.

Empecé a ir al colegio a los cinco años, colegio del Estado, solo para niñas, los niños iban a otro solo para chicos, era lo que había. Dirigido solo por profesoras, o maestras, como se decía en mi época, el problema es que estaba super controlado por la Iglesia. Yo no podía elegir si quería o no, ir a misa, si quería o no, aprender el catecismo, si me apetecía o no, rezar el rosario todas las tardes en el colegio, perdiendo nuestro tiempo en algo que ya sabíamos de memoria. Tiempo con el que podíamos haber aprendido muchas cosas más útiles para nuestra formación. No pudo ser.

Ni que decir tiene, que ni mis padres ni los de los demás niños, tampoco podían decidir si querían aquella comedura de coco para sus hijos, posiblemente muchos estarían encantados, pero no era el caso de los míos, afortunadamente. En mi casa se hablaba de política y de las muchas barbaridades que se habían cometido en la guerra y en la posguerra, y de como la Iglesia se puso del lado de los que vulneraron la legalidad instituida por el pueblo soberano, cierto que también hubo curas que no secundaron la vergonzosa actuación de la Iglesia oficial, e incluso ayudaron dentro de sus posibilidades, pero estos eran una minoría, y eran absorbidos por el poder de la Iglesia que era insalvable. Tampoco los maestros y maestras podían elegir, si querían dar religión, era si, o si. Si alguna tenía o no, otras ideas más progresistas, se las tenían que callar, guardar para sí, o sólo hablarlas en círculos muy cercanos o afines.

Solamente “Lutero” teólogo alemán, en el siglo XVI, se atrevió a discrepar abiertamente de la Iglesia, enfrentándose a la jerarquía, de una Iglesia que no tenía el menor escrúpulo en cobrar “bulas” e “Indulgencias” con el pretexto de recaudar fondos para la construcción del “Vaticano” y la basílica de “San Pedro”, algo que a Lutero le parecía inmoral, y no cabe duda de que lo era. Lutero se inspiro en las tesis de Erasmo de Rotterdan —por cierto hijo bastardo de un sacerdote—, Erasmo consideraba que la Iglesia se había quedado anclada en el Medievo, y reclamaba, una Iglesia donde hubiera más libertad de pensamiento, tesis que lógicamente la Iglesia no podía compartir pues veían en peligro su hegemonía. Enrique VIII también se enfrento la Iglesia, pero este por motivos personales, al negarle la Iglesia el divorcio de su esposa Catalina de Aragón, para poder casarse con Ana Bolena.

Las “Indulgencias” era un invento como tantos otros que se sacaban de la manga, con el único fin de incrementar su patrimonio -que viendo el resultado, les ha ido de maravilla como todos sus inventos-. Según ellos, el que pagaba (a buen precio, claro). La “Indulgencia” se le entregaba un documento, -para darle más realismo al asunto- donde se eximía al alma, de pasar por el purgatorio. El incauto que picaba, que eran muchos pues sabían del inmenso poder de la Iglesia, además de pagar un alto precio, se iban tan contentos, -imagino que para poder seguir pecando tranquilamente-.

En mis recuerdos de niña, están grabadas esas dos palabras, sobretodo la más común, que era la de la “Bula” ya que las indulgencias solo eran para los pudientes a los que la Iglesia les podía sacar “una buena tajada”. Cuando llegaba la Cuaresma y sobretodo “Semana Santa” el Jueves y el Viernes Santo, no se podía comer carne, salvo que se le pagara a la Iglesia, la dichosa “Bula” que claro solo pagaban los ricos, pues la gente humilde no podía, como tampoco podía comprar carne la mayoría de las veces. En mi casa, la carne se comía de tarde en tarde gracias a unas cuantas gallinas que teníamos, que además nos proporcionaban los nutritivos huevos. En las conversaciones de los mayores que yo escuchaba, oía como criticaban a la Iglesia, por la desfachatez que esta tenia. “Si pagas, puedes comer carne, si no es pecado” ¡anda y que les den! Pero al final, el jueves y viernes, tocaba espinacas, potaje con bacalao, o bacalao frito, y no por que la Iglesia lo mandara, sino por respeto a sus ancestros, ya que la Iglesia no tenía potestad dentro de las casas -solo hubiera faltado eso-.

Cuantas charlas y sermones, me tuve que tragar en seis años que duró mi paso por el colegio, no solo los de la Iglesia, como hubiera sido lo normal, pues no, los curas tenían que meterse en el colegio, imagino que cuando le venía bien al párroco de San Pedro, Don Julián, que parecía que el propio Dios lo había nombrado tutor, de todo el colegio, -seguramente no quería que ninguna se descarriara-. Pues éste, se presentaba cuando le venía en gana, es decir cualquier día a cualquier hora. Tampoco tenía ninguna  prisa, -luego pienso, que iba allí a pasar sus ratos libres-. Nos obligaban a confesar todos los sábados, para poder comulgar los domingos en la misa de doce. Visitar el sagrario todos los primeros viernes de mes, (nunca supe qué sentido tenía eso).

Nos atemorizaban continuamente, con el “pecado mortal” (que al parecer era mucho más gordo que el venial). Las niñas nos hacíamos un lio, pues no sabíamos muy bien cuales eran unos y cuales otros, y no menos lio con lo de la “Santísima Trinidad” nosotras creíamos que era una  “señora”, pues no, no lo era, según ellos eran tres; “El padre, el Hijo y el Espíritu Santo”  pero que en realidad eran uno solo. Como comprenderéis eso ya era difícil de digerir, y la mayor de las incongruencias, yo creo que ni ellos mismos se aclaraban, solo hacía falta que hiciéramos algunas preguntas lógicas para que rápidamente cambiaran de tema, lo que nos dejaba más confundidas si cabe. Pero donde dejamos, “El Alma” y el “Espíritu” nadie sabía explicar muy bien que era el alma o el espíritu, estaba claro que era algo invisible e intangible, porque ninguna la podíamos ver, en eso llevaban razón, pero era tan difícil de creer como lo de la Santísima Trinidad, si hubieran sido cosas más normalitas, las hubiésemos entendido, creo yo. Y es que hay cosas que por más vueltas que les des, no tienen ni pies ni cabeza. Éramos niñas, pero no tontas.

Del mismo modo nos machacaban cada dos por tres con los famosos “Diez Mandamientos” que sinceramente creo yo, que nadie habrá cumplido nunca, al cien por cien, -vamos creo no, estoy segura-. El primero, nos decía que había que querer a Dios sobre todas las cosas, y yo me decía a mi misma -sin atreverme a decirlo nunca en voz alta claro- que yo quería más a mis padres, y a toda mi familia, incluso a mis amigas, y a mis maestras preferidas, todos eran visibles y tangibles, ¿cómo se podía querer más que a nadie, a alguien que ni siquiera se conoce? era todo tan absurdo. El segundo, mandamiento, era no tomaras el nombre de Dios en vano, bueno tampoco tenía muchos seguidores, pues yo recuerdo con qué facilidad la gente decía, “te lo juro por dios” ese juramento era mucho más falso que el que decía “te lo juro por mis hijos” eso ya era más serio y creíble. El tercero era “Santificarás el Día del Señor” bueno pues este solo era seguido por los más beatos, los demás pasaban del tema, como era el caso de mis padres. El más sensato era el de “Honrarás a tu padre y a tu madre” y fácil de cumplir por la gran mayoría. El quinto “No matarás”, éste era muy gordo, a las niñas nos daba hasta miedo, pero bueno, también era fácil de cumplir, siempre que no fueras un asesino, claro, y la verdad a nosotras nos quedaba, como muy lejano. El sexto, “No cometerás actos impuros” ¡huy! ¡huy! éste era un verdadero problema para todo el mundo, y éste sí que estoy segura de que nadie ha cumplido jamás, y cuando digo nadie es nadie, ahí entra lógicamente todo el clero, con Papas incluidos, pues la naturaleza no se puede reprimir por mucho que te dijeran que era pecado, véase si no los múltiples casos de pederastia dentro de la Iglesia, o en colegios religiosos. Por tanto, ese el más absurdo de todos. El séptimo “No robarás” este solo lo han cumplido las gentes honradas, y la Iglesia obviamente, no está entre ellas. El octavo, “No levantaras falsos testimonios ni mentiras” otro que es muy común incumplir. El noveno, “No consentirás pensamientos ni deseos impuros” prácticamente es igual al sexto, e igual de inútil. El decimo, “No codiciaras los bienes ajenos”, éste me parece un poco ambiguo, poco aclaratorio, y de difícil cumplimiento, porque desear mejorar nuestra forma de vivir y tener comodidades no quiere decir que codiciemos lo de los demás, solo queremos mejorar nuestra calidad de vida, eso ha pasado siempre desde que el mundo es mundo.

