miércoles, 5 de diciembre de 2012

LE DIJE QUE SI SE IBA, LE DENUNCIABA POR MALOS TRATOS.



Señoras y señores, me cuesta mucho escribir este artículo, por varias razones, primero porque es un tema más que delicado, segundo, porque  yo soy defensora a ultranza de los derechos e igualdad de las mujeres, y tercero porque estoy en contra de todo tipo de violencia.

Dicho esto, tengo necesidad de contar lo que escuche esta fría mañana del recién estrenado mes de diciembre. Cuando venía de la compra camino de mi casa, a la altura de la Avenida del Cairo, se cruzaron conmigo dos mujeres muy jóvenes de las que yo apenas me fijé, pues siempre voy corriendo más que andando, pues bien, al pasar, le iba diciendo una a la otra, que supongo seria su amiga, pero no lo sé ni viene al caso. A pesar de mi rapidez me dio tiempo a escuchar lo que le dijo, palabras textuales: –Le dije que si se iba, le denunciaba por malos tratos. Me quedé de piedra mientras ellas se alejaban, sin que me diera tiempo a reaccionar y desde luego sin saber si debía o no decirle algo  y casi sin creer lo que había oído, me pareció tan fuerte, que estuve toda la mañana dándole vueltas sin que se me fuera de la cabeza.

Con la cantidad de mujeres fallecidas y otras muchas que son víctimas de malos tratos físicos y sicológicos, auténticas mártires en manos de sus parejas. Esta joven mujer se permite amenazar a su pareja con “denunciarlo por malos tratos si la deja”, por lo que se deduce que no era verdad, sólo una estrategia para retenerlo en contra de su deseo de dejarla. Me parece muy grave, y por desgracia creo que pasa más de una vez.

Como ya he dicho al principio, mi apoyo incondicional a todas las mujeres que tienen, o han tenido la desgracia de toparse en su vida con algún mal nacido de esa calaña, pero no puedo estar de acuerdo con la que es capaz de mentir en algo tan grave, que puede acarrearle a una persona inocente un daño irreparable, pues de todos es conocido el dicho de “calumnia que algo queda”. No sería justo, porque estaríamos actuando con el mismo lema que los maltratadores,  “si no eres mía no eres de nadie”,  en este caso seria “si no eres mío te denuncio”. Con este tipo de actuaciones flaco favor les hacen a las que de verdad son maltratadas, y desgraciadamente martirizadas en nombre de un falso amor.

La verdad es que sentí vergüenza ajena, vergüenza de escuchar esas palabras en boca de una mujer. Por otro lado de una mujer joven que tiene toda la vida por delante, para vivírla con alguien que la merezca y sepa valorarla, pero si ella prefiere estar con alguien que al parecer ya dejó de quererla y que si sigue con ella será por sus amenazas, es que no se da cuenta de la humillación que significa para ella, y de lo poco que se valora a sí misma.

Realmente en el fondo me dio mucha pena, espero que su familia sepa aconsejarla bien y no cometa un delito tipificado en el artículo 457 del Código Penal como denuncia falsa, por unos estúpidos celos.

La vida es larga y lo que en un momento nos parece terrible y difícil de asimilar, con el tiempo reconocemos que no lo fue tanto. En la juventud tenemos la tendencia a magnificar cualquier cosa que con el tiempo vemos claramente que no fue tan importante.

“Siempre que una puerta se cierra, otra se abre”, y que “en esta vida nadie es imprescindible”.
Son frases hechas que no por muy manidas que estén, dejan de ser verdaderamente auténticas, y dignas de tener en cuenta.

viernes, 23 de noviembre de 2012

LA “GRANÁ” O GRANADA.

Hoy hemos tomado de postre granada, fruta otoñal. Hacía mucho tiempo que no las compraba, no porque no nos guste, en realidad nos gusta a todos, es más por la pereza a la hora de limpiarla, que tampoco es que sea para tanto, pero si un poco más que otras frutas. En realidad las compré la semana pasada, y le he ido dando largas. Hoy, cuando iba a coger el frutero con las naranjas, vi en el cesto de al lado las granadas, iba a pasar de largo como todos los días desde que las compre, pero pensé que si las dejaba mucho más se estropearían, y no está la cosa para tirar, me paré, solté las naranjas y cogí las granadas, las puse en la encimera y me dispuse a limpiarlas, pues si las pongo en la mesa sin limpiar no se las come nadie, eso está claro.

Mientras estaba limpiándolas me asaltaron multitud de recuerdos; me vi a mi misma con mi madre enseñándome a limpiarlas, me decía: -¡Niña, no te las comas que no van a llegar a la mesa! De pronto me invadió la ternura, las lágrimas pugnaban por salir de mis ojos, la añoranza de aquellos años se apoderó de mis sentidos, mientras los granos saltaban sobre la fuente de porcelana de un blanco impoluto, donde destacaba el intenso color granate de los diminutos frutos, como gotas de sangre sobre la nieve.

Como hacía antaño, probaba de vez en cuando algún grano, saboreando no solo su dulzor sino también los recuerdos.

Después pensé: -Sé muy poco de esta fruta, luego entrare en Google y buscare en Wikipedia, para conocer su historia y sus propiedades. Esto solo es una pequeña muestra.

“Este árbol es originario de la región que abarca desde Irán hasta el norte del Himalaya en India, y fue cultivado y naturalizado en toda la región del Mediterráneo incluida Armenia, desde la Antigüedad. Muy apreciado en las zonas desérticas, ya que está protegido de la desecación por su piel gruesa y coriácea, lo que permitía que las caravanas pudieran transportar su fruta grandes distancias, conservando sus apreciadas cualidades.

Testimonios de su consumo se recogen en todos los documentos antiguos. Se sabe del cultivo de la granada, desde hace al menos 5000 años en Asia occidental y en el Norte de África; se plantaba en los jardines colgantes de Babilonia y se encuentra esculpido en los bajorrelieves egipcios.

Los antiguos egipcios preparaban con su jugo un vino ligero con sabor a frambuesa. Hipócrates recomendaba el jugo de la granada contra la fiebre y como fortificante contra la enfermedad. Los romanos conocieron la granada gracias a los fenicios que la trajeron de Fenicia (aproximadamente en el actual Líbano) a Roma, de ahí su nombre científico de Púnica. La Biblia hace referencia en numerosas ocasiones a este fruto, y siempre en su defensa. 

Son los bereberes quienes traen la fruta a Europa, y la ciudad de Granada, fundada en el siglo X, recibió su nombre por esta fruta. Muchos pueblos han visto la granada como un símbolo de amor, de fertilidad y prosperidad: Según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, la diosa griega del amor y de la belleza, mientras que el dios del infierno Hades, le ofreció su fruto a la bella Perséfone para seducirla. En Java, está asociada a ciertos ritos que acompañan el embarazo.

Según Shakespeare, bajo su follaje se ocultó Romeo para cantarle una serenata a Julieta. En China, se tiene la costumbre de ofrecerle una granada a los recién casados como auspicio de una descendencia numerosa (el color rojo de esta fruta es considerado por la tradición china un color que atrae la buena fortuna). En el Islam se considera uno de los árboles del Paraíso, conforme a referencias coránicas y de las tradiciones del profeta Muhammad o Mahoma.”

