viernes, 29 de octubre de 2010

HOMENAJE A MIGUEL HERNÁNDEZ

Nació el poeta un treinta de octubre, de 1910 en Orihuela. Cien años  hace de su nacimiento. En aquellos momentos, nadie sabía, que había nacido un gran poeta. Pero el poeta nace, no se hace.  Miguel, que a los siete años, ya pastoreaba con su hermano, aprendiendo el oficio, se nutrió de la tierra, y del paisaje. A los nueve pisa por primera vez el colegio, cuando muchos a esa edad ya lo habían terminado.

Miguel, que tan joven, sufrió en sus carnes la muerte de un hijo. Las injusticias de una guerra incivil.  La intolerancia de muchos, contra la cordura, y la razón.  Vio morir a sus amigos.  No pudo disfrutar de ver crecer a su segundo hijo, de educarlo y alimentarlo, no solo su cuerpo sino su mente. No lo dejaron.  Apenas pudo gozar de los placeres del amor. No lo dejaron. ¿Sera que el sufrimiento inspira a los poetas?  “no lo creo” Miguel escribía con el corazón, de ahí que llegara a tanta gente.

Miguel, me has hecho llorar, de ternura con tus “nanas de la cebolla”.

Al octavo mes ríes con
cinco azahares.
Con cinco diminutas ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines adolecentes.

Miguel, me has hecho llorar, de sentimiento, con tu despedida, a tu amigo y “compañero del alma”.

Daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento

Miguel, me has hecho llorar, de orgullo andaluz con tus “aceituneros” altivos.

Árboles que vuestro afán
consagro el centro del día
era principio de un pan,
que sólo el otro comía.

Miguel, me has hecho llorar, con tu “vientos del pueblo”

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan,
encima de los fusiles,
y en medio de las batallas.

Miguel me has hecho llorar, con tu “niño yunquero”

Lo veo arar los rastrojos
Y devorar un mendrugo
Y declarar con los ojos qué porque 
es carne de yugo.


Miguel me has hecho llorar, de tristeza, con “Sentado sobre los muertos”

Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene, 
Y aquí para morir,
cuando la hora me llegue 
En los veneros del pueblo,
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago la muerte.


¡Gracias Miguel gracias.!

jueves, 28 de octubre de 2010

HALLOWEEN, O FIESTA DE DIFUNTOS.

Llevamos varios años invadidos por “la noche de brujas”. Eso no es, ni bueno, ni malo, si a la gente, le sirve para olvidarse por un día de los problemas diarios, bienvenido sea. A mí personalmente, no me gusta, pero yo ya soy mayor para esas fiestas, aunque me gusta, que la gente joven se divierta, si con eso no hacen daño a nadie.

Nunca debemos olvidar que también fuimos jóvenes, y nos gustaba divertirnos.

El origen de Halloween es celta. Se celebra, desde el siglo XIX, y lo que festejaban, era el final de la temporada de cosechas. Fueron los inmigrantes irlandeses, los que la transmitieron a los Estados Unidos de Norteamérica, donde la fiesta arraigo fuertemente en los americanos, hasta el punto de hacerla suya.

Fue en 1921, cuando la fiesta tomo verdadero auge, muy pronto la costumbre se extendió por otros estados.
También es muy celebrada en: Canadá, Irlanda, y Reino Unido, pero fueron las películas americanas, las que la hicieron más popular. Todos hemos visto en las películas a los niños disfrazados, en grupo, con los canastos para las golosinas, que los vecinos les regalaban, al reclamo, de “truco o trato” el “trato “ significaba el regalo, el “truco” que si no había regalo los niños los castigaban tirando huevos sobre la puerta, pero normalmente siempre salía la señora de la casa, y les llenaban las canastas de dulces y caramelos.

Una escena inolvidable y divertida, fue la de la película de “ET”.

En los países latinoamericanos, siguen sus propias tradiciones, muy parecidas a las nuestras. En México donde tiene una gran repercusión, es, la fiesta de “Día de Muertos” del uno al dos, y está declarada por la Unesco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En España, el uno de noviembre se llama “Día de todos los Santos” y fueron los papas, Gregorio III y Gregorio IV quienes copiaron, y cambiaron, lo que ellos consideraban una fiesta “pagana”, por otra, como no podía ser menos, más “cristiana”, a base de rezos, y misas a mansalva, y la costumbre de poner una vela encendida por cada difunto que hubiese habido en la familia, con el fin -según ellos-, para que el alma del difunto, descansara en paz.