En fin, como podemos ver, algunas cosas eran un verdadero “comecocos” teniendo en cuenta que teníamos muy pocos años, aun así sabíamos en nuestro interior que eran cosas absurdas que nos hacían pensar una y otra vez tratando de entender algo, sin conseguirlo.

Como ya he dicho antes, el poder de la Iglesia es inconmensurable, lo ha sido siempre, lo más raro es que al día de hoy lo sigue siendo. Ya no hay la ignorancia de antaño, hay más gente culta, hay más información, más democracia, sabemos de las mentiras y de los negocios del Vaticano, sabemos que no pregonan con el ejemplo, nunca lo han hecho, porque de haberlo hecho no existiría ese imperio de riquezas. Sé que hay sacerdotes que se han mantenido más cercanos a los humildes, haciendo lo que se supone deberían haber hecho todos los que pertenecen a la Iglesia, algunas monjas también hacen una buena labor, estas buenas personas han hecho por su cuenta y riesgo una labor encomiable, tan lejana de la habitual, practicada por la Iglesia. Justo es decirlo.

A los de mi generación, nos crearon un caos mental que todavía nos dura, es muy difícil borrar de la mente lo que machaconamente nos introdujeron en el cerebro. Yo personalmente nunca he sentido apego a la Iglesia, de hecho cuando deje el colegio a los once años, deje de ir a misa, ya por fin nadie me controlaba, y como en mi casa mis padres no eran creyentes, no tuve el menor problema, pero si me gustaba entrar en las iglesias cuando estaban solas, me sentaba en un banco a meditar, y claro a pedir cosas a Dios, era tan cómodo, y relajante, pensar que alguien te iba a arreglar los problemas como por arte de magia. En aquellos años las iglesias estaban abiertas todo el día, podías entrar a cualquier hora, además de lo dicho antes, a admirar las obras de arte o simplemente a descansar o disfrutar de su frescor en verano. Ya no lo puedes hacer fuera del horario de misas.

Cuando digo que nos crearon un caos mental, que todavía nos dura, no miento, unas de las cosas que sigo haciendo es poner en navidad, el belén o “Misterio” -nunca mejor dicho- igual que mentalmente y aun a mi pesar, sigo diciendo ante algún problema de cualquier tipo, -Dios mío, que se arregle esto pronto- o -Dios lo quiera- es algo que no lo puedo evitar, para decir seguidamente, -pero que tonta soy, a estas alturas- son palabras que decimos sin darnos cuenta, porque están en nuestro cerebro, como si nos las hubiesen grabado a fuego, o con algún tipo de pintura de las que utilizan algunos grafiteros -magníficos por cierto–, pero que son imposibles de borrar, pues lo mismo nos hicieron a los de mi generación.

Mucha gente todavía no ha sabido salir del engaño, bien por comodidad o bien como ya he dicho antes, por la necesidad, que no es otra que la de “agarrarse a un clavo ardiendo” cuando todo se pone negro, cuando no se encuentra una salida a los problemas, la gente se encomienda no solo a Dios, sino a los Santos, -que son como una sucursal de Dios-. Yo confieso que también lo he hecho, por eso mismo siento un enorme respeto por los que aun lo hacen llevados por la necesidad, o porque realmente tienen esa fe ciega, y están en su derecho de creer, como en el de no creer.  Para mí siempre lo más importante es la libertad del individuo, mientras que no mutilen la mía.

La vida me ha enseñado que solo con el esfuerzo se consiguen las cosas, pero la experiencia también me dice que el factor suerte es muy importante, pero para tener esa suerte, primero hay que haberse preparado con el esfuerzo personal, que nadie puede hacer por nosotros.

Ya es hora de que los gobiernos, sobre todo el nuestro, dejen de financiar a la Iglesia, y por supuesto a ninguna religión. Es una verdadera vergüenza, -como dice mi amigo Molón- que con lo que está cayendo, la Iglesia no haya tenido el menor pudor en no renunciar, a los “diez mil millones de euros” que percibe del gobierno español anualmente, ¡que se dice muy pronto! ¿Qué clase de cristianos son? Qué manera más obscena, de perder el rumbo que les marcó el que en su nombre crearon este imperio de grandezas,

La experiencia que dan los años son los que te hacen tener una  verdadera visión de las cosas. Qué pena que no nazcamos ya con la experiencia incorporada.

martes, 8 de noviembre de 2011

DE CAMPAÑA, O DE DESPILFARRO INÚTIL ¿NO?


 Cuánto dinero cuesta una campaña electoral? ¡Nunca lo sabremos exactamente! Porque seguro que será mucho más de lo que nos dirán que ha costado ¿Creéis que es lícito o ético, normal o responsable, que se pueda derrochar tanto dinero, en estos momentos tan dramáticos para tantas familias? porque seguro, seguro, que es muchísimo dinero. Se está recortando en cosas tan básicas como sanidad, educación y cultura. Hay familias enteras que están todos en el paro, sin cobrar un solo euro de ayuda. Se les niegan las ayudas necesarias a los afectados de enfermedades de larga duración. ¿Es acaso ser solidarios con los ciudadanos, que peor lo están pasando, gastarse un dinero que se podría emplear en emergencias, que,  “haberlas haylas”? ¡Es que no me parece justo, y no, no lo es!  Lo bueno, es que se puede hacer de otra manera más moderna, actual y mucho más económica ¿Por qué no se ha hecho? ¿Por qué no se ha pensado en los demás? Parece que para ellos, los políticos, es muy difícil ponerse en el lugar del otro, sobre todo si ese otro, está hasta el cuello y no puede más.

Teniendo en cuenta los medios de los que disponemos, hoy día son totalmente absurdos los mítines, ya lo eran hace muchos años, o por lo menos a mí siempre me lo han parecido. Voy a hacer una pregunta que cualquier tonto sabría responder, ¿Quiénes van a los mítines?  La respuesta es fácil: -Sólo van, los de su propio partido, los que se supone que están convencidos. ¿Luego no sería más lógico, desechar los mítines definitivamente? es más práctico y mucho más cómodo para ellos, “pobres” que acaban reventados de hacer kilómetros, y de desgañitarse hablando a voces, que no se por qué tienen que chillar -acaso no tienen micrófonos-, hasta dejarse la laringe y faringe, hechas polvo, para no decir nada más que tonterías la mayoría de las veces, entre insultos al contrario, que son coreados con risas ficticias, como en las series americanas y promesas que saben de antemano que no podrán cumplir, y que son acompañadas, con banderitas incluidas, la verdad es que me parece grotesco ¿Alguien ha escuchado más tonterías seguidas, en menos rato que en un mitin? lo dudo. Yo creo que en todos los años que tengo, que son muchos, solo he ido a dos, y dije: -No voy más, no los soporto. Cuando los oigo en las noticias, siento vergüenza ajena, hablan al electorado como se les habla a los niños, o mucho peor, como si fuesen idiotas.

Creo que en tiempos de elecciones todos los medios deberían ponerse al servicio de los partidos, por lo menos los públicos, pero de todos por igual, grandes y pequeños, siempre que estén dentro de la legalidad democrática. Es muy frecuente y frustrante, que  los contertulios no puedan terminar de defender sus programas por falta de tiempo, debería haber una fórmula para que esto no sucediera. En las tertulias, ya sean de radio o de televisión, le recortan el tiempo de expresarse a los candidatos, cuando estos están exponiendo puntos que son de interés para el conjunto de los ciudadanos. Dejándolos a ellos sin poder aclarar conceptos, y con cara de póker, y a nosotros los escuchantes ídem de lo mismo. También exigirles a los contertulios que por favor no se repitan, cosa que es muy común cuando no tienen las ideas muy claras. Limitar el tiempo es dejar los temas a medias, es como un “coitus interruptus”. Y lo peor es que es para poner seguidamente, cualquier chorrada que a nadie le interesa en el caso de la tele, la radio es otra cosa.