Como podemos ver es muy interesante conocer el origen de las cosas, cuando las conocemos las valoramos mejor. Si además nos traen buenos y añorados recuerdos, mucho mejor.

Desde hoy en mi casa, la “graná” pasara a formar parte del nutrido y variado grupo del frutero mientras dure su recolección.

Bibliografía de Wikipedia

domingo, 11 de noviembre de 2012

LOS NUEVOS EMIGRANTES

"EL NÚMERO DE EMIGRANTES ESPAÑOLES CRECE MAS DE UN 6,2 % Y SON MÁS DE 1,8 MILLONES

El número de personas con nacionalidad española que reside en el extranjero ha aumentado en 114.778  personas con respecto al 2011 hasta alcanzar el 1.816.778 personas, según los datos del Padrón de Españoles en el Extranjero (PERE) con fecha 1 de enero de 2012"


Como dijo un pepero trillado, “manda güevos”.

Yo siempre había creído que el progreso era no volver atrás, pues lo lógico es avanzar, principalmente en la calidad de vida de la gente, ciudades y pueblos. Que equivocada estaba, pensaba que siempre habría buena gente entre los encargados de dirigir mi país, ¡pero qué tontuna que soy! la realidad se ha impuesto, y me ha abierto los ojos, ¡y de qué forma! Y no es que yo sea pesimista de naturaleza no, muy al contrario, casi siempre veo la botella más llena que vacía, pero en esta ocasión me quedo corta, la situación es peor, peor para miles de españoles que prácticamente están en la indigencia, y no es exageración no.

Ya no hay inocencia ni confianza que valgan, no nos dejan un mínimo resquicio para la esperanza, solo está la fea y cruda realidad, la que nos despierta cada mañana, la de unas leyes hechas con el único propósito de favorecer a los poderosos, y otras existentes que estando bien nunca se cumplen, sin que nadie reclame por el incumplimiento. Últimamente y de un plumazo todo el estado del bienestar del que hemos disfrutado unos años, que aun sin ser perfecto era aceptable, si lo comparamos con el que nos están dejando, se ha derrumbado, mejor dicho lo han dinamitado, los más torpes, e ineptos políticos que nos han tocado en suerte para desgracia, nuestra.

Nuestros jóvenes se nos van, y no precisamente por su gusto, no, es su país el que los repudia, después de haber invertido mucho en su preparación, otros países se beneficiaran de sus talentos. El estado español, sin el más mínimo remordimiento, los lanza a la ventura de no sabemos qué.

A los que peinamos canas hace tiempo, este estado de cosas, nos trae recuerdos no gratos de mucho tiempo atrás.

En el siglo 19 barcos repletos de españoles llegaban a Buenos Aires, y se repartían por todo el país. Los pioneros fueron los  gallegos, y por lógica los primeros en enraizar en otros mundos, aun hoy, los que más emigran siguen siendo los gallegos, seguidos por jóvenes de todas las regiones. En  el siglo pasado  sobre todo en los años sesenta el destino principal era Alemania. Muchos consiguieron llevarse a sus familiares más allegados mujer e hijos, y también hermanos o incluso  amigos, otros, los más jóvenes, la formaron allí.

Años más tarde España paso de ser país emisor, a receptor. Esta funesta crisis demoledora, y malísimamente gestionada, nos ha devuelto al pasado. Hoy día miles de jóvenes están haciendo el mismo recorrido que sus antepasados, se están dispersando por todo el mundo, Otra vez Argentina es receptora, entre otros muchos países. Hay una gran diferencia entre los españoles de hoy y sus antecesores, estos están mejor preparados, sin ninguna duda son “la generación mejor preparada” de la historia de España. Los mejores talentos estarán al servicio de otros países  que seguro los sabrán  valorar.

De todos los que se fueron buscando mejorar su futuro, muchos jamás volvieron, quizás porque ya no tenían ningún lazo afectivo, o por el miedo a recordar lo dejado atrás. Otros volvieron tras largos años, para comprobar con pesar, que el pasado no vuelve, que muchos de sus seres queridos, y amistades ya no estaban, que su ciudad había cambiado tanto que ya no la reconocían. Sintieron en sus carnes la punzada que da el comprobar que la vida sigue aunque tú no estés, que quizás nadie los echo de menos. Sintieron la duda de si no habría sido un error su sacrificio. Ahora se sentían un poco de ninguna parte, desubicados, ni de allí ni de aquí. Y es que la vida siempre sigue, contigo o sin ti

Siglo XXI, lo que nadie podía pensar hace unos años ha llegado, estamos caminando así atrás (y sin máquina del tiempo, ni nada) retrocedemos a años luz. Seis millones de parados, miles de familias desahuciadas, abuelos que a duras penas pueden con lo que les está cayendo, sus humildes casas se han convertido en hostales repletos con derecho a comida, solo pueden malvivir. Todo un caos, a una edad en la que lo que necesitan es descansar de una larga vida de duro trabajo. ¿Qué sería de este país sin la ayuda de los abuelos? ¡¡Sin duda una revolución!! El hambre no espera.

Infames recortes en sanidad, educación, investigación, (ninguna de ellas debería ser tocada nunca si no es para mejorarlas). Se están sucediendo una serie de dramáticos episodios dignos del gran Dikens.

Nuevas familias desestructuradas  padres sufriendo por el porvenir de sus hijos, cuando pensábamos que les habíamos dejado un futuro mejor que el nuestro, craso error. Y el siempre presente miedo de no volver a verlos, afortunadamente con las nuevas tecnologías se les hará más llevadero, pero para unos padres es muy duro tener a los hijos tan lejos.  Por otro lado hay que ser generosos y darle la máxima ayuda y la máxima libertad para que se labren su futuro aun lejos de nosotros, así demuestran los padres la generosidad para con sus hijos. Es lo que toca.

No es lo mismo, emigrar por el gusto de ampliar conocimientos en otros países, que por no poder trabajar en la tierra de uno, o como mínimo en el país al que se pertenece, cuando ni siquiera apetece, o incluso se tiene miedo a no saber adaptarse a otras costumbres e idioma.

Creo que era por los años setenta cuando el gran cómico “Josele” nos hizo reír, con su monólogo dedicado a los que llevaban años fuera, alentándolos a volver “Antonio vente pa España” ahora en su nuevo espectáculo dice emulando aquel: “pa España ni se te ocurra” ¡que arte!

Bromas aparte, pues la cosa es más que seria y triste, la inmigración es una lacra vergonzante para cualquier país que se precie, es el fracaso de unos malos gobernantes, que nos estafan y nos mienten, sin que ninguno page por sus mentiras y por su mala gestión.

El gran problema de las mayorías absolutas es que tienen “patente de corso” y ya no razonan ni admiten otras enmiendas más razonables que vengan de otros partidos, o de gente mucho más preparada e inteligente, que las hay, solo que no tenemos la suerte de que esos talentos sean los que lleven las riendas de este nuestro país. Cuando el pueblo que lo ha votado se da cuenta ya no hay remedio, tampoco hay mecanismos para obligarlos a marcharse por incumplimiento de contrato. El castigo es esperar hasta las próximas y a seguir viendo como los despropósitos, y el desmantelamiento del estado sigue aumentando. Lo dicho retrocedemos en muchos años, ¿Quién paga? Como siempre los más débiles.    

domingo, 28 de octubre de 2012

RETAZOS 5




MITAD  SUEÑO, MITAD  REALIDAD

Aquel día desperté, con la sensación de que había soñado algo cuanto menos intrigante. Hice un esfuerzo por intentar recordar. Sé que fue un sueño intenso y complicado, veo imágenes diferentes que se mezclan entre sí (como el trailer de una película), trato de ordenarlas en mi mente, es difícil ya que no hay un hilo conductor, sigo intentándolo, pues intuyo que es importante. Cuando por fin lo logro, creo que son tres sueños en uno. Con esfuerzo consigo desligar uno de otro.