Recuerdo de pequeña, ver a mi madre poner un tazón con agua, después le echaba un chorro de aceite, donde posaba con mimo, -imagino que pensando en sus padres-, las diminutas “mariposas”, redonditas, de corcho muy fino y en el centro una pequeñísima mecha que se encendía la noche del dos, de noviembre, día de los difuntos, y se mantenían encendidas hasta el día siguiente. Las vísperas de estos días la costumbre era y es, pues todavía se sigue haciendo, ir al cementerio, para limpiar las lápidas, poner algunas flores, y rezar alguna oración los creyentes. Costumbre que se irá perdiendo, ya hay mucha gente que no lo ha ce. Y ahora con la incineración, mucho menos.

A mí me gustaba mucho, apagar la poca luz de la que disponíamos, para ver el parpadeo de las pequeñas lucecitas, me podía quedar extasiada, me gustaba tanto que todavía lo hago por costumbre, y más que nada porque me trae recuerdos, y los recuerdos son nuestra historia, tanto los buenos como los malos.

No tiene nada que ver, ni con el “alma”, que nunca he sabido que era, ni mucho menos con los espíritus.

Tiempo de castañas, y de boniatos asados, de las famosas y ricas gachas, que yo sigo haciendo todos los años, aunque ahora se pueden comprar hechas, a mi me gusta hacerlas recordando a mi madre. De la obra de don José Zorrilla, el “Don Juan Tenorio” que todos los años se representaba, y que nos sabíamos de memoria. Tiempo de ocres, marrones, rojizos, y de jardines alfombrados, de hojas. Tiempo de melancolías, nostalgias, o morriñas, y de romanticismo.

De muchos recuerdos y evocaciones, de los que faltan, y que fueron tan importantes en nuestra historia personal.

lunes, 25 de octubre de 2010

SON TONTOS O SE LO HACEN


En relación con la memoria, de la que carecen determinados señores, quiero dejar constancia de una opinión que publiqué hace unos años.

Conchi Carnago Cuaresma (08-11-07)


A los Sres. Aznar, Rajoy, Zaplana, etc., he llegado a pensar que realmente son tontos o se lo hacen, pero como soy una mujer un poco testaruda, en el sentido de encontrarle siempre el porqué a las cosas, me gusta dar vueltas a los temas que en principio no le encuentro sentido.

El tema terrible y desgraciado del 11 M, que todo el mundo tenía claro menos el PP, que de manera aberrante y machacona seguían en sus trece queriéndonos convencer a todos, que los asesinos estaban muy cerca –frase salida del reducido cerebro del Sr. Aznar, que dicho sea de paso, no me cabe en la cabeza que a éste Sr. le paguen por dar conferencias-.

Después de dar muchas vueltas al asunto y tras el largo y minucioso juicio seguido de la sentencia aclaratoria pensé, por fin vamos a pasar página, pero… que ilusa, me despierto con las palabras filosóficas del Sr. Aznar, al que le iría mucho mejor Asnal, con todos mis respetos a los burritos a los que quiero.

Pues bien cuando todo el mundo ha quedado tranquilo tras la sentencia, él no,él don erre que erre: “Los asesinos no están en montañas lejanas, ni en desiertos remotos...”, que además pronuncia como si fuese un profeta y estuviese sentando cátedra el muy ególatra. Llegados a este punto de paranoia, después repito, de darle vueltas y más vueltas y no viéndole ningún sentido a esa manera de actuar y como a cabezota no me gana nadie, entonces ¡eureka!, se me encendió la bombilla, ya se, lo que tengo que hacer es ponerme en su lugar. ¡Ahí amigos se hizo la luz!.

Si yo fuera el Sr. Aznar, negaría una y otra vez que ese atentado viniera realmente como consecuencia de la cruel e ilegal guerra que él y su partido apoyó sin condiciones. Pero me pregunto ¿Cómo se puede vivir sabiéndose participe de tantas y tantas muertes de inocentes, y de la destrucción de un país? Está muy claro, únicamente negando lo evidente, echando la culpa a otros, no asumiendo la responsabilidad de ser culpable indirecto de tanta muerte y destrucción; las de la guerra, las de los atentados de Madrid; las de los atentados de Londres; las de esta sangría humana.

Por eso señores, por eso, para poder sobrevivir con tanto peso sobre sus conciencias –si es que conocen lo que es eso-, tienen que seguir mintiendo y engañándose a si mismos.


sábado, 23 de octubre de 2010

LA LEY ANTITABACO

La intolerancia, de los que hasta ahora, han disfrutado de su libertad de fumar en cualquier sitio, sin importarles lo más mínimo, que los que no lo hacíamos nos estuviéramos tragando, el humo que ellos exhalaban tan alegremente sin pensar en los de mas, y lo digo con conocimiento de causa.

Yo he sido una persona participativa, digo he sido porque ahora no me apetece perder mi valioso tiempo, en discusiones absurdas, (los años eso es lo que tienen, que sabe más el diablo por viejo que por diablo) pero yo, que he estado en la asociación de vecinos, de mi barrio, en la de mujeres, en la de el colegio, etc. en todas las reuniones me he tragado el humo de los que fumaban sin ningún miramiento.