Me pregunto si no sería conveniente, que también los que serán futuros ministros, debatieran entre ellos, sobre como solventar los problemas a los que se enfrentaran próximamente. Los ciudadanos estaríamos mucho mejor preparados a la hora de votar si tenemos la información adecuada. Todas esas cosas darían a la televisión un aire nuevo de modernidad, a la vez que un servicio impagable a los ciudadanos.

Los ciudadanos estamos expectantes, queremos saber las propuestas de todos los partidos, para acabar con la crisis, sabemos que no es fácil y que no existen milagros, por eso queremos que se nos hable con claridad meridiana, no somos niños, sabemos escuchar y comprender, pero no queremos más mentiras, solo queremos medidas más justas. Es hora de que sean los más fuertes, los que demuestren su solidaridad y amor patrio, arrimando el hombro, participando en la recuperación y estabilidad del país, un país que esta grieteado por todos lados, hay que hacer lo imposible por cerrar esas grietas, pero esta vez no pueden ser los más débiles los que hagan tan arduo trabajo.

Como este articulo  lo tenía a medias, aprovecho para dar mi opinión sobre él deb… perdón más bien, monólogos independientes.

Anoche tuvimos la oportunidad de ver en televisión el primer debate, por llamarlo de alguna manera, porque lo que se dice debatir no se debatió nada, tampoco estaban todos los que tenían que estar por derecho democrático, pero es lo que hay. Ante un escenario excesivo, -que no quiero ni pensar lo que habrá costado- ¡perdonad pero como ama de casa mi obsesión por el gasto innecesario es elemental! Pensé, que lastima y que desaprovechado está el inmenso plató, cuando podían haberlo llenado con las demás opciones, que seguro tendrían, o no, mejores soluciones para acabar con  esta maldita crisis, pero seguro que  habría habido un buen debate.

Mi opinión personal, que creo será, como la de la mayoría de los españoles es de “desencanto”. El futuro presidente, -siempre según las encuestas- tan pánfilo como siempre, estuvo todo el tiempo leyendo sus apuntes seguramente para no meter la pata, y para colmo no sabía o no se acordaba de un artículo de su propio programa, hizo su propio monólogo, donde se repitió no una sino varias veces, sin contestar a ninguna de las preguntas de su contrincante, o más bien contestando con evasivas, a eso se le llama, -salirse por la tangente- o -irse por los cerros de Úbeda-. Para al final dejarnos sin saber de dónde sacaran los dineros para acabar con el paro, - debe de ser secreto de estado- ni aclarar otros temas de interés para muchos  en fin, que votar sin conocimiento de causa es pedir fe, como pide la iglesia, pues no, lo de la fe ciega paso a la historia.

El otro aspirante, un poco más clarificador y con la lección mejor aprendida, pues no necesito estar todo el tiempo leyendo cosa que se agradece, pero no convenció demasiado, pues a mi entender le dedico demasiado tiempo a tratar de desestabilizar a su oponente, en lugar de explicar mejor su programa, del que poco supimos, pero si algo más que su contrincante, que solo decía lo que ya estamos cansados de escucharle durante los últimos años, era más de lo mismo. En Rubalcaba, eche en falta, la no mención de los impuestos a la iglesia, que si menciono en alguna entrevista anterior, lo que me hace sospechar que hará lo mismo que todos, o sea -la vista gorda-. Eché en falta, además de a otros nuevos partidos, a IU que injustamente ha sido la gran olvidada, Pero justo es decir que a IU le falta savia nueva, y le sobran los que llevan toda la vida, ya era hora de renovar la plantilla, mucha gente los votaría si hubiera entrado gente nueva y bien preparada, que las tienen, de todas formas tienen mejores propuestas para un verdadero cambio, pero la dichosa ley D´Hont, no se lo permite.

Lo dicho, el no, debate, un verdadero “Desencanto”. Yo diría un fraude total, a todos los españoles.

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, -será porque es lo último que queda cuando todo se pierde-.

miércoles, 26 de octubre de 2011

EL MIEDO, LOS MIEDOS, LAS FOBIAS.

Comienzo con una cita de Franklin Delano Roosevelt. “De nada se ha de tener tanto miedo, como del miedo”.

A nadie nos gusta tener miedo, pero todos lo sufrimos en algún momento de nuestra vida, mejor dicho, en muchos momentos. El miedo, lo sentimos como una opresión en el pecho que nos paraliza, y hace que no podamos pensar en otra cosa que no sea el motivo de nuestro miedo. Distrayéndonos de nuestros hábitos diarios. Consiguiendo obsesionarnos. Es tan variado que podemos tener miedo de muchas cosas. También llamadas fobias. Solo hablaré   de las más comunes, desde mi óptica

El miedo a la enfermedad, es uno de los más frecuentes. Hay ocasiones en las que el miedo es justificado, no así en otras, en las que solo es sugestivo, y el sujeto es llamado “hipocondriaco”. Parecido pero más justificable es el miedo, al dolor físico. Lamento decirlo, pero por desgracia lo he sufrido en carne propia. En forma de “Contractura muscular” en la espalda. Horrible, desesperante, os lo puedo asegurar, en mi caso dura unos dos días, dos días sin que ningún medicamento lo mitigue, excepto el masaje, de tal manera que tengo a Paco todo el día y la noche ejerciendo de fisioterapeuta, es un dolor de rabia. No es para tenerle miedo, sino pánico, que es otra versión más aguda que el propio miedo.

El miedo a perder el trabajo, es bastante frecuente y mucho más realista y común, en tiempos de crisis como la actual, en la que nadie está a salvo de un despido, justificado, o improcedente. ¿Quién no ha tenido alguna vez miedo a viajar  en avión? estoy segura que muy pocos pueden decir que no.

El miedo de muchas personas a relacionarse con la gente, o a comprometerse con una persona en concreto, teniendo siempre dudas, por miedo a equivocarse, en estos casos, creo yo, es más bien cobardía. Aunque se llama “Antropofobia”.

El miedo a hacer el ridículo está muy acusado en algunas personas, y este miedo les priva de hacer una vida normal en libertad. Pues puede más la opinión que de ellas puedan tener los demás. No pueden, o no saben, desconectarse de ese pensamiento que les reprime sus verdaderos deseos, y su autentica valía.

El miedo a hablar en público, es muy común, lo sufren muchos universitarios y profesores, incluso conferenciantes que ven estropeado un buen trabajo, por no haberlo sabido defender con seguridad, soltura, decisión. Y sí, con titubeos que hacen poco creíble el discurso. Que de no ser por ese miedo, seguramente hubiese sido esplendido. Se llama "Lalofobia". Son desplazados a veces por otros personajes de menos valía pero de verbo fácil y más seguros de sí mismos.

La mayoría de las mujeres tenemos miedo a parir, porque es algo desconocido, y porque hemos escuchado diferentes casos o versiones de todo tipo. Tememos que el niño nazca con algún defecto, solo respiramos tranquilas cuando nos lo enseñan, y comprobamos que todo está perfecto. También sufrimos pensando ¿seré buena madre?  o ¿buen padre? Ya que el miedo no tiene sexo, es algo innato en el ser humano.

El miedo, excesivo de algunos padres a todo lo relacionado con los hijos, desde que nacen hasta que se hacen mayores, ese miedo se puede transmitir a los hijos, no por eso se quieren  más, muy  al contrario, se les está haciendo un daño irreparable, sobretodo en casos de personas con poca personalidad. La obsesión de los padres por que le hagan daño, se la transmiten a sus vástagos. Luego el efecto es contraproducente.

El que tiene miedo a los espacios cerrados, padece de “Claustrofobia”. Y el que padece miedo a los espacios en altura, sufre de “Aeroacrofobia”, a los espacios abiertos “Agorafobia”. “Hidrofobia” el que tiene miedo al agua, (ese sí que tiene un gran problema) o quizás tendríamos que decir que el problema lo tienen los allegados que sufren sus efluvios. Estos son más comunes de lo que nos pensamos.