Veo a un joven vestido y calzado con ropa deportiva, que camina a un buen ritmo, sus largas piernas dan grandes zancadas, a la vez que anda escucha música, con uno de esos aparatos pequeños que están tan de moda, yo lo estoy viendo pero curiosamente  no formo parte de la escena. De pronto una muy rara sensación se apodera de mi cuando su agitada respiración, la música, y sobre todo los latidos de su corazón, los siento como míos, y me siento fatigada, como si fuera yo la que caminara a ese ritmo o estuviera dentro de él.  No lo entiendo, no entiendo nada, es tan real.

Con la extraña sensación en la mente, intento organizar el otro trozo de sueño que estaba entrelazado con el anterior, y que he tenido que entresacar como pequeñas piezas de puzzle de los que haciendo un esfuerzo  voy sacando y  encajando formando un todo. Una mujer de unos cuarenta años, lleva el pelo recogido de manera informal, su rostro refleja serenidad  viste un alegre y cómodo vestido veraniego, está sentada delante de un gran lienzo que descansa sobre un caballete de pintor, en un hermoso prado, iluminado de bellos tonos verdes y dorados. A unos metros  de ella,  unos niños jugando, siento sus voces y risas pero sobretodo los veo, y veo lo que la mujer está pintando. Los niños están inmóviles dibujados en el lienzo, ella ha empezado a dar los tonos verdes para ir cubriendo el fondo del paisaje sobre el que están dibujados los dos niños. En esos momentos como en el anterior, tengo la certeza o la sensación de ser yo  la que además de ver a los niños los estoy pintando.

Que sueño tan raro, no estoy en ninguna de las tres escenas, y sin embargo me siento igual que si fuera esas dos personas. Entre las imágenes de los otros dos trozos ya encajados, e interpretados, había otras que eran de quirófanos, de médicos operando, bajo potentes luces. Después una mujer con los ojos tapados, que sentía miedo, yo también lo pude sentir, además de lo que pensaba. En otro flas, un joven sonriendo con la mano en el corazón haciendo ejercicios respiratorios de recuperación. En otros trozos unos médicos hablándoles a otras personas, les oigo decirles que la operación de los trasplantes ha sido todo un éxito. Llantos de alegría, y caras de felicidad entre los que supongo serian los familiares.

¿Quiénes son esas personas? ¿Qué tengo yo que ver con ellos?  ¿Estaré de verdad despierta? ¿Ahora recuerdo que yo había donado mis órganos? ¿Habrá ocurrido ya, y no lo estoy soñando? ¿Podría ser una premonición?

Afortunadamente al poco rato de mis elucubraciones, comprobé que realmente solo fue un  sueño, pero un sueño que me dio tranquilidad, que me hizo reafirmarme en mi decisión de donar mis órganos si llegado el momento están en buen estado, espero que ese momento este aun lejano, pero reconforta saber que otras personas podrán hacer una vida normal gracias a las personas solidarias, y si pensamos egoístamente, nos puede tocar a nosotros, o alguno de nuestros seres queridos.

Sean solidarios y háganse donantes.

miércoles, 24 de octubre de 2012

UNA MADRUGADA DE VERTIGO´S



 Como decía un famoso cómico, “esto es verídico” me pasó no hace mucho.

Hace unos meses, no me pregunten la fecha exacta pues no la recuerdo, y no soy de las personas meticulosas que todo lo apuntan, lo que sí recuerdo es que era invierno, pues bien serian las cinco de la madrugada, y como tantas otras veces durante la noche, tuve la necesidad de levantarme a evacuar de la vejiga el dorado liquido acumulado durante la noche.

Cuando me fui a incorporar, no pude, todo me daba vueltas, o más bien era yo la que daba vueltas, no lo sabría decir, cada vez que lo intentaba era mucho peor, tenía la sensación de flotar en el espacio cual astronauta, la habitación daba vueltas tan rápidas que me era imposible distinguir nada. Creí que me estaba muriendo sentí que me faltaba la vida. Como no podía hacer otra cosa decidí esperar por si se me pasaba. Pude comprobar con pánico cómo ante el miedo, la mente se dispara. Lo primero que se me vino a la cabeza fue mi familia, y el disgusto que les iba a dar si aquello era el final. Imagine su incredulidad y su dolor. Empecé a sudar, comprobando que su dolor me dolía más a mí. Pero que podía hacer yo pobre de mí, esas cosas son así. Las imágenes se agolpaban junto a los sentimientos de culpabilidad por el disgusto que les iba a proporcionar sin yo quererlo, todo eso unido a mi falta de ganas por dejar este mundo.

Me decía a mi misma: No puedo hacerles esa “putada” no, aun es pronto, no es justo aun les puedo hacer falta. ¿Dios que es esto? ¿Qué me está pasando? Me preguntaba una y otra vez, —joder, con lo bien que yo estaba— la sensación era terrible, no podía incorporarme aunque lo intente muchas veces antes de pedir auxilio a Paco, que dormía plácidamente, ajeno a mis elucubraciones, y a mi terror.

Viendo que los síntomas no cedían, muy al contrario, decidí llamar a Paco, le llame tímidamente intentando que no se alarmara demasiado, cosa totalmente inútil conociéndolo. Le explique lo que me pasaba. Él, descompuesto, me acribillo a preguntas, con el fin de comprobar si mi mente era capaz de coordinar (es un médico frustrado), me tomo el pulso, y la tensión, incluso me miro las pupilas, yo le urgía a que llamara a urgencias, y sobretodo que no les dijera nada a nuestros hijos, hasta no saber lo que me estaba pasando, con el fin de no alarmarlos innecesariamente —No me hizo puto caso— se ve que estaba tan asustado o más que yo.

Los de emergencias no tardaron mucho, aunque siempre está la sensación de que tardan más de lo debido. Una doctora y su ayudante acudieron prestos a la cabecera de la cama, la doctora me hizo las preguntas y todo lo que ya Paco me había hecho. Tras el rápido examen  dio el diagnostico. Sufre usted un ataque de vértigo, no se preocupe es muy aparatoso pero no es nada grave, pronto se le pasara, me inyecto un “Dogmatil” y recetó unas pastillas para el vértigo y me dijo que en una media hora podría levantarme, pero que tuviera cuidado con los cambios bruscos de postura. Me quede un poco más tranquila, pero dudando de que aquella sensación  de inestabilidad, se fuera tan pronto.

Ciertamente lo peor si pasó, aunque no del todo ya que tardó unos pocos de días, solo que ya los síntomas eran mucho más leves. De todas formas me desplazaba de un lado a otro, sujetándome a las paredes. Me sentía tan inútil. Durante unos días seguí el tratamiento, hasta su total desaparición.