Incluso ahora cuando salimos mi marido y yo con unos amigos, que realmente son muy pocas las veces, pues a mí personalmente me gusta más que nos reunamos en las casas, unas veces en la de ellos y otras en la nuestra, que es mucho más acogedor y cómodo, y no hay que soportar el ruido, que hace que tengamos que hablar a voces, y sobre todo no nos tenemos que tragar el humo de los clientes, porque no es verdad que todos los establecimientos tengan salas de no fumadores, la gran mayoría no las tienen, en muchos de los casos, porque en verdad el establecimiento no da para más, y yo comprendo que esas personas no se pueden permitir perder clientela.

Yo siempre, cuando no he podido aguantar más porque me picaba la garganta y me lloraban los ojos, cuando las reuniones se eternizaban y el salón era un verdadero “fumadero” insoportable, me levantaba y me iba a mi casa. Cuando he tenido a mis hijos pequeños, no hemos ido a bares, nos íbamos al campo, y eso que ganábamos desde luego.

No me parece correcto que ahora se quejen los fumadores porque se les prohíbe fumar en sitios determinados, simplemente se tendrán que acostumbrar a hacerlo en los sitios permitidos, que lógicamente no son tan permisivos como hasta ahora, pero todo es acostumbrarse, y el beneficio será para todos, los de los bares, no van a perder, porque espero que esta vez sí se cumpla la ley, al estar prohibido en todos los establecimientos, no se beneficia a ninguno, luego nadie perderá su clientela.

Actualmente son muchos los países que nos llevan ventaja en este tipo de ley: Irlanda, Gran Bretaña, Francia, Malta, Suecia, Finlandia, Letonia, Eslovenia, Holanda, Italia, Australia, Bangladesh… y muchos más que están como nosotros a punto de aprobar la ley.

Han sido muchos años soportando estoicamente, los no fumadores, a los que fumaban arbitrariamente.

Que nadie se rasgue ahora las vestiduras, por algo tan simple como cambiar de sitio a la hora de fumarse un cigarrillo, con un poquito de voluntad pronto se acostumbraran, si en otros países lo han hecho ¿Por qué aquí no?

Creo que todos salimos ganando si somos más tolerantes, los no fumadores lo hemos sido siempre. Espero que los fumadores, que lógicamente pueden seguir fumando, pues nadie les quita su derecho a hacerlo, solo se les pide respeto a la nueva ley en beneficio de la ciudadanía, también lo sean.

miércoles, 20 de octubre de 2010

ALEJANDRO -NO EL MAGNO-, ALEJANDRO MUÑOZ MUÑOZ, O SEA MI NIETO.

Sus padres eligieron ese nombre, y yo creo que estuvimos de acuerdo todo, en que nos gustaba el nombre. Suena rotundo, no es largo, ni compuesto, en definitiva que es cómodo.

Es de origen griego, que significa “el protector” o "el salvador”, parece ser que el registro más antiguo conocido era en femenino, “Alejandra, la que salva al guerrero” ¿qué bonito verdad?.

En la mitología griega, Alejandro, era el sobrenombre de “Paris” el famoso personaje de la Guerra de Troya,

Realmente fue Alejandro Magno, rey de Macedonia, quien conquisto Persia, y algunas regiones de oriente, el que popularizó el nombre.

A lo largo de la historia grandes personalidades de todo el mundo han llevado ese hermoso nombre. Escritores, músicos, médicos, poetas, políticos, artistas, dramaturgos, reyes, príncipes, papas, emperadores, militares, etc. Cuando digo grandes personalidades, me refiero a que han llegado por alguna razón a ser famosos, lo que no quiere decir que yo crea que tengan méritos suficientes para haberlo sido. Pero esa es otra cuestión que no viene a cuento.

Como oficialmente hay más de treinta y seis, nombres de Alejandros, ya sean santos, obispos, o papas, sus padres decidieron, celebrarlo el 17 Octubre, y sin la menor duda ese día lo festejamos. Aunque yo, con la experiencia que dan los años, creo que lo único que debíamos de festejar todos en familia es el cumpleaños, que realmente es lo importante. Pero, siempre es bueno cualquier achaque para que la familia se reúna de vez en cuando, para no perder los lazos de unión, por lo del bolero que decía: “dicen que la distancia es el olvido”, por eso las reuniones familiares son importantes, varias veces al año.

Ningún padre sabe cómo va hacer su hijo en el futuro. Yo creo que nadie, en su sano juicio, piensa que su hijo va a ser una celebridad, por lo menos eso es lo que piensan las personas sensatas.