La “Autofobia” es el miedo a quedarse solo. “Aracnofobia”los que vimos la película del mismo nombre sabemos que es el miedo a las arañas o arácnidos. “Astrafobia” a las tormentas. Aquí tengo que hacer un alto, para recordar a mi tía Magdalena, hermana de mi padre, se quedo viuda muy joven, y cuando los hijos se casaron, pues solo nos tenía a nosotros que vivíamos en la misma casa, ella en la planta alta. Los días de tormenta, siempre se presentaba en nuestras habitaciones con la cara descompuesta, y rezando aquello de “Santa Barbará Bendita” y no recuerdo muy bien como terminaba. Nosotros que ninguno éramos temerosos de relámpagos ni de truenos nos daba la risa, cosa que la sacaba de quicio a la pobre.

Otra muy curiosa, “Crometofobia” ¿a que no saben qué es? Miedo al dinero y valores de capital. ¿A que no conocéis a nadie que  sufra esta fobia? Lo mismo pienso yo.

Esta la pongo aparte, porque es genial, “Hipopotomonstruosesquipedalofobia” como se os a quedao el cuerpo, ¡a cuadros verdad! Pues significa miedo a las palabras largas. ¡No me extraña si son como esa! Creo que supera a la de “Mary Popin”, “Supercalifragilisticoespialidoso”

Os confieso una que tengo yo, y es “Ofidiofobia” pánico a las serpientes.

El miedo a la muerte, ese creo que lo sufrimos todos, y no solo cuando se trata de la nuestra, también pensamos en nuestros seres más queridos, tememos por ellos, sabemos, que todo termina en ese momento, salvo los que creen en la otra vida que es algo surrealista, pero hay que reconocer  que sirve de consuelo a muchos. Algunos se sienten mal solo de oír nombrarla, Y los gitanos ni te cuento, la verdad  es que cuesta asimilarlo.

Voy a terminar con una fobia que no sabía que existía y me ha hecho mucha gracia hasta cierto punto, porque pobre del que la padezca, y si no, atentos,”Sexofobia” miedo al sexo o a algunas de sus prácticas. ¡Pero ustedes os imagináis! Pobre del que la padezca, sea hombre o mujer. ¡Lo que se están perdiendo! Lagarto, lagarto.

Como no me quiero alargar, para ver la cantidad de fobias que hay increíbles, solo hay que buscarlas en Wikipedia o en una buena enciclopedia.

El miedo o fobias, nos provoca angustia, desazón, ansiedad, temblores, sudoración, etc. Sin embargo creo que tener miedo en muchas ocasiones es un buen síntoma de madurez responsabilidad y reflexión, pues creo que es de  tontos no tenerlo nunca. El miedo que siente el artista antes de salir a escena, el, o la cantante, los músicos, los cómicos, el pintor que presenta su exposición, el diseñador, el arquitecto cuando enseña por primera vez su proyecto, etc…

En definitiva, que un miedo moderado es sano. 

martes, 18 de octubre de 2011

MALA MEMORIA LA MÍA.

El veinte de Agosto pasado, cumplió un año este blog. Tenía pensado hacer un pequeño recordatorio del primer aniversario -espero no sea el último-, pero hete aquí que me olvide, no importa, lo hago ahora, con los años aprendemos a no dar importancia a lo que no la tiene, que son la mayoría de las veces.

Comencé este blog, primero; porque me gusta escribir, ya lo hacía a mano y me gustaba bastante. Segundo; como un reto personal, ante estos nuevos medios. Y tercero; porque los años me han dado una audacia que no me la creo ni yo. 

En realidad no sé si es audacia, o cara dura, porque cuando veo y leo lo que escriben algunos y algunas, me digo a mi misma ¡Conchi como has sido capaz de atreverte, tú que dejaste el colegio con once años recién cumplidos, y un certificado de estudios primarios! Eso sí con un sobresaliente, que me supo a gloria, pero nada más. Mi dedicación ha sido absoluta a la familia. 

Pero bueno, el caso es que me decidí a hacerlo, pensé que solo sería algo personal, como así ha sido, solo escribo artículos personales, cosas que pienso, opiniones solo mías. Pensé que solo me leería la familia, y que incluso a ésta tampoco le interesaría demasiado. Desde esa perspectiva, lo tenía fácil, escribiría de todo lo que me apeteciera en todo momento, sin ponerme ninguna meta, y así lo hice, ya ha pasado más de un año, y algo incomprensible para mí, es que hay personas que me leen. Es mucho más de lo que yo podía esperar.  

Aparecí en este blog con mucha timidez, por no decir con miedo, miedo de hacer el ridículo, claro está, con este  minúsculo artículo, a este le siguieron setenta y uno creo, seguiré haciéndolo mientras pueda, disfruto con ello, tanto como disfruto de un buen libro, o pintando un lienzo. Ahora que lo pienso, es muy similar el lienzo, éste está totalmente blanco, y poco a poco los pinceles guiados por mis manos dan forma y colores, lo que antes era totalmente blanco ahora pueden ser muchas cosas. Con la escritura pasa igual, sobre un folio impoluto vas escribiendo palabras y más palabras que van surgiendo casi sin darte cuenta, para quedar un conjunto de ellas que forman un todo. 

Estoy feliz por haberme atrevido. Por saber compartir  mi tiempo libre haciendo las cosas que me satisfacen. No quiero decir que esto sea lo mejor, y que todo el mundo tenga que escribir, leer, o pintar, cada persona tiene que buscar su cauce, o camino, que puede ser muy distinto del mío, ni mejor ni peor, distinto.

Bueno, que me enrollo, que solo quería celebrar que mi blog tiene un año y casi dos meses. Puede parecer una tontería,  que solo es importante para mí. Y comprobar una vez más, que el tiempo pasa demasiado deprisa, y hay que saber aprovecharlo.

viernes, 14 de octubre de 2011

ANIVERSARIO DE BODAS.


Hoy catorce de octubre de 2011 hace la friolera de 38 años que me case con el hombre de mi vida, “mí Paco” si a eso le unimos otros diez de novios, son 48, casi unas bodas de oro. Si lo comparamos con algunos matrimonios de ahora, que duran menos que una piruleta en la puerta de un colegio, lo nuestro es todo un record.

Yo lo conocí con quince años, él tenía uno más, pero parece ser que ya me conocía de antes, según dice él, y yo le creo.

Muchos se preguntaran, ¿cómo se puede estar toda la vida con la misma persona? Pues no sabría decirlo exactamente, porque cada persona es un mundo, y yo solo puedo hablar por mí, solo por mí.

Mi opinión, que es solo eso mía, es que lo primero, tiene que haber un enamoramiento, las personas te gustan o no, después el roce hace el cariño, pero siempre tiene que estar el enamoramiento latente, por los años de los años, porque los años pasan para los dos, no envejece solo la mujer. Cumplir años tiene sus pros y sus contras como todo en la vida, perdemos la juventud y con ella la tersura, pero ganamos en experiencia, y conocimiento de toda índole, incluso de nosotros mismos, con los años sabemos perfectamente lo que queremos y lo que no, cosa que en la juventud no tenemos muy claro.

Mi matrimonio como todos, creo, ha tenido momentos buenos, malos y regulares, para que nos vamos a engañar, épocas de una economía muy precaria, que afortunadamente no hicieron mella en nuestro amor, precisamente por eso, porque en la base había amor, con los años llegamos a conocernos también, hasta el extremo que, con la mirada ya sabemos lo que estamos pensando.

No quiere decir que no discutamos nunca, no, nada de eso, lo hacíamos y lo seguimos haciendo, cuando viene al caso, no tenemos por qué estar siempre de acuerdo para nada, pero siempre desde el respeto, y la tolerancia. Un matrimonio que nunca discuta o que siempre estén de acuerdo en todo, además de raro e ilógico, tiene que ser muy soso, las discusiones, los disgustillos, y sobre todo las reconciliaciones, son la sal, o la guinda, del matrimonio. Yo diría que un aliciente más.

Tenemos dos hijos extraordinarios Paco y Gabriel, de los que estamos muy pero que muy orgullosos, los dos están muy enamorados de sus parejas, el mayor ya nos ha hecho abuelos por partida doble, Claudia, y Alejandro, nuestros dos tesoros. Que más le podemos pedir a la vida.

Estamos en una etapa de la vida, buenísima, por razones obvias, al tener  mucho tiempo para hacer las cosas que nos gustaban, y que la falta de tiempo nos impedía hacer. Tenemos salud, con achaques propios de la edad.