Aquello afortunadamente paso, después me ha repetido un par de veces más, solo que con menos virulencia, precisamente, en los cambios de postura del yoga, la ventaja es que ahora se lo que debo hacer, y siempre llevo las pastillas  a mano. Y lo más importante, es que no creo que de eso se muera nadie, y eso es algo que ciertamente tranquiliza.

Sin ser nada grave es muy molesto cuando hay una crisis, ya que te hace sentir una persona inservible.

En fin, otro achaque más que aterriza en la lista afortunadamente aun corta, a causa del paso del calendario que no perdona. Iremos sumando, lo importante es poder contarlo.

Y si se me permite un consejo; Si a alguien le pasa por primera vez, que no se asuste tanto como lo hice yo, por no tener ni idea de lo que me estaba pasando.

domingo, 7 de octubre de 2012

NOS QUITAN NUESTRO HOGAR



Los datos que salen a la luz sobre desahucios son escalofriantes, se están batiendo récord diarios, solo pensar que son miles las familias desahuciadas al “mes”, es algo que resulta tan increíble, e inhumano que me deja sin palabras.  Pero en estas líneas solo voy a tratar de algo que me preocupa, a causa de mi inmenso amor por los niños, para mí los niños están por encima de todo.

Mi preocupación es la siguiente: Cómo les explican los padres de esas desafortunadas familias a sus hijos pequeños, que todavía no tienen edad de comprender lo cruel que puede llegar a ser la vida,como se le dice a un niño de corta edad, que su casa ya no es su casa. Que su hogar, ese en el que han vivido desde su nacimiento, ya no es su hogar. Que esas paredes que escucharon salir de su boca sus primeros balbuceos, sus primeras silabas, su primer “mama” o “papa”, esas, ya no estarán, para seguir siendo testigos de su normal evolución.  Que esa casa donde dieron sus primeros pasos, después de rastrearla a gatas por los pasillos, ya no es su casa, ya no es su hogar, y que ya no formara parte de su vida futura.

Cómo, y qué, dirán a sus hijos cuando pregunten por “su cuarto”, ese, en el que guardaban todos sus juguetes, ese que durante algunos años han compartido juegos con hermanos o amigos, donde tantos días se han sentido héroes de sus cuentos con la imaginación, han sido el guerrero, el “spiderman” o el “superman”, o la “enfermera”, el o la “médico”, la “mamá”, o la “princesa”. Donde han jugado con sus hermanos o hermanas. Donde se dormían escuchado los cuentos que su padre o su madre les leían por las noches para soñar con maravillosas historias.
Ya nunca más será su cuarto, ya jamás podrán jugar en él. ¿Cómo comprende un niño, que todo lo que allí han vivido, ya es historia?

¿Por qué no existe un manual para esos terribles momentos? Pobres padres no solo tienen que afrontar el terrible desbarajuste que supone, quedarse sin trabajo, el drama de tener que dejar su casa. La injusta y demencial ley que obliga a  una familia a tener que seguir pagando algo que nunca será suyo. Es tan absurdo como doloroso y difícil de asumir. Pero como se le explica a un niño todas esas cosas que además de incomprensivas son terriblemente injustas.

Los adultos estamos acostumbrados a pasar por situaciones difíciles y sabemos salir adelante luchando, pero, qué hay de los niños. Ellos, los niños, no entienden de crisis, ni de bancos ni primas de riesgo, ni de mercados, ni de justicia o injusticia, ellos solo quieren volver a “su casa”.

Las injusticias se vuelven más injustas cuando hay niños de por medio, ¿Dónde están los tan cacareados, derechos de los niños?  ¿Por qué, ni gobierno ni bancos tienen en cuenta esos derechos?  Tiene que haber medios justos para estos casos, seguro que los hay, solo falta voluntad de entendimiento, por todas las partes. Si en el siglo XXI no somos capaces de solucionar ese tipo de situaciones con el dialogo y el entendimiento, es que poco o nada hemos aprendido.

Y por último, compadezco a los padres que se ven en esa tremenda y triple situación, sin trabajo, sin casa, y con parte de hipoteca, con el añadido de cómo hacer comprender lo incomprensible a sus hijos pequeños. 

Que difícil tarea, dios.

lunes, 1 de octubre de 2012

CUANDO SE ARRASAN LOS DERECHOS DEL PUEBLO, EL PUEBLO SE LEVANTA


 Estamos asistiendo en los últimos meses a lo que se está llamando “indignación”, por  parte de los ciudadanos, en forma de manifestaciones de todo tipo y por numerosos colectivos, en definitiva por los de siempre, por los nombrados como “el pueblo llano” que son los únicos que tienen verdaderos motivos para estar indignados.

Cuando el pueblo llano es ofrecido a los “dioses de la banca” en sacrificio, para paliar los desmanes de una clase privilegiada y prepotente, el llamado pueblo llano o “populacho” como lo llamaban despectivamente en otros tiempos, o mejor dicho (nos llaman, pues yo siempre he pertenecido a este honorable gremio).

Cuando un gobierno, nos quita derechos adquiridos mediante muchos años de lucha reivindicativa, lucha, que ha costado sangre sudor y lagrimas (y no es exageración). Cuando se retrocede en el tiempo, de una forma brutal, en el tema de la sanidad, investigación o educación, que son los tres grandes pilares que hacen a un país prospero y moderno. Cuando se quiere volver a reprimir el derecho a aparejarse con quien a cada cual le de la real gana, o el derecho a ser madre cuando cada una lo crea conveniente. Cuando se les priva a los dependientes de una ayuda imprescindible para poder “sobrevivir”. Cuando los comedores sociales están a tope pidiendo ayuda por no poder atender a tantas personas,  incluyendo a niños que están pasando verdadera “hambre”. Cuando hay cientos de familias que son desahuciadas de sus hogares, y están siendo alojadas y mantenidas por sus familias, (eso en el mejor de los casos), echando un peso extra sobre las espaldas doloridas y reumáticas de cientos de abuelos, que están cansados y tiene derecho a una vejez sin sobresaltos, y no se hace nada. Cuando se descarga todo el peso de la crisis en forma de recortes sobre los hombros de los más débiles y de los que por otro lado ninguna culpa tienen. Cuando muchos jóvenes tendrán que dejar sus estudios por el aumento excesivo en el pago de las matriculas, y la falta de becas.
Cuando un gobierno que solo en unos meses ha incumplido “todo” su programa, y no dimite voluntariamente, el pueblo tiene todo el derecho y el deber de salir a la calle, ya que una gran mayoría, votó un programa en el que se les prometía todo lo contrario de lo que está haciendo, eso tiene un nombre se llama “ESTAFA”.

En los últimos meses, miles de personas hemos salido a la calle, “pacíficamente” a testificar con nuestra presencia el descontento por los derroteros que el gobierno  está llevando al país a todas luces inapropiados y lo que es peor inútiles. ¿Por qué, está sirviendo para algo el sacrificio de la clase trabajadora? Todos sabemos que no, que las cifras de paro van en aumento, y cientos de pequeños negocios cerrando. A estas alturas ya tendrían los gobernantes que haberse dado cuenta y haber cambiado de estrategia, y si no son capaces lo correcto sería elecciones anticipadas. Porque sí, hay otra forma de gobernar, si que la hay, cambiando muchas cosas, pero la hay.