Cada niño es un misterio, una incógnita, si bien algunos ya empiezan a despuntar a edades tempranas, no es lo normal, ni tampoco, es fiable, pues algunos que destacaban de pequeños, luego por alguna razón desconocida, llegan a ser mediocres, luego sigue siendo felizmente un misterio.

Yo no sé los demás, pero Paco y yo cuando pensábamos como serian de mayores y a que se dedicarían nuestros hijos, nuestra máxima preocupación era que lo principal en esta vida es ser buena gente, y eso lo conseguimos.

Alejandro tiene 16 meses, es físicamente casi igual que su padre, siempre tiene una sonrisa a flor de piel, mirada inteligente y barredora, pues echa un rápido vistazo, y ya sabe por dónde tiene que empezar a arrasar, primero inspecciona, le da unas cuantas vueltas al objeto elegido y luego pasa a tirarlo directamente por encima de su cabeza, sin ningún miramiento, y con toda su fuerza, que para lo pequeñajo que es tiene bastante.

Es tan cariñoso que algunas veces le decimos “mimosin” cuando me ve corre con los brazos levantados, hasta que lo cojo y se abraza, echando su cabecita en mi hombro izquierdo, y le gusta quedarse así unos segundos.

No habla apenas y lo poco que habla es casi ininteligible, salvo papa o mama, pero no os quepa la menor duda que sabe perfectamente hacerse entender, es digno de ver cuando su madre le saca la “trona” o "sillón" para las antiguas como yo, ya sabe que es la hora de comer, y cuando ve la comida, si le pone antes a su hermana, y él no ve la suya, se dirige a su madre gesticulando con los brazos señalándole la cocina y diciendo muy seguido:

-¡Mamaama…, Mamaama…. Mamaama…!

y cuando la tiene delante, la sonrisa de satisfacción es increíble, coge el tenedor con la mano izquierda, pincha, y se lo lleva a la boca, si no puede, con la otra, o directamente a "puñáos" -y es que el hambre no tiene espera-. Su hermana Claudia enfrente de él, muy formal con sus tres años y medio. Da gusto verlos comer.

Nadie sabe cómo serán Claudia y Alejandro, lo que si sé, es que la base está en la educación que sus padres y profesores les inculquen, lo demás no tiene la menor importancia, cada uno será lo que su esfuerzo, les permita ser.

Los padres están para apoyarlos y dirigirlos en los primeros años, luego tienen que volar solos, equivocarse solos, pues nadie nace sabiendo.

Y que levante la mano, aquel que no se haya equivocado nunca.

viernes, 15 de octubre de 2010

UN EJEMPLO DE VOCACIÓN ADMIRABLE

Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo. Seguramente os habéis quedado anonadados con el nombrecito, normal, yo cuando lo leí me paso lo mismo, conocía a esta señora de verla en televisión, en revistas, en algún documental, y poco más, pero sí sabía que había sido una de las más grandes bailarinas de ballet clásico. Pero no la conocía con ese nombre sino con el de “Alicia Alonso”, con el que se dio a conocer en el mundo del arte.

Escribo sobre ella porque hace unos días estuve viendo un documental de la serie llamada “Biografías Imprescindibles” que pusieron en la segunda cadena “como siempre” buenísimo, sobre la vida de la artística, que me impresiono,

Nació en la Habana en 1920 hija de padres españoles. Se inicio en la danza a la edad de nueve años destacando inmediatamente. A los dos años, la mandaron a los Estados Unidos para continuar sus estudios y formación, con los mejores profesores del momento. A partir del treinta y ocho, del pasado siglo XX, empezó su actividad profesional, llegando pronto a primera bailarina, para entonces ya se había casado con Fernando Alonso, a la edad de quince años. En Estados Unidos se cambia su apellido por el de Alonso, aunque allí le aconsejaron que se lo cambiara por otro que no sonara tan “latino”, a lo que ella se negó, y tuvieron que aceptarlo. Desde que comenzó su carrera todo fueron éxitos.

A los veinte años tuvo la desgracia de sufrir un desprendimiento de retina, quedando parcialmente ciega. Se sometió a una operación, descansó un año, como le recomendaron los médicos, pasado el año los médicos le aconsejaron que no volviera a bailar si quería recuperar algo de vista, cualquier joven en sus circunstancias, lo habría dejado, pero ella decidió libremente que su vida era la danza, y luchó contra la enfermedad, con tenacidad y ritmo frenético, se las ingenio para seguir bailando con muy poca visión, hacia que pusieran luces en sitios estratégicos para ella poder guiarse, sus compañeros bailarines tenían que estar siempre en el sitio exacto donde ensayaban, que ella memorizaba al milímetro.

Todo salía perfecto, Alicia daba siempre un ejemplo de voluntad y tesón fuera de lo normal, así logro grandes éxitos, cientos de premios, condecoraciones, y reconocimientos. Intercalaba sus trabajos en América, con una academia en Cuba, pues su ilusión era fundar el Ballet Nacional en Cuba.