 La vida no se me ha hecho larga, no, al contrario se pasa muy rápido demasiado, antes de que te des cuenta los hijos son adultos y se independizan,  la casa, y lo padres, nos quedamos solos, es el ciclo de la vida. Al que todos contribuimos en algún momento.

Solo espero llegar al final juntos, y más unidos que nunca, con el mismo amor y enamoramiento de siempre.

¡Construimos muy bien los pilares de nuestro matrimonio! ¿Verdad, Paco?

miércoles, 12 de octubre de 2011

TREINTA AÑOS YA, ¿TANTOS? ¡QUE MAYOR SOY!


El 11 de Octubre de 1981, hace treinta años que asomó por primera vez en la pequeña pantalla de televisión española el primer capítulo de “Verano Azul” ¿os suena? Por si hay alguien que no lo sepa, fue una serie española de diecinueve capítulos, que nos tuvo a todos, grandes y chicos enganchados al televisor. Dirigida por Antonio Mercero, y música de Carmelo Bernaola. La serie narra las peripecias de unos chicos de entre 8 y 16 o17 años, que se conocen en las vacaciones de verano, en la bonita localidad malagueña de Nerja donde veranean con sus familias, excepto uno, un chico de una familia humilde del pueblo que trabajaba de  repartidor.

¿Quién no se acuerda? de Tito, de Piraña, el pequeño devorador de todo lo comestible, de Quique, Bea, Javi, y Deisi, y Pancho el chico del pueblo, creo que no me dejo a ningún chico atrás. Todos, tienen la suerte de toparse en sus correrías con “Chanquete” un viejo y solitario pescador que tenía su residencia en “La Dorada” su propia barca anclada en un pequeño terreno junto al mar. El personaje de Chanquete fue magistralmente interpretado por,  Antonio Ferrandis. El segundo y no menos importante personaje de la serie fue la señorita Julia “María Garralón” una pintora que tenía alquilada una pequeña casita, donde vivía sola con sus recuerdos y sus cuadros. Ella junto al marinero contribuyeron a que aquel verano fuera inolvidable para todos.

La serie estaba muy bien hecha, no le faltaba de nada, tenía grandes dosis, de humor, sentimiento, protesta, se hablaba quizás por primera vez de divorcio, y especulación inmobiliaria, de padres demasiado ocupados que no comprendían a sus hijos, de unos críos que encuentran en Julia y en Chanquete, las respuestas a todas sus dudas, y a saber el valor de la amistad, y el compañerismo.

Llamaba la atención que niños tan pequeños supieran interpretar tan bien sus respectivos papeles, todo era muy creíble, las conversaciones de los niños geniales y divertidas. Sus “amigos” mayores les daban grandes consejos que los hacían madurar.

Yo recuerdo una escena terriblemente dramática, que me impacto y en la que llore “a moco tendido”. En los últimos capítulos ya casi acabando el verano, cuando los chicos se dan cuenta de que algo le pasaba a Julia pues los últimos días, estaba muy triste ella siempre alegre y dispuesta a dialogar con ellos, esta no les abría la puerta ni contestaba a sus llamadas, informaron a Chanquete, y este viendo que ella no daba señales de vida, rompió una ventana y entro, encontrándosela, sentada como ausente llorando desconsoladamente. No se fue hasta que no consiguió que le dijera que le pasaba. María Garralón hizo una magistral interpretación de una confección muy íntima de la protagonista. Esta había perdido a su marido y a su hija en un accidente de coche. Estoy segura que aquel día todo el que vio la serie tuvo que llorar como lo hice yo, sin disimulo y con el corazón encogido de pena, tal fue la interpretación de esta gran actriz.

¡Llore más que cuando se murió Chanquete! Creo fue en el penúltimo capítulo. Apartando esos dos capítulos, la serie era bastante divertida y amena. Al final cuando se llevan la barca de su amigo, entre todos siembran un árbol en su lugar, en recuerdo de aquel sencillo marinero, que tanto cariño y sabios consejos les dio.

La serie forma ya parte de los clásicos de televisión, la repusieron varias veces, tantas que la gente decía (estas más vista que verano azul), pero seguía teniendo máxima audiencia. Afortunadamente no siguieron haciendo más capítulos como están haciendo con “Cuéntame” que muchos hace tiempo que dejamos de verla.
Verano Azul fue un buen entretenimiento para las familias, un soplo de aire fresco que entro en nuestras casas, y se quedo en nuestro corazón.

lunes, 10 de octubre de 2011

15 DE OCTUBRE DE 2011 - EL PUEBLO SALE A LA CALLE.


¡Sí señores! el pueblo sale a la calle y sale muy, pero que muy indignado. La manifestación será multitudinaria, no me cabe la menor duda, tenemos muchos motivos y estamos cansados de que unos políticos de tres al cuarto, nos tomen por tontos.

La clase trabajadora está indignada, por ser a la única a la que se le pide que se apriete el cinturón, y a la única a la que se le pide paciencia. Mientras vemos como se recortan nuestros derechos, los de arriba no dan ni un solo ejemplo para cambiar, ¡ya está bien!

Estamos indignados, escuchando día tras día, como los grandes directivos banqueros, y políticos, que se ponen sueldos inmorales sin ningún pudor y, por supuesto, sin una miaja de vergüenza.

Esto se tiene que acabar, poderosos capitalistas que tenéis la sartén por el mango. Andarse con mucho ojo, porque la paciencia tiene un límite. Ustedes no serian millonarios sin el trabajo y la plusvalía de la clase obrera. Los que más esfuerzo ponen para levantar un país son los trabajadores, y no se les puede tratar como objetos, o como mercancía de usar y tirar, o como clones sin opinión propia, no señores no. No se les pueden quitar los derechos adquiridos, gracias al esfuerzo de muchos siglos. Costo muchas vidas llegar a conseguir los derechos que tenemos, y no es culpa de los trabajadores el estado actual. Ningún recorte más señores, ni uno, no me gusta la violencia, pero si es necesaria… ya saben.

Soy mayor, pero estaré en la calle, con el pueblo, con los trabajadores, con todos los afectados, con la juventud, que dicho sea de paso esta mucho más preparada que todos los políticos que tenemos juntos, y no exagero.

El quince de octubre de 2011 seguro que será memorable. Tomen nota señores políticos tiralevitas del capitalismo, no se puede callar la voz del pueblo, no, no se puede.

viernes, 7 de octubre de 2011

DESCONECTANDO


Es el atardecer, estoy sentada cómodamente en la tumbona de la playa, son los primeros días del otoño. Es la primera vez que venimos a la playa en octubre, siempre lo hacemos en septiembre, o antes del verano, esos meses nos ofrecen una tranquilidad, que no se consigue   en julio o en agosto principalmente. Leo una novela de esas de formato de bolsillo, tan cómodas de leer en cualquier sitio, titulada “El Origen Perdido” de Matilde Asensi -muy interesante por cierto-. Por la mañana disfruto más del agua y del sol, también suelo tomar breves apuntes en mi pequeña libreta, que luego paso a limpio. La tarde es más placentera, el astro sol ya no molesta, es más apetece buscarlo, pues empieza a refrescar. De vez en cuando levanto la vista para llenar mi retina de tonos de un azul suave, como si una patina invisible amortiguara el color haciéndolo más relajante. Llega un momento de la tarde en el que se funde la línea del horizonte con el cielo, algunos barcos en la lejanía parece que están suspendidos en el aire. A mi izquierda, tengo un hermoso palmeral que recorta sus elegantes siluetas sobre el azul del cielo, meciendo sus palmas al ritmo de la brisa. De fondo, el suave  vaivén de las olas casi calmadas. Respiro profundamente y sigo leyendo, todos mis sentidos detectan la tranquilidad, y se respira paz. Disfruto del paisaje, del sonido y de la lectura, no puedo pedir más.