En las tres últimas manifestaciones, que ciertamente han sido multitudinarias, aunque desde el gobierno se ningunea para no variar, pero los documentos en directo salidos en los medios, no dejan lugar a duda. Todos hemos podido ver con alarma, e indignación, como se han portado las Fuerzas del Orden Publico, yo diría más bien del “desorden” y de la provocación, se olvidaron por completo de su deber, por el que le pagamos el sueldo entre todos con nuestros impuestos, y no es otro que “defender al pueblo”, no atacarlo, cuando este se manifiesta pacíficamente por sus derechos que son a la vez los suyos también,  ¿tan difícil es entenderlo?

Está muy claro que el gobierno está perdiendo los papeles, lo saben, saben que lo están haciendo fatal, pero no tienen la dignidad suficiente para dejar el campo libre para que otros lo intenten. Supongo que será el nerviosismo el que ha imperado estos aciagos días, en que las fuerzas del orden, se han saltado todas las normas democráticas habidas y por haber. Los que no estuvimos allí físicamente pero si con el corazón, seguimos en directo gracias a la cadena Sexta, que es la única, por ahora, que se puede ver en cuestión de información de actualidad, no manipulada. Pues bien, viendo las imágenes pasábamos de la indignación al miedo, por tanta furia contra los trabajadores, vimos atónitos como apaleaban a padres, hijos, y abuelos, a tres generaciones unidas defendiendo, unos su futuro, otros los derechos por los que lucharon, pero sin armas, solo con la palabra, y con pancartas totalmente “inofensivas” aunque a las fuerzas del orden les parecieran armas, seguro que debieron de sufrir el mal de Don Quijote, que en vez de molinos veía gigantes.

Incluso vimos incrédulos como  en varias carreteras pararon a los autobuses, y hacían bajar a los ocupantes, además de pedirles su documentación, le registraban las mochilas y los cacheaban, como si se trataran de delincuentes, o terroristas. Demencial. Y por si esto fuera poco, va el Ministro y la Delegada y los felicita públicamente. Una de dos, o el Ministro no ha visto las imágenes del comportamiento iracundo de su tropa, o es un demente retorcido. Pues tendrían que estar pagando por su actuación desmedida y desproporcionada, con la suspensión de empleo y sueldo, para que aprendieran de una vez por todas cual es su misión. Y para rematar la faena el señor Rajoy en unas declaraciones, alaba a los miles de españoles que se quedan en sus casas, y no se manifiestan, solo aceptan los recortes con resignación, eso y llamarles directamente borregos es lo mismo. Como siempre las declaraciones las hace fuera de España, para variar, (este hombre tiene un problema gordo, en España se queda mudo y es cruzar la frontera, y la mudez se le cura). Un poco raro sí que es.

Hemos vivido días en los que los mayores hemos recordado tiempos lejanos, de dictadura y represión a la que por nada del mundo  queremos volver, no ya por nosotros sino por nuestros hijos, tras muchos años de reivindicaciones creíamos haberle dejado un mundo civilizado, mejor que el que a nosotros nos toco vivir, pero parece que en poco tiempo todo se ha ido al garete.

En estos momentos de la historia, y ahora más que nunca, tenemos el derecho y el deber de defender con uñas y dientes nuestros derechos, nos ampara la “Constitución” con todas sus luces y sus sombras, a la cual también habría que darle un buen repaso, pero hoy por hoy es la única que tenemos.

Tantos ineptos, mentirosos, ambiciosos, indeseables, y corruptos, nos están amargando la existencia. La preocupación por el futuro de la juventud es tan inmensa, que ninguna familia se libra de ella. Estamos envueltos en un caos de despropósitos sin parangón, más propio de épocas medievales que del 2.012.

lunes, 17 de septiembre de 2012

RETAZOS 4



LA CARTA.

Sentada en un banco del parque, trato de leer, pero algo ha llamado mi atención y me distraigo. En el banco de enfrente, una mujer de unos cuarenta y cinco aproximadamente. Su extraña actitud ha captado mi interés. En  sus manos, sostiene una carta abierta, la mira como si la estuviera leyendo, mueve la cabeza de un lado a otro, como si no creyera lo que está escrito en ella. De repente alza la cabeza, su rostro totalmente inexpresivo,  y su mirada se pierde no se sabe dónde. Vuelve a centrar su atención sobre las líneas escritas en el pliego blanco, y vuelve a mover una y otra vez la cabeza, como no dando crédito a lo que está leyendo.

Hago como que estoy centrada en la lectura pero no consigo apartar la mirada de ella, que a su vez me ignora completamente. Esta totalmente ausente. Su rostro refleja tristeza e incredulidad, y resignación, pero no odio, ni indignación.

Yo estaba cada vez mas intrigada. ¿Qué le ocurriría? Estuve tentada de acercarme y preguntarle si podía ayudarla en algo, pero no me atreví, no sabía cómo se lo podía tomar, y puede que fuera contraproducente. Decidí no hacer nada, y estar alerta por si acaso me necesitara, pues su actitud de indefensión, me hacía presagiar que se encontraba muy mal.  

Muchas cosas pasaron por mi mente ¿Habría tenido malas noticias de algún familiar enfermo, o accidentado? ¿Quizás su marido o compañero la habría dejado por otra? ¿Sería víctima de malos tratos?  no sé, no sé, pero lo que fuera debía de ser grave, cuando la pobre mujer, no daba crédito a lo que leía una y otra vez.

Después de casi dos horas en la misma posición y actitud, la mujer se levanto con lentitud, como si le costara trabajo moverse, y echo a andar lentamente, con los brazos caídos y  la cabeza baja. Yo la seguí con la mirada, de pronto dejo caer la carta que tanto la había apesadumbrado, y siguió andando casi arrastrando los pies, como si de un zombi se tratara. Cuando se alejó, me acerque al sitio donde cayó la carta, la recogí, con remordimiento, pues pensé que no tenía ningún derecho a fisgar en algo que no me incumbía, aun así no pude contener mi curiosidad. “Mea culpa”.

Volví a sentarme en el mismo sitio, con la carta en mis manos, para mi sorpresa el texto era sumamente escueto,  comencé a leer:

Estimada señora De la Torre, lamentamos enormemente comunicarle que después de veinticinco años trabajando en nuestra empresa nos vemos en la dolorosa necesidad de prescindir de sus servicios, dado la mala situación por la que la empresa está atravesando. Por lo que le rogamos que el próximo lunes no se presente para ocupar su puesto de trabajo, ya que este que ha sido ocupado por una becaria. Le mandaremos a su casa el finiquito.

Atentamente la empresa.


Me quede de una pieza. Pobre mujer, tantos años, y la despiden con unas escuetas y frías líneas, sin más explicaciones, sin unas palabras de ánimo o aliento, de consuelo, de esperanza en que pronto se arreglarían las cosas y todo volvería a la normalidad. Nada, nada, la habían tratado igual que a un papel inservible, arrugándolo antes de echarlo a la papelera, o como si fuera un viejo mueble, que se tira por que sea quedado obsoleto o nunca  hubiera existido.

Ahora me sentí identificada con la decepción de la mujer desconocida.

Por sus gestos de incredulidad y derrumbe, supe que aquella pobre mujer no tenía nada donde agarrarse, y lo que es peor,  a nadie, por quien luchar. En tiempos de crisis y a su edad pensaría que el mundo se había hundido bajo a sus pies.