A fuerza de tesón y ganas, consiguió del Gobierno Revolucionario de Cuba toda la ayuda necesaria, de esta manera fue la fundadora de uno de los Ballet Nacionales más importantes del mundo. Dicen de ella que su versión de “GISELLE” nadie la ha podido superar.

En 1973 recibe el doctorado Honoris Causa en Arte, y el nombramiento de Heroína Nacional en Cuba.

En 1980 le dedican un homenaje internacional organizado por la Unesco en Paris,

Miembro del consejo Mundial de la Paz.

Desde 1993 dirige la Cátedra de ballet Alicia Alonso, en la Complutense de Madrid.

En el 1997 es homenajeada en el Metropolitan Opera House de Nueva York

En el 1998 la universidad Politécnica, la invistió con el grado de Doctora Honoris Causa.

Medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Es tan largo su currículo, de actuaciones por todo el mundo, y de premios, homenajes, condecoraciones, todas de las máximas categorías, que esto sería interminable.

No se trata de eso , mi única intención es hacer un pequeño homenaje a una mujer que ha sabido luchar, contra las adversidades tan duras que el destino le puso en su camino, a una edad muy temprana cuando la gran mayoría de las mujeres no saben lo que quieren hacer con sus vidas. Ella lo tuvo tan claro que no cedió, ante nada ni ante nadie.

Todavía a sus más de noventa, no deja de dirigir, hacer coreografías y controlar que todo funcione a la perfección. Lo dicho todo un ejemplo de vocación, y sacrificio.

Siento una gran admiración por las personas luchadoras en cualquier rama de la vida, y si son mujeres mucho mas, no porque tenga nada en contra de los hombres que no lo tengo, pero hay que reconocer que las mujeres, siempre lo han tenido más difícil, aún ahora una mujer tiene que esforzarse el doble que el hombre para hacer el mismo trabajo, y que se lo reconozcan.

miércoles, 13 de octubre de 2010

HOY LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA ESTAN DE PARTO

Si señores, la tierra esta pariendo. Bien podía ser una novela de ciencia ficción, pero no, es cierto, y todo gracias a los avances de las nuevas tecnologías, que muchas veces denostamos, quizás demasiado a menudo, sin pararnos a pensar que gracias a ellas se salvan muchas vidas, como es el caso que hoy nos ocupa.

Mina de San José en Chile: una explosión y un derrumbe, treinta y tres mineros sepultados a setecientos metros de profundidad. La mina San José, se encuentra en la región de Atacama, al norte del país, todo el mundo pensó que esos trabajadores estaban enterrados en vida, y que se irían consumiendo, unos antes que otros según su resistencia, suponiendo que se hubieran salvado del derrumbe. Diez y siete días de angustias y desaliento para las familias.

El presidente de Chile Sebastián Piñero, comunica a las familias y a la prensa que se han comunicado con ellos y que estaban todos vivos. Es el comienzo del rescate más importante llevado a cabo jamás en el terreno de la minería. Muchos contratiempos, mucha incertidumbre. Todos los medios de comunicación del mundo pendiente de los más mínimos movimientos, informando continuamente, a sus lectores o televidentes.

Yo no sé a ustedes, pero a mí me parece de ciencia ficción; perforadoras que llegan hasta los sepultados, con sondas que llevan cámaras de televisión; luces para que los familiares les vean las caras, y puedan hablar con ellos, de esta manera se han podido tranquilizar, dentro de lo que cabe, suministro de alimentos; medicamentos; mensajes de tranquilidad y esperanzas. Todo un gran movimiento de equipos de rescate de los más sofisticados y sin lugar a dudas muy bien coordinados, a pesar de todo eso, en cualquier momento, se podía haber ido todo al garete si hubiese habido más derrumbes, cosa que no ha ocurrido afortunadamente.

Hoy miércoles trece de Octubre, a la hora que estoy escribiendo estas líneas ya han sacado a quince mineros, en esa cápsula tan estrecha, llamada Fénix, como el ave mitológica, que solo con verla me da claustrofobia, pero estoy súper contenta, espero que mañana nos despertemos con la buena noticia de que todos estén sobre la tierra, no debajo. Necesitamos buenas noticias, con urgencia. Si se tratara de una película estaríamos diciendo que es un poco fantástica.