 La playa fuera de temporada alta es una gozada. De vez en cuando es muy saludable olvidarse de las tares cotidianas, y de las malas noticias que se multiplican por diez. Estamos viviendo un momento en este país que, si no somos capaces de desconectar, nos volveremos todos locos, locos de impotencia ante tanta desvergüenza y despropósito. Pero ¿qué ha pasado?  No hace tantos meses todo era maravilloso para mucha gente, había prosperidad a raudales, los dineros corrían de mano en mano como la pólvora, parecía poco menos que los bancos te los regalaban. Los constructores no tenían hartura, cualquier trozo de terreno para ellos era urbanizable, los políticos no ponían el límite, todo en la vida tiene que tenerlo, si no los humanos nos descontrolaríamos, está comprobado. De pronto todo ha cambiado, parece que el mundo se ha dado la vuelta, como hace un bebe en el vientre materno, y nos ha dejado con “el culo al aire”. Todos los días las malas noticias parecen que han tocado fondo. ¿Verdad? Pues no, al día siguiente se superan, y así un día sí y otro también. Hay días que no lo puedo soportar. Pero es tan difícil substraerse a estar informado, que pocas personas logran hacerlo, yo creo que es un poco de morbo, un poco de miedo a lo que nos espera o incluso, masoquismo en estado puro.

¿Seriamos más felices  si no tuviéramos; ni radio, ni prensa, ni televisión y nos enteráramos a toro pasado de lo acontecido en el país o en el mundo? Realmente no lo sé. ¿Pero acaso podemos solucionar algo? la mayoría de las veces desde luego que no, solo conseguimos, cabrearnos, maldecir, que nos suba la tensión y deprimirnos.

Algunas veces al despertarme pienso, ¿no estaremos sufriendo una pesadilla generalizada de la que cualquier día nos despertaremos?

Creo importante de vez en cuando desconectar, no escuchar ni leer nada, y perderse como dice la película “lejos del mundanal ruido”. Aunque sea cerca de nuestra casa, o incluso en nuestra propia casa. ¿Por qué no? no debe ser tan difícil, o sí.

lunes, 3 de octubre de 2011

DESDE CUANDO PREVARICACIÓN, ES DAR UN CAPRICHO A UN NIÑO.

No sé a ustedes, pero a mí me parece demencial la noticia publicada hoy en todos los medios de comunicación.  Por si no sabéis de qué hablo, pongo el texto integro sacado del periódico El País:

“El juez de Sevilla Francisco Serrano, juzgado desde esta mañana en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por un supuesto delito de prevaricación al modificar el turno de custodia de un niño de 11 años para garantizar su salida como paje en una cofradía de la Madrugá sevillana, ha defendido su actuación y ha asegurado que dictó su resolución ‘sin hacer daño a ninguna parte’.

Según ha declarado, su intención era que se garantizara que el niño saliera en la procesión, teniendo en cuenta que ya lo había hecho en años anteriores y que un auto del Juzgado de Violencia sobre la mujer número 4 ya había establecido que debía atenderse el deseo del menor en ese sentido.

Serrano ha explicado que fue el propio abuelo quien acudió en compañía de su nieto a su juzgado, el de Familia número 7, el 30 de marzo de 2010, cuando el niño le verbalizó su convencimiento acerca de que su madre (divorciada de su padre) no le iba a dejar salir en la Madrugá.

La Fiscalía pide para el juez diez años de inhabilitación y el pago de una multa de 5.400 euros, mientras que la acusación particular, que ejerce la madre del menor, solicita 20 años de inhabilitación y 14.400 euros de multa, así como el pago de una indemnización de 60.000 euros a la madre; de 100.000 euros al menor, y de 12.000 euros al otro hijo menor de la querellante.”

Qué daño ha cometido ese padre, queriendo dar a su hijo un capricho, que dicho sea de paso, parece que llevaban años consintiéndoselo ambos padres. Pero claro, seguramente el matrimonio  en esos otros años estaría bien avenido. Ahora por lo mismo, hay que montar un circo. Denuncias, indemnizaciones millonarias, demandar al  juez, que imagino que pesaría más en el, contentar al niño puesto que para el crío eso era de vital importancia, y no perjudicaba a nadie. Siempre decimos que por encima de todo debe prevalecer el bien y la felicidad de los críos. 

Puede, que a muchos que dejamos de creer, sobretodo en la iglesia, nos parezca una tontería el empeño del crío, pero es solo eso, un crío, que por otro lado si ya lo había hecho en años anteriores es porque fueron sus propios  padres los que le involucraron,  en esos temas. 

Tras una separación, son muchas las barbaridades que cometen algunos padres  y madres, con los hijos, sin darse cuenta, o no queriéndosela dar, del inmenso daño que les hacen a sus propios  hijos. 

He conocido casos, en los que los críos tienen que ir al psicólogo, porque sus propios padres los vuelven locos, hablándole mal el uno del otro, y ellos en medio sin saber que está pasando, para ellos son, su padre y su madre, los quieren a los dos, y no pueden  elegir, ellos no llegan nunca a comprender el alcance de la situación. 

Se supone que los adultos tenemos que dar ejemplo, explicando a los críos que ellos siempre serán queridos por los dos, y aceptar una relación lo menos traumática para ellos que no tienen la culpa de nada.

Hay cosas que  sinceramente no comprendo, los niños deben estar siempre protegidos, si es necesario de sus propios padres. 

Me parece tan absurda la denuncia y tan desproporcionada, y lo de las indemnizaciones una verdadera desvergüenza. Solo veo interés de hacer daño, mucho daño. Y lo peor de todo es que el más perjudicado será como siempre el niño.

Un caso verdaderamente irracional.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

EDUCACIÓN, POR FAVOR ¡RECORTES NO!


Mucho se está hablando de los recortes en educación, gracias a las políticas de austeridad de los señores del PP, y no es que yo esté en desacuerdo con la austeridad no, no es eso, pero considero que dicha austeridad, tiene que hacerse en cientos de cosas superfluas en las que se malgasta el dinero público en todos los ayuntamientos, del signo que sean, me da igual, en todos hay gastos innecesarios, fáciles de suprimir, solo es cuestión de saber actuar con raciocinio y aplicar algo tan simple como son las prioridades, y la educación, junto con la sanidad es una prioridad ineludible, e insustituible.

Hay muchos gastos que se pueden suprimir sin perjuicio para nadie, porque en nada repercuten en la sociedad, simplemente es dinero tirado. Subvenciones absurdas, y no me refiero a las ayudas a los servicios sociales que esas deben ser intocables; viajes costosos, que no repercuten en ningún beneficio para la ciudades, a los que van toda una “delegación” de bastantes personas que no sirven para nada, viajando en clase preferente y parando en hoteles de lujo, todo a costa del erario público; asesores a mansalva, innecesarios, etc. etc. etc… Podríamos llenar folios enteros dedicados al despilfarro en los Ayuntamientos y Comunidades, pero el tema principal es nada más y nada menos que la “Educación”.

La educación pública en este país, aun siendo buena, es fácilmente mejorable, hay que conseguir que las clases no estén masificadas, cosa que aun no se ha conseguido. Con los citados  recortes solo se conseguirá perjudicar aun más a los alumnos, sobre todo a los que más lo necesitan.  Los maestros no son dioses y no se pueden multiplicar, en una clase masiva muchos niños se quedaran sin la debida atención, por falta de tiempo para atenderlos a todos, esa es la realidad. Hacen falta sumar más maestros, no restar.

Los maestros son y han sido siempre personas con vocación, comprometidas con su trabajo, y sufren con los niños que más  les cuesta seguir las enseñanzas. Los docentes, al igual que  los padres,  tienen el sagrado deber de transmitir honestidad y responsabilidad. Es tarea ardua la enseñanza y requiere de tiempo, no es necesario ser de la profesión  para saber cuán difícil es que los niños atiendan cuando algo se les explica, todos lo hemos comprobado con nuestros hijos, y no todos son iguales, cada niño es distinto, ni mejor ni peor, distintos. Una clase de más de veinte niños es difícil de atender en condiciones óptimas.

La labor del maestro, o maestra, como a mí me gusta llamarlos, es tan importante que queda en la mente de todos. ¿Quién no recuerda con cariño algún maestro? en mi caso maestras, tuve varias y cada una marcó alguna faceta de mi personalidad, los docentes son maestros del modelaje, con sus palabras moldean la limpia mente de los alumnos, la forman en los valores para  hacerlos personas de bien. Las personas que han tenido unos padres preocupados por su educación y unos buenos maestros, difícilmente se apartaran del camino correcto.