Realmente me sentí muy mal, por la situación de aquella desconocida, y por  no haber sabido resistir la curiosidad, pues sabía que mi mente tardaría un tiempo en olvidar el problema de esa mujer, a la que ni siquiera conozco, pero sentí su problema como mío. —Creo que eso se llama “empatía”—.

Regrese a mi casa cabizbaja, maldiciendo muchas cosas, muchas.

viernes, 14 de septiembre de 2012

VACACIONES, AUSTERAS, —COMO DIOS MANDA—



Como no podía ser de otra manera en tiempos de “gran crisis”, mis vacaciones han sido austeras, faltaría más. Solo hemos gastado en el alquiler del apartamento, que ha sido un precio módico gracias a  unos buenos amigos, Patro y Paco, los dueños del mismo. Y el gasto  normal en alimentación.

Situado en la famosa playa de la Carihuela, lo que se dice “a dos pasos” de la susodicha. Bonito y cómodo, todo nuevo y acogedor, y lo mejor, una hermosa terraza patio, donde disfrutábamos del desayuno, y de la cena, momentos de verdadero relax.

Lo mejor, varias cenas con amigos en la terraza, en plan tertulia relajada. El encuentro fortuito  y casi novelesco con un amigo bloguero, “fus”, con él y su esposa Conchi, (casualmente Paco y Conchi) compartimos una rato de lo más ameno.

Aparte de los matutinos paseos playeros, refrescantes chapuzones y secado al sol, lo demás han sido las largas horas de lectura, en la playa, tanto por la mañana, como al atardecer, bajo la sombra del hermoso palmeral, y los ruidos inevitables de conversaciones ajenas, a las que yo hacía “oídos sordos” amenizados por los graznidos de unos papagayos que al parecer se han hecho los dueños del palmeral. Siempre evitando las horas centrales de calor, que al parecer son las que más les gusta a la gente, pues cuando nosotros nos marchábamos era cuando más gente veíamos acudir a ellas.

Creo que he batido mi propio record de lectura. Me lleve una novela que tenia empezada, de Stephen King, llamada “Verano de corrupción” bastante truculenta por cierto, se trata de un chico muy joven que descubre que un vecino suyo, ya anciano, era un conocido nazi. El chico usa la información para chantajear al anciano, sonsacándole todo tipo de información morbosa de los terribles acontecimientos. Un inteligente y perverso crío, que llega a cometer actos inverosímiles en un joven de su corta edad. Interesante como casi todas las de este autor, del que mi hijo Paco tiene una buena colección de sus obras.

Como solo me había llevado esa, tuve que buscar alguna librería, o sitio donde vendieran libros de bolsillo. Pues aunque parezca mentira no fue fácil, las pocas que encontrábamos tenia los libros en ingles, o alemán, por fin dimos con un establecimiento de los que son  una especie de supermercado y basar tan comunes en los sitios de costa. Solo le quedaban tres, en español, una de pequeño formato, y escaso texto, llamada “Sabor a chocolate” de José Carlos Carmona, doctor en Filosofía, que ha sido premiado por la universidad de Sevilla, el autor describe en un mínimo texto con bastante habilidad, muchos acontecimientos de la vida de varios personajes a lo largo de sus respectiva vidas.  Se lee en una hora, y es ameno.

De las otras dos una ya la había leído, era “La Calle de la Vírgenes” de Barbará Wood, buenísima novela sobre los fanatismos religiosos y la gran discriminación de las mujeres en los países islámicos, conflictos políticos y culturales, violencia y abuso sexual, se desarrolla a través de tres generaciones de mujeres. Es muy recomendable, me encantó. Sin duda la leeré otra vez cuando pase un tiempo, tengo costumbre de leer dos veces las que, como se suele decir, nos dejan buen sabor de boca. La única que le quedaba, era de la misma autora, lo que me satisfizo, ya que tanto me había gustado la anterior, por lo que no dude en comprarla.

El titulo es “Domina”, cuenta la historia de una doctora desde su nacimiento, en 1860 en un humilde barrio de Londres. Una infancia un tanto dramática para una niña, la hizo ser fuerte, forzosamente. Su atracción por el dolor físico y gran interés en buscar  formas de paliarlo creo en ella una necesidad de ayudar a los más débiles, (quizás por empatía).  Al ir creciendo, tuvo claro a lo que quería dedicarse el resto de sus días.

En el siglo XIX para una mujer estudiar medicina y además ejercer era casi misión imposible. Se trasladó a Estados Unidos donde tras muchas humillaciones y vicisitudes (que no voy a desvelar) no solo logra su título, también  logra grandes avances en medicina de mujeres, en unos años en los que miles de ellas morían de infecciones al dar a luz, o en abortos clandestinos. En definitiva una novela de una escritora que sabe contar las historias consiguiendo enganchar al lector desde las primeras líneas. Ideal para  pasar los ratos de ocio.

Con el cuarto libro -este fue encontrado de casualidad en un gran centro comercial-, “La aventura del tocador de señoras” de Eduardo Mendoza, autor que consigue sacarme no solo la sonrisa, a veces la carcajada limpia y espontánea. Me encanta su forma de describir al personaje, que es el mismo de la primera de la trilogía, “El misterio de la cripta embrujada” que leí hace un tiempo, le sigue “El laberinto de las aceitunas” esta segunda parte, no la he leído. El autor crea un personaje, “el protagonista”, que  a su vez, es el narrador de la historia.  Con gran habilidad mezcla los pensamientos del protagonista que son de lo más inverosímiles e ingeniosos, con el relato de los hechos un tanto rocambolescos. Esta me ha hecho pasar muy buenos ratos, y eso se agradece en tiempos de crispación continua por el desarrollo de los acontecimientos en este jodido país, de trápalas.

Con esta novela llegamos al término de los días de descanso, o vacaciones austeras como yo  las llamo.

A muchas personas les parecerán aburridas, cada cual tiene una percepción distinta de lo que es pasarlo bien. Yo disfruto solo con mirar al mar, y pasearme por su orilla, perderme en mis pensamientos, leer las historias de los personajes que otros se han inventado, algunos magistralmente bien,  para mí personalmente, han sido muy satisfactorias, será por la edad que ya me apetece mucho más la tranquilidad, que los largos viajes en los que acabas con el cuerpo hecho trizas.

En fin, ¡que “ca” uno es “ca” uno!

martes, 21 de agosto de 2012

SETECIENTOS TREINTA Y UN DÍAS, CIENTO CINCO ARTÍCULOS.



Hoy cumple mi blog, dos años, el año pasado me olvide, me falló mi estado neuronal, cada vez más deteriorado. Éste, he procurado recordarlo con el tiempo suficiente de celebrarlo haciendo una entrada especial. Más que nada por aquello del cariño, que le tomamos a las  cosas que hacemos y nos aportan satisfacciones personales.

Decidí abrir un blog, con el único fin de dar rienda suelta a mi afición por escribir, y a dejar almacenado todos mis escritos,  para  que el día de mañana mis nietos tengan una idea de cómo era realmente su abuela Conchi, a través de los artículos personales, algunos relatos, y otras cosas que estoy empezando a poner con el sobrenombre de RETAZOS, con los que me siento bien escribiéndolos. En el fondo no creí que tuviera capacidad para llenar mucho espacio. Empecé con miedo, no al ridículo, que eso me da igual, sino a no ser capaz de desarrollar mínimamente una afición que siempre he tenido. Me pasó igual con la pintura, y el resultado fue positivo, o al menos eso creo.