La tierra esta pariendo, con ayuda de parteros muy especializados. Está visto que no era su momento. Ah… y no es ningún milagro, es el esfuerzo de mucha gente y de los medios tan sofisticados de hoy en día.

martes, 12 de octubre de 2010

RECUERDOS

Tengo grabados en mi mente, dos acontecimientos de cuando tenía cinco años; uno fue el nacimiento de mi hermano pequeño -en esa época las mujeres parían en su casa-, el día del parto no nos dejaban de ninguna manera entrar en el dormitorio, ni a mis hermanos ni a mí, todos estábamos intrigadísimos pues había una actividad inusual, y carreras de la cocina al dormitorio, comentarios y caras de preocupación, parece que la cosa fue muy complicada al venir el niño de pies. Mi madre quedó destrozada y tardó más de un mes en recuperarse, la recuerdo andando muy despacio sujetándose con un andador de hierro. Todas las mujeres de la casa la ayudaron hasta que se recuperó de tan complicado parto.

El otro acontecimiento, fue el primer día que mi madre me llevó al colegio -curso cincuenta y dos cincuenta y tres-, estaba éste en la calle D. Rodrigo y se llamaba Doña Rosario de Torres, era del Estado y como podéis suponer sólo para niñas, lógicamente regentado por maestras. Los únicos hombres que allí entraban, además de los de mantenimiento de las instalaciones y el marido de la portera, eran los curas, y no pocas veces por cierto, pues cada dos por tres teníamos allí a D. Julián Caballero Peña (párroco de S. Pedro), era un hombre alto y fornido, de voz firme y potente, las niñas le temíamos y creo que las maestras también, pues en su presencia se las veía tensas, y sólo se relajaban cuando ya se había marchado, eso sí, después de haberles dado instrucciones de cómo tenían que obligarnos a rezar el rosario todas las tardes, visitar el sagrario los primeros viernes de mes, los sábados confesarnos, para los domingos en la misa poder comulgar, y un largo etc. de instrucciones que les daba a las pobres maestras, me imagino lo que tendrían que pasar las que tuvieran un punto de vista distinto al de la Iglesia y del estado, normas impuestas por la fuerza y la sinrazón. Pero esa es otra cuestión.

El Colegio Doña Rosario de Torres era un gran caserón de gran fachada y enorme portal, con suelo de mármol blanco, y una gran puerta de madera oscura con relieves artesanales. Una vez dentro del portal, para acceder al recinto, había que tirar de una cadena para que la campanilla que estaba al otro lado sonara, y con su repetitivo tintineo alertara a la portera. Esta era una señora de mediana edad, entrada en carnes, con el pelo recogido en un moño. Ella y su familia vivían en el colegio, a la sonora llamada ésta acudía presta a abrir la gran cancela de hierro forjado que formaba artísticos dibujos. A la izquierda de la cancela estaba la escalera, también de mármol blanco como el suelo, y hermosa baranda del mismo estilo de la cancela, por la que se accedía a la parte superior del caserón donde estaban las clases de los mayores. Frente a la cancela del portal se accedía a un patio de grandes dimensiones, totalmente cuadrado, a la izquierda había una galería con columnas coronadas de arcos, y un gran aula, su puerta y ventanas daban a la galería, antes de llegar a esta clase había un pasillo muy estrecho que daba a un pequeño patio interior, donde estaban una clase para los más pequeños, con ventanas al jardín, y a la derecha estaba la cocina, bastante grande en consonancia con las dimensiones de la casa. La recuerdo porque, durante unos años, nos repartían a cada una de las niñas un vaso de leche en polvo. En esa época yo tendría ocho o nueve años. Cada día las maestras nombraban a varias niñas para ayudar en la cocina, la finalidad era disolver la leche en polvo en el agua, tarea ardua y casi inútil pues siempre quedaban bastantes grumos. El resultado era un líquido amarillento de olor nauseabundo, que a mí me hacía vomitar, de manera que me las ingeniaba para dársela a alguna compañera que no le hacía ascos, eso sí con cuidado de que no me vieran las maestras. Otras veces nos repartían un trozo de queso mantecoso, tipo bola, que estaba bastante bueno, y ese si que me lo comía con agrado.

Lo primero que hacíamos al llegar por la mañana, era ponernos en fila, delante las más pequeñas, y en la última fila las mayores, llenábamos el patio, y nos obligaban a ponernos firmes y extender el brazo derecho para cantar el “Cara al Sol”, a niñas entre cinco y doce años, con baberos blancos, actuando como militares –habrá cosa más absurda y ridícula-, pero no le dábamos importancia al desconocer su significado "afortunadamente".

Después del protocolario acto diario cada fila se dirigía después a sus respectivas clases. Yo disfrutaba mucho del colegio, para mí fue una etapa muy importante en mi vida, siempre estaba ávida de aprender de todo. Recuerdo que nos ponían de pie a cada una, para leer en voz alta, y si no pronunciábamos correctamente, nos obligaban a repetir una y otra vez, en ese aspecto las maestras hicieron una gran labor, quizás hoy en día no se cuide tanto la dicción en las escuelas de primaria, sólo hay que oír a algunos jóvenes, el reducido vocabulario que utilizan, y la malísima pronunciación.