Recuerdo la entrañable película, “La Lengua de las Mariposas” dirigida por José Luis Cuerda, basada en  los textos del libro de cuentos del autor Manuel Rivas titulado; ¿Qué me quieres, amor? Interpretada magistralmente por el gran Fernando Fernán Gómez en el papel del maestro republicano. Esa película dejo huella en mí, la entrega del sencillo maestro de pueblo es enternecedora, su forma de enseñar y de abrirle los ojos a los niños respecto a la libertad de saber pensar por ellos mismos, era ejemplar, todos los padres estaban orgullosos del maestro.  Pero la respuesta final de la gente del pueblo fue una terrible realidad, un claro ejemplo de lo que se puede conseguir cuando la gente está atemorizada. Los paisajes y el colorido impresionantemente bellos, pero el final es durísimo.

Mi opinión al respecto es la siguiente; El Estado tiene obligación de suministrar una educación de calidad y gratuita para todos los ciudadanos. De ninguna manera tiene porque sufragar o subvencionar a la privada, no me vale que los afectados digan que ellos pagan sus impuestos igual que todos. Pues no señores, todos  tenemos la educación de nuestros hijos garantizada por el Estado, todos, ricos y pobres, ahora bien, los que quieran una educación de élite para sus hijos se la tendrán que costear ellos, los demás ciudadanos no tenemos que favorecerle con nuestros impuestos, entre otras cosas porque generalmente son gentes que se lo pueden permitir. El estado no favorecería a nadie en particular, todos seriamos iguales. Creo que eso sería lo justo y necesario.

Como siempre vuelvo a repetir que no estoy en posesión de la verdad, es solo mi opinión que creo es tan respetable como la de cualquiera.

viernes, 2 de septiembre de 2011

ERASE UNA VEZ UN PAÍS QUE "DESCAFEINÓ" SU DEMOCRACIA



España, un país que había resurgido, después de una terrible guerra “incivil”, y una férrea dictadura, en la que las libertades habían sido truncadas de raíz. Con la democracia el país se modernizó y se puso a nivel de algunos de los países europeos.

Después de unos años de prosperidad, este país que de pronto, -bueno lo de pronto es un decir- pues bien, el caso es que se ha visto inmerso en una crisis mundial. Está claro que no ha sido cosa de un día para otro, no, aunque los grandes “talentos” no se dieran cuenta, o no se la quisieran dar, -que esa es otra- la crisis que empezó a fraguarse muchos años atrás en tiempos de “vacas gordas” cuando la sociedad de consumo se disparó sin ningún control por parte de los gobiernos habidos de distinto color.

Tanto los que podían, como los que no, nadie se paraba a pensar que todo se estaba sacando de contexto. Cada cual abarcaba mucho más de lo permitido por coherencia. Los que tenían mucho, querían mucho más. Los que tenían poco o nada, querían tener. Y ahí estaban los bancos con los brazos abiertos, como una gran ballena con la boca abierta para tragarse a los incautos e indefensos pececillos. Si pedían diez, ellos aconsejaban veinte. A los que pedían treinta, ellos le  hacían ver que con cuarenta, se podrían comprar también los muebles, incluso el coche. Las inmobiliarias proliferaban en todos los barrios, incluso había varias en cada calle, tantas como  flores en un jardín. Los constructores tenían ganancias desorbitadas, se hacían ricos de la noche a la mañana. Los bancos ni te cuento, -bueno los bancos siempre ganan, o lo que es lo mismo, nunca pierden- y en tiempos de crisis mucho más, porque la gente no se atreve a gastar y ahorra más. Y así sucesivamente, nadie, o muy pocos, pensaban que llegaría el día, en el que todo ese ficticio bienestar, basado en tener más, y mejor, se acabaría,  dejando a muchos en situaciones lamentables, o como vulgarmente se dice “con el culo al aire”,  fueron muchos los que se dejaron embaucar por los bancos que le hacían ver cuán fácil era, tener cosas casi imposibles años atrás, pobres, cayeron en la trampa -Pero también son culpables-.

Hay una máxima que es elemental, y que a mí me enseño mi madre, y es que nunca  se puede vivir por encima de nuestras posibilidades. Es tan básica, que cualquier sencilla ama de casa como yo, lo sabe, no hace falta estudiar en salamanca.

Pues bien, los gobernantes se vieron obligados -según ellos-, a recortar gastos, y claro, donde lo tenían más fácil, en los funcionarios, ¡pero ojo! Que no todos los funcionarios tenían buenos sueldos ¡no!, había muchos “mileuristas” y muchos que ganaban menos todavía, luego era un despropósito recortar lo mismo a todos. Como es un despropósito ayudar con subvenciones a todos por igual, cuando lo normal es ayudar al que  verdaderamente lo necesita. No quedando ahí la cosa, en el límite del despropósito, el gobierno rescató a los bancos, con dinero público, recortándolo de otras áreas más necesitadas, sin que les temblara el pulso, ¡o si! -pero lo hicieron-. Cuando hubiera sido más fácil, crear una banca pública y ayudar a los pequeños empresarios que han sido los más perjudicados.  Los bancos que antes te incitaban, ahora niegan el agua y la sal, a los que lo necesitan.

Mientras, a las grandes fortunas, ni tan siquiera rozarlas. La Iglesia, conservando todos los privilegios de siglos, a pesar de ser España un país aconfesional no “laico” como debería, y tener aprobada por ley la “Autofinanciación” de la iglesia católica, ley, que no se ha cumplido nunca. ¡No sé por qué! Yo tan ingenua siempre he creído que las leyes que se aprobaban en el parlamento se cumplían a rajatabla. ¡Pues no!

No voy a engañar a nadie, nunca lo hago. Yo no entiendo de finanzas (las mías siempre han sido lograr llegar a final de mes, y en el mejor de los casos, ahorrar una pequeña cantidad para alguna emergencia). Tampoco de inflaciones, ni de “primas de riesgo”, (las únicas primas que conozco son las mías, las carnales).  Ni comprendo muy bien lo del PIB (producto interior bruto), ni el IPC (índice de precios al consumo), etc. Y no hablemos de la Bolsa, esa ya me parece una verdadera locura, para mí es como “La torre de Babel”. Sinceramente envidio las mentes, que se mueven como pez en el agua dentro de ese maremágnum de números, de órdenes y contra órdenes, de subidas y bajadas a ritmo de vértigo. –Entre nosotros, yo creo que se dopan, para poder soportar ese trasiego ¡que no!-

Estando el país sumido en esa espiral de despropósitos, los ciudadanos, con el ánimo y el miedo por los suelos, estamos, lo que se llama familiarmente”acojonaos”.  Familias enteras en paro. Desahucios a mansalva, -que esa es otra- para colmo de sus males siguen debiendo sus casa sin tenerlas, es de locos, ¡o no! por si todo esto fuera poco, varias visitas costosas del papa, (que tendría  que estar en el cuerno de África repartiendo alimentos, y no agravando más la economía del país). Cientos de pequeñas empresas cerradas por falta de créditos de los “bancos”.  Recortes sociales a “tutiplén”. Miles de españoles desencantados de un gobierno en el  que muchos habían depositado sus esperanzas. Ciertamente, que algunas cosas hicieron bien, pero de todos es sabido que lo bueno se olvida pronto, y en los dos últimos años las buenas intenciones, y los buenos propósitos se fueron al garete, como se fueron las miles de ilusiones de los ciudadanos. Con cada decisión que el gobierno ha tomado, ha ido empeorando la situación del país como si de un caballo desbocado se tratara sin que ningún jinete haya sido capaz de frenarlo.

Lo último; cambiar un punto, o un articulo, de la constitución, de prisa y corriendo, -siguen mandando las imposiciones externas-. Y lo malo es, creo yo, que están abriendo precedente, de seguir así pronto serán los mercado los que dirijan los países. Que tonta soy, si ya lo están haciendo.

Y no digo yo que no haya habido voluntad de hacer las cosas bien, no,  faltaría más, simplemente no han sabido hacerlo. Y es verdad que tiene que ser difícil, no digo yo que no, (porque los toros se ven muy bonitos desde la barrera) eso es cierto, pero demasiadas veces se han dejado llevar por imposiciones externas, sin estudiar si merecía la pena lavar los trapos sucios en casa, y buscar la solución dentro sin intermediarios lejanos. Porque al final, como siempre, los intermediarios son los que sacan más “tajada”, ¡o no es así!