En estos ciento cinco artículos creo que he hecho comentarios sobre todo. Siempre desde mi óptica, sin ninguna pretensión que no sea la del entretenimiento, y sin tener nunca la certeza de estar en posición de la verdad, faltaría más.

Desde estas páginas virtuales, he alabado la belleza de las estaciones del año. He escrito de mi afición por la copla, más que nada por los recuerdos que al oírlas retornan a mi mente, aunque reconozco que la gran mayoría son de un machismo trasnochado que da pavor. A la importancia de  los olores y sabores, en nuestra vida. A mi admirado Miguel Hernández, el poeta del pueblo, y el que más ha logrado emocionarme. A Charles Dikens en el doscientos aniversario de su muerte. A la recuperación de la memoria histórica, un tema que no se ha cerrado como debiera. De la política y de los políticos, he sido dura con ellos, pues no soporto que nos mientan una y otra vez. De las elecciones y del injusto sistema de la Ley D’Hont. Del 15 M, un nuevo movimiento que surgió como el Ave Fénix para insuflarnos la esperanza que teníamos perdida o, como poco, dormida.  Como no podía ser de otra manera, de la Curia Vaticana y sus barbaries a lo largo de la historia, y de cómo ellos por motu proprio no renuncian a sus privilegios,  mientras una gran parte de la sociedad está pasando hambre y vive de la caridad, mientras ellos se embolsan miles de euros al año, —es una vergüenza—. Me gustó, el artículo que salió titulado “De religión cristiana” en la que cuento mi trayectoria de cristianismo obligado en mi época, y mi posterior desapego por la lógica de los razonamientos históricos. Del maltrato, una lacra que desgraciadamente, no se acaba nunca. De la importancia de las huelgas  para los derechos de los trabajadores, donde siempre son los mineros, los más valientes y reivindicativos del proletariado. Del rescate de los mineros tras el terrible accidente de  la mina de San José en Chile. De los derechos de los niños, que sistemáticamente incumplen los estados sin que nadie page por ello. Del miedo y las fobias. De los eufemismos del gobierno. De Cádiz de su ingenio, y la Pepa. De la navidad, de la semana santa, de las ferias, y del carnaval, siempre desde la óptica de mis recuerdos. Con “El Tren de la Vida” hago un repaso por las oportunidades que la vida nos concede, y de cómo vamos cargando nuestro –vagones- nuestra vida, de personas queridas y de más responsabilidades. De lo poco que ha cambiado el género  humano, pues se siguen cometiendo los mismos errores. De la ambición por el poder. De la justicia y de la injusticia. De las madres llamadas -pateras- que arriesgan su vida para que sus hijos tengan una vida mejor que la suya.  De mi testamento vital, en el explico que estoy preparada, y mi decisión de no querer vivir artificialmente, además de mi consentimiento de donar los órganos servibles. etc. etc. etc.…

Como no podía ser de otra manera, también he hablado varias veces con orgullo de mis seres queridos, mis hijos y nietos, del hombre con el que he pasado la mayor parte de mi vida, Paco. De la casa donde me crié, y de la forma de vida de aquel tiempo. Y como no, de mis padres, a los que les debo no solo la vida sino una forma de ser.

Mi padre el hombre más trabajador y honrado que ha  parido madre, de él me viene la afición por todas las artes  manuales, él era un  gran maestro, y un gran defensor a ultranza de las injusticias. Y qué decir de mi madre, la vida le puso muchas trabas, pero era inteligente, y luchadora, de ella aprendí además de la afición por la lectura, a ser sensata, y realista, además del arte de la cocina, entre otras muchas cosas.

Estoy feliz de haber sido atrevida. Sé que lo que escribo no es para tirar cohetes, pero para mí significa mucho, una mujer mayor y sin estudios. Me siento bien conmigo misma que es lo importante. Y espero no haber ofendido nunca a nadie, de los que gentilmente tienen la deferencia de leerme, cosa que agradezco, pues nunca pensé que nadie se pudiera interesar por mis sinceros y humildes escritos. Puede que alguna vez se me haya pasado alguna falta de ortografía, si ha sido así, pido disculpas.  Lo malo es que mis cansadas neuronas no retienen la información que le mando una y otra vez pero estoy en ello.

Gracias a todos  los que en algún momento me habéis dado animo.

Mientras que el cuerpo aguante, –espero que sea mucho—RESISTIRÉ. 


lunes, 13 de agosto de 2012

DIFERENCIAS ENTRE “SOLIDARIDAD”, Y “CALUMNIAS”

No puedo dejar de poner esta entrada en mi blog como “artículos personales” pues estoy tan, tan indignada, que necesito desfogar mi indignación.

El país entero habla de unos hechos acontecidos hace pocos días. Protagonizados por miembros  del Sindicato Andaluz de Trabajadores, cuyas siglas son SAT. Los hechos en cuestión, son los siguientes: varios miembros de dicho sindicato, entraron pacíficamente, cada uno con un carrito de la compra, fueron echando artículos de primera necesidad hasta casi llenarlos, y tranquilamente salieron por delante de las cajas sin pararse a pagar. Protestas de las cajeras, y algún empellón que otro, nada alarmante. Hay que decir que dicha organización previamente había llamado, a los periodistas. Diréis que es un contra dios, entrar a “hurtar”-ya que los hechos no tienen categoría de robo-, y llamar a testigos, pues no, ya que la cuestión es muy  simple, estas personas solo querían llamar la atención de la sociedad, y sobre todo del gobierno de la dolorosa situación en la que se encuentran miles de familias, que están ya en la indigencia más severa y absoluta, cifras de Caritas  o Cruz roja, lo testifican. Hay que decir que la cantidad de lo sustraído no paso de unos cuatrocientos euros aproximadamente, nada comparado con lo que nos va  a costar a todos los españoles salvar a los bancos. 

Ellos, en ningún momento pretendían quedarse con lo “hurtado”, la prueba es que rápidamente entregaron los productos a familias desahuciadas de sus casas que ocupan provisionalmente pisos vacios, y están malviviendo de la caridad de familias o amigos y de gente solidaria. Como comprenderéis ellos no le hicieron ascos a los productos, al contrario super agradecidos. Estos fueron a grosso modo, los “graves” hechos.

Un hecho sin precedentes, es que todo un señor ministro curse personalmente orden de detención, e ignore que solamente son los jueces los que tienen la potestad de hacerlo. La diligencia del ministro, ha mi modesto entender, ha demostrado dos cosas: una su ignorancia, y otra, el alto grado de nerviosismo que impera en el gobierno.

Hasta aquí lo que yo llamo SOLIDARIDAD para con los más débiles. La cual cuenta con todo mi apoyo moral y si hace falta presencial. Ahora entra el motivo de mi indignación y supongo que el de toda la gente con principios humanos y solidarios.

Inmediatamente que los hechos salen a la luz pública, con la misma rapidez, surgen las CALUMNIAS, de todo tipo, algunas tan disparatadas que cuesta trabajo creer que hayan hecho mella en la gente. Como decía mi madre que era una de las mujeres más sensatas e inteligentes que yo he conocido, —CALUMNIA QUE ALGO QUEDA— es un dicho tan verdadero como que nacemos y morimos, por desgracia sé de lo que hablo.