En las fiestas de Navidad hacíamos teatro, naturalmente de temas religiosos, recitábamos poesías y cantábamos villancicos, al final de curso también se hacia una fiesta y un concurso de preguntas del catecismo como no podía ser de otra manera, consistía en formar un circulo y cada niña hacia una pregunta a su compañera de al lado, si esta no respondía correctamente, la tenía que contestar ella, la que había fallado que daba eliminada, de esta manera se iba reduciendo el grupo hasta quedar solo una que era la ganadora, el premio era un diploma y una banda que solo le daban a las tres finalistas, en definitiva lo pasábamos muy bien y yo siempre participaba en todos esos eventos como “Mariquita la Primera”. Los primeros años son importantísimos para todas las personas, y no podía ser menos para mí, guardo muy gratos recuerdos de aquellos años, de todas mis profesoras y de mis compañeras.

Salí de mi querido colegio con once años recién cumplidos.
Por circunstancias de la vida no pude seguir estudiando.
No fue mi culpa, ni mucho menos de mis padres, que ya les costaba poder alimentarnos.
Un humilde certificado de estudios, "eso si con un hermoso sobresaliente" que me supo a gloria, fue mi despedida del colegio,
Así es la vida.
Extracto del relato "Mi vida en mis patios".

miércoles, 6 de octubre de 2010

BARRO ROJO O EL PRECIO DEL PROGRESO

Una vez más nos levantamos con nuevas malas noticias, esto es un no parar. Cada vez las soporto menos, por varias razones: porque sufro con las desgracias ajenas, al ponerme en el lugar de esas personas; porque creo que muchas son evitables, y eso me crea un sentimiento de impotencia grande; porque pienso que no hemos hecho lo suficiente, para dejarles a nuestros descendientes, un planeta más limpio de contaminaciones; porque creo que cada individuo tenemos una parte de culpa, y si fuéramos conscientes de nuestra indolencia, y pusiéramos empeño, quizás estaríamos a tiempo. Pero eso es lo que quiero creer, posiblemente, me este engañando a mí misma.

Un gran rio de agua roja, (como las que recorrieron las calles de Egipto, según la biblia cuando dios les mando, la primera de las diez plagas) “que también manda huevos con la mala leche que se gastaba dios”, solo que esta vez no ha sido ningún dios virtual, sino la mano del hombre, o el progreso al que tan alegremente todos nos hemos acostumbrado. Quizás algún día no muy lejano nos preguntemos si habrá merecido la pena.

Hungría ha sido la victima esta vez, varias personas muertas, algunas desaparecidas, y ciento y pico de heridos graves por quemaduras. Un millón de metros cúbicos de barro rojo altamente contaminante, corrió por calles y campos sembrando el terror de los habitantes, incluyendo a los animales. Están tratando de cortarlo con toneladas de yeso, para que no llegue a los arroyos ni a los ríos, pues de no lograrlo, la catástrofe será de una magnitud sin precedentes.

De todas formas por donde ha pasado, no creo que puedan descontaminar tan fácilmente las casas y sobre todo las tierras.

Pero en este maremágnum de nuevas tecnologías estamos todos. Todo se queda antiguo enseguida y es reemplazado rápidamente, ya sean coches, teléfonos, videos, televisores, electrodomésticos, ect..
Pero estoy completamente segura sin temor a equivocarme que, ya no podemos prescindir del progreso, estamos todos imbuidos en esta espiral llamada “bienestar”.

domingo, 3 de octubre de 2010

OTOÑO O ZAFARRANCHO EN EL ROPERO

Lo que nunca se cuenta y nadie valora.

El otoño junto a la primavera son las dos estaciones más bonitas del año, en cuanto a cromatismo se refiere, pues si bien el invierno cuando nieva es bonito, no es duradero y tampoco nieva siempre, en cuanto al verano son muy bonitos los campos dorados por el trigo, pero no se pueden comparar con la primavera o con el otoño, de distintos colores. Ambas estaciones son maravillosas, y ambas han inspirado a grandes poetas, a parejas de enamorados y a pintores.

Qué duda cabe que yo las siento y las disfruto, pues sin ser poeta, soy sensible, estoy enamorada y soy pintora.

Ahora bien, no voy a hablar de lo maravilloso que es el otoño, para eso ya están los escritores y los poetas. Hasta aquí todo muy bonito, pero… no se queda ahí la cosa. Ya hace fresco por las mañanas y por las noches, se va notando el cambio normal de temperaturas, y yo en lugar de disfrutarlo, como sería lo normal, mentalmente me estoy preparando para el zafarrancho en el ropero, como yo lo llamo, y no exagero. Pero esto no sólo me pasa a mí, le pasa a todas las mujeres, salvo a las privilegiadas que en sus grandes casas, tienen grandes roperos donde no tienen que mover la ropa de sitio pues todas tienen su lugar inamovible. ¡Qué envidia!