Es una verdadera pena que todos los partidos de izquierdas, no sepan unirse, juntos no ganaría nunca la derecha, una derecha que ha sido y es más intolerante que la de hace unos años, o por lo menos así la veo yo. Una derecha que se ha encontrado el camino abonado como nunca, y sin mover un solo dedo, sin explicar su programa al día de hoy  solo “mutis”:
—Señores un poquito de seriedad, abran de una vez  la boca, quedan pocos días, y no habéis “currado” nada, pero nada de nada. Durante los últimos años sólo os hemos escuchado pedir elecciones anticipadas, pero ni una sola propuesta, señores que no, que las cosas no se hacen  así. Vuestra victoria va a ser “Un regalo”  caído del cielo, aunque conociéndoos diréis que ha sido “milagro divino” pero lo cierto  es  que vais a recibir un regalo, sin merecéroslo.

Señores la Constitución es de todos los españoles, y si hay que cambiarla, se cambia, pero  entre todos, democráticamente, por mayoría, y no solo un artículo, se pueden cambiar los que hagan falta, porque con el tiempo todo cambia y se queda obsoleto, pero eso es tarea ardua y requiere de mucho tiempo para estudiarlo en profundidad, pero entre todos, por favor.

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Esto es solo mi opinión, nadie tiene por que compartirla, entre otras cosas porque no soy una entendida en nada, ya lo digo siempre, solo escribo  lo que pienso, con todas mis lagunas que son muchas. Como decía Sócrates —aunque otros dicen que fue Descartes—  “SOLO SE QUE NO SE NADA”. Y por no llevarles la contraria, yo también lo digo.

domingo, 28 de agosto de 2011

EXCURSIÓN PLAYERA - O - INVASIÓN DE - AGUAMALAS - MALAS AGUAS - AGUAVIVAS - LÁGRIMAS DE MAR - EN DEFINITIVA - MEDUSAS -



Un día de Agosto me llama una amiga para recordarme  que habíamos hablado hacia  algún tiempo, de ir un día a la playa, en uno de esos viajes exprés que organizan las agencias, de ida y vuelta en el mismo día. Yo la verdad, eso lo había hecho hacía mucho tiempo, tanto, que todavía  no me pesaban los años, y sobre todo las incomodidades, con los años me he vuelto muy cómoda, y solo voy  a la playa cuando es a un hotel medianamente bueno, y para pasar varios días, tampoco muchos. Pero lo de todo el día, como que no me gusta  mucho la verdad, Yo no sabía cómo decirle que no me apetecía nada, decidí hacer un esfuerzo pensando que le daba una alegría de las que carece últimamente, diciéndome a mí misma que un día se acaba pronto. Dicho y hecho. Esto fue el jueves, y el sábado a las seis de la madrugada —que manda huevos— ya estábamos en camino. Prácticamente no tuve tiempo de arrepentirme, para más inri la playa estaba bastante lejos, en Ayamonte, con lo cual el camino se hizo muy largo, pero eso no fue lo peor.

Nada más acomodarnos en el autocar y arrancar el chofer, cuando todavía estábamos colocándonos para estar lo más cómodas posible, con el fin de dar alguna cabezadita, de pronto una señora de bastante edad, que parece ser era la que llevaba la voz cantante de un numeroso grupo de mujeres y de algunos hombres —luego nos enteramos, hacen estos viajes todas las semanas—, pues como digo, la buena señora se pone de pie al lado del chofer micrófono en mano, y empieza a cantar a viva voz y desafinando como nadie, SOY CORDOBÉS —os recuerdo que eran las seis y diez de la madrugada—, la señora se había tomado muy en serio lo de ser animadora. Mi amiga y yo nos mirábamos sin dar crédito a lo que estábamos oyendo, afortunadamente nadie la secundó, que era lo que ella quería, un coro en toda regla, viendo el poco éxito que había tenido se sentó con desgana como diciendo ¡que sosos! Respiramos aliviadas, pero nuestro gozo en un pozo, de pronto suena la música a tope, como si todos estuviésemos sordos o el autocar fuera una discoteca, así hasta que el chofer paró para desayunar, con gran alivio para nuestros castigados oídos.

Recargo de energías y estiramientos de piernas.

Nuevamente la música a tope, me fabriqué unos tapones con la celulosa de un pañuelo, algo es algo, conseguí mitigar un poco el ruido porqué la música a esos niveles es ruido. No le importó a nadie que algunas protestáramos, pocas, la verdad es que estábamos en minoría.

Todavía nos quedaba como hora y media de camino, jamás se me hizo tan largo un viaje.
Por fin llegamos, lo primero que hicimos mi amiga yo, fue buscar las hamacas con sombrilla que hay en todas las playas al pronto nos asustamos pues no las veíamos por ningún lado, la marea había bajado tanto que casi no se veía el mar. Más que una playa aquello parecía el desierto, por fin divisamos a lo lejos las dichosas hamacas, tuvimos que andar bastante para llegar a ellas, todo el personal que llenaba el autocar se habían quedado en el mismo sitio en que las dejo el autocar, pues iban provistas de sombrillas, butacas, bolsas de comida como para un regimiento, y la clásica nevera enorme. Solo tres mujeres y un señor con muletas, que corría más que el fugitivo, y nosotras dos, nos alejamos. Cuando nos dimos cuenta de que se habían quedado atrás, respiramos aliviadas pues nosotras queríamos tranquilidad.

Por fin íbamos a poder disfrutar del mar y de tranquilidad, soltamos las bolsas y nos fuimos para la orilla, con el fin de dar un paseo, en sí, el llegar hasta la orilla, ya era un buen paseo, y de nuevo otra vez, nuestro gozo en un pozo, toda la orilla estaba literalmente llena de medusas con la particularidad de que eran, podíamos decir perfectamente, “gigantes”, yo no había visto nunca unas medusas de esos tamaños, las más pequeñas podrían ser como los melones redondos llamados cocas, pasando por todos los tamaños, hasta la más grande que podía ser como una sandia de las más hermosas, y si sólo hubiesen sido esas que ya estaban muertas, pero no, solo me había metido hasta la cintura cuando sentí que algo grande y viscoso me rozaba las piernas, y me vi rodeada por las invasoras, salí  lo más rápida que pude restregándome la zona con el agua del mar, esperado que aquello no dijera aquí estoy yo  y me diera el día. Afortunadamente no fue así. Nuestra suerte es que estuvo nublado hasta cerca de la una, y que la ducha estaba cerca. Dentro del agua nadie, bueno miento “las medusas” que  campaban a sus anchas.

Sobre la una y media, aproximadamente, nos tomamos un refrigerio y nos echamos en la tumbona para tratar de dar una cabezadita bajo la escueta sombra de la sombrilla playera, (alguna que otra dimos).  En las butacas de al lado estaban las tres  mujeres  y el marido de una de ellas (el de las  muletas), habían venido en el mismo autocar que nosotras, y aunque no los conocíamos de nada, se pusieron a contar chistes y nos alegraron la tarde. Eran realmente graciosos, por lo menos ese rato pudimos distraernos un poco y aliviar el disgusto de no poder bañarnos. Por suerte pronto subió la marea y por fin pudimos sumergir nuestros acalorados cuerpos en el agua y bañarnos en la playa,  no sin cierto recelo pues aun se veían algunas medusas, (imagino que las que había muertas en la orilla) A pesar de lo desagradable, nos metimos, pues el calor a esa hora era de respeto, afortunadamente las olas las iban alejando de la orilla. La temperatura del agua extraordinaria, por fin disfrutamos del agua y del sol aunque solo por un corto espacio de tiempo.

Ya sobre las seis y media, después de ducharnos y secarnos, recogimos lo poco que llevábamos pues el autobús salía para Córdoba a las siete de la tarde.

Vuelta otra vez a la discoteca ambulante, aunque es de agradecer que las canciones eran melodiosas mucho mas soportables, que las de la mañana, se ve que los ánimos y el cansancio habían hecho su aparición, pues el volumen era el mismo. Otra parada antes de llegar a Écija, para tomar algo fresco y alguna de las muchas sobras, (que no sé muy bien por qué, llevamos más comida que la que normalmente comemos en nuestra casa).  A las once, por fin en casa, que alegría por dioooos.

 Este es el resumen de un aciago y dilatado día de playa.
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Moraleja; Mas vale un “no” a tiempo, que horas de “arrepentimiento”. -Me lo acabo de inventar-.
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