Y digo mujeres, pues por muy modernos que ahora estén algunos hombres eso se lo dejan a la mujer, por eso de que:

-Yo no sé.

o,

-Es que tu lo haces mejor.

Parece fácil, y en verdad lo es, pero ya… ya, tiene lo suyo. No se a las demás pero a mí me produce dolor de espalda, primero descolgar prenda por prenda, y como normalmente las barras de los armarios están altas para mi estatura, cuando llevo un rato, ya estoy “jodía”. Hay que doblar adecuadamente, camisas y pantalones y empezar a clasificar, no… no, si no es difícil, pero la cama es baja y la “mua” esta doblada de mala manera, salvo que se hiciera de rodillas, cosa que tampoco es muy cómoda que digamos. Seguimos con las de los hijos, bueno yo ahí tengo ventaja, ya sólo estamos dos. Por último las mías, ya están preparadas para ser guardadas, pero para eso, antes hemos tenido que sacar, lavar y planchar, las de invierno que estaban guardadas, porque aún guardándolas limpias, por aquello de que no vayan a oler a ningún producto de los que usamos, para esos menesteres, hay pues que relavar, ¡Bueno, que cansada estoy! ¡Y eso que todavía no he empezado! Cada vez me cuesta más, deben ser los años.

¡No, nadie lo valora! y sin embargo ahí están colgadas en los armarios, limpias y bien planchaditas, solo hay que descolgarlas, ¡Qué bien, que placer! ¡Si hasta están perfumadas!

viernes, 1 de octubre de 2010

TONY CURTIS, ¿TE HAS IDO AL CIELO, O NO?!

Ha muerto Tony Curtis. Para ser sincera yo creía que ya había muerto hace tiempo, “pobre lo había liquidado antes de tiempo” y es que cuando dejan de hablar de algún famoso es como si no existiera, ¡como somos!

Su nombre real era Bernard Schwartz, no es que yo sea muy lista, es que me he documentado un poco, más que nada porque mi memoria me juega malas pasadas y quería recordar algunos títulos de sus películas sobre todo las que a mí me dejaron huella por algún motivo.

Nació el tres de Junio de 1925, de una familia inmigrante procedente de Hungría, su padre fue actor amateur, después se gano la vida como sastre en la Gran Manzana, de esta manera Tony pasó su juventud en las calles de Nueva York.

En la Segunda Guerra Mundial, se alisto en el ejército, sirviendo en la marina. Terminada la guerra decidió dedicarse a la interpretación matriculándose en la Dramatic Workshop de Nueva York comenzando así su andadura, al poco tiempo actuaba en pequeñas obras teatrales, en unas de sus actuaciones fue descubierto por la “Universal” con la que comenzó su carrera cinematográfica, primero con papeles de secundario y rápidamente pasó a ser protagonista, cambiándose su verdadero nombre por el de Tony Curtis que todos conocemos, (imagino que sería la productora la que lo obligaría) por esa época se caso con la también actriz Janet Leigh con la que compartió algunas de sus mejores películas.

Su primera película como protagonista fue “Su Alteza el Ladrón”, siguiéndole “El Hijo de Ali- Baba”, después vinieron las inolvidables como: “El Gran Houdini”, “Coraza Negra”, “Los Vikingos”, " Trapecio”, “Taras Bulba” , “Espartaco” y la increíble e insuperable “Con faldas y a lo Loco”, extraordinaria película junto al magnífico Jack Lemom y la encantadora y sensual Marilyn Monroe, creo que la palabra perfecta para definirla es “genial”. Después Interpretó muchas más, pero esas son las que yo recuerdo, con gran cariño, pues al recordarlas no las puedes separar de tu niñez y adolescencia, una época de las más importantes en la vida de cualquier persona.

A Tony Curtis yo siempre lo he catalogado en el grupo de actores encantadores, como Gary Grant, o Rock Hudson, no solo eran guapos, tenían ese tipo de belleza agradable y encantadora, que no todos los guapos o guapas tienen, hay mucha gente guapísima pero de belleza fría como yo los llamo, la de Tony era realmente cautivadora. Muchas veces se divorcio y volvió a casarse de nuevo, tuvo cinco hijos de distintas mujeres.
Estas líneas son un pequeño homenaje por mi parte para una persona que indirectamente, a mi generación nos hizo pasar tan buenos ratos con sus películas.

No puedo decir que lo siento, pues sería mentira, ya quisiéramos muchos tener una vida tan “entretenida” y llegar a los ochenta y cinco, me parece una buena edad para despedirse de esta vida.

Como se decía antes “que le quiten lo bailao”