Es un hecho real que la CALUMNIA es más veloz que el viento. Y al igual que el viento se filtra por todos los rincones más recónditos.

La CALUMNIA, junto a la ENVIDIA suelen ser armas de “destrucción masiva”, aunque con un poco de suerte se vuelve contra quien la levanta. ¡Que así sea!

sábado, 11 de agosto de 2012

RETAZOS 3



 RUTINA

Ring, Ring, Ring, ¡no, no, todavía no! Saco el brazo y apago el aparato “martirizador” o despertador, que pena, aún tengo sueño. Me desperezo, y acaricio mi almohada aún caliente, siento la imperiosa tentación de volver a acomodarme entre las sabanas, pero desgraciadamente, no me lo puedo permitir. No lo pienso más, de un impulso salto de la cama, y dando tumbos, me dirijo al cuarto de baño, con los ojos a medio abrir, casi palpándolo abro el grifo de la ducha,  entro en el rectángulo y cierro la puerta corredera, dejo correr el agua unos segundos, y respirando hondo me dejo inundar, durante unos segundos.

Es una de las pocas cosas agradables con la que comienzo a afrontar el nuevo día.

La segunda, una taza de buen café solo con unas gotas de leche, su aroma y el efecto que hace en mí, es similar a la de una radio al ponerle las pilas nuevas. Han sido solo unos instantes de relax, pero imprescindibles. Después, todo son carreras. Hacer la cama, vestirme pintarme un poco la cara, solo por estética, pues lo de la coquetería ya quedo atrás hace mucho. Recoger alguna cosa olvidada por la noche en el salón y colocar bien los cojines del sofá. Una de las pocas cosas buenas que tiene  estar sola, es que nadie me altera el orden de las cosas, solo yo, tampoco vendrá nadie a hacerlas, solo yo.

Cojo el bolso, busco las llaves, si, están aquí, me pongo el abrigo, salgo rápidamente y a correr. Llego a la parada del metro. Espero, inmediatamente llega. Por unos instantes veo mi imagen reflejada en los cristales, no me reconozco, no me gusto nada, hubo un tiempo en que me sentía bien mirándome, ahora a mis 48, para nada. Entro entre empellones, consigo un asiento, respiro hondo, otros minutos de relax. Miro a mí alrededor, y veo las mismas caras de todos los días. El señor bajito con ganas de charlar al que todos damos de lado, pues es un poco pesado.

La mayoría estamos sumidos en nuestros pensamientos, yo particularmente prefiero observar. La señora mayor que cuida de una anciana. Lo sé porque siempre se junta con otra amiga que es enfermera, y no paran de hablar todo el rato (Se ve que su café es mejor que el mío, y están más despejadas), la enfermera le cuenta a su vez episodios ocurridos en el hospital donde trabaja.

Un par de abuelos que van a recoger a sus nietos para llevarlos al colegio, uno es muy simpático y gracioso, el otro aprovecha cualquier oportunidad para sacar a relucir sus batallitas de juventud, —por lo que se deduce es que sigue añorándolas—.

Siempre he sido muy observadora, y me llama la atención sobre todo los ojos de las personas, por ejemplo: estos dos abuelos, tienen la mirada apagada y demasiado serena por el paso de los años, cuantas cosas habran visto sus cansados ojos. En cambio la de los jóvenes que se suben a la misma hora, tienen la mirada limpia, transparente, y diría yo que ardiente, con el fuego que dan las neuronas jóvenes, —o al menos a mí me lo parece—.

Jóvenes de ambos sexos, entran a diario a esa misma hora, ¡cómo cambian las conversaciones! La mayoría van a los institutos con la mochila cargada de libros. Ellos hablan de los temas que les ha puesto el profe, algunos no tienen el menor pudor y se refieren algún profe como, —el hijo puta ese, se nos quiere cargar— o se refieren a sus padres como —mis viejos—. Los lunes el tema es el fin de semana pasado, —lo pasamos de puta madre, te lo perdiste— se lo restriegan a alguno que no estuvo en su movida. Acto seguido los chicos hacen un aparte y las chicas otro, bajan la voz y solo cogemos alguna que otra palabra, como: —Estaba buenísimo, o —No veas cómo estaba la chavala de caliente. o —Nos pusimos ciegos— ¡Pero no especifican de qué! El vocabulario de la mayoría es más que elemental. Solo hay dos, que se distinguen de los demás por sus conversaciones más trascendentes, más de una vez los he oído hablar de política, de cómo está el país, del futuro incierto que tienen por delante, etc., estos dos siempre van más apartados de los otros, aunque he notado que uno de ellos mientras habla no deja de mirar a una de las chicas del otro grupo, y como ella, le devuelve la mirada, acompañada de una semi sonrisa a lo Gioconda.

Luego están los que se absortan leyendo el periódico. U otros, escuchando música en las diminutas radios que llevan en el bolsillo que no sé cómo demonios se llaman, quizás Mp3, no lo sé exactamente, yo me pierdo con las nuevas tecnologías, reconozco que estoy un poco anticuada.

Otra chica un poco mayor que los otros siempre lee un libro. Ah, me olvidaba de una señora que me hace mucha gracia, pues desde que entra se sienta, acomoda la postura y se duerme, y no se despierta hasta que llegamos a su parada, y con el tiempo justo se baja tan tranquila. ¡Tiene un dominio del tiempo increíble, la jodia! Luego están los inusuales que no los vuelves a ver.

Los asiduos a esa hora se van dispersando cada cual se dirige a sus respectivas obligaciones. Con la resignación que da el trabajar o estudiar, por obligación, muchos tienen la suerte de hacer lo que les gusta la gran mayoría no.

Estoy segura que muchos son mediocres porque no encuentran placer en sus trabajos, en otros más adecuados a sus habilidades serian felices y brillantes.

No pesa el trabajo pesa que no sea el que nos gustaría. Quiero decir que no todos están donde debieran estar. Pero así funciona esta sociedad. La rutina diaria se hace tediosa, pero hay veces en la que  echamos de menos las caras conocidas, la sonrisa acompañada de los buenos días, algún comentario con los más afines, de cómo está la situación en el país, ecte…

En fin, que si nos paramos un poco a pensar, el noventa y cinco por ciento de nuestra vida es pura RUTINA.


miércoles, 1 de agosto de 2012

RETAZOS 2



A LAS PUERTAS DE OTRA VIDA, O MÁS BIEN, DE LA NADA.

Quería abrir los ojos pero no podía, mis pupilas a través de los parpados detectaban un resplandor inusual, me hacía daño en la retina, decidí desistir y mantenerlos cerrados.

Inconscientemente pensé, en aquello tan manido de la luz al final del túnel, ¿me estaría pasando a mí? ¿Por qué si no, se me ha venido a la mente?  ¿A caso me estoy muriendo? No, no puede ser, soy muy joven, aun no he tenido tiempo de conocer a fondo la vida, no, no sería justo, me niego rotundamente. ¡¡¡Tengo que hacer algo!!! ¡¡¡Pero no puedo moverme!!!

Oía voces, ¡rápido, rápido, que la perdemos! Seguía sin poder abrir los ojos, no sabía de quien eran las voces, seguramente eran médicos tratando de salvarme la vida. ¿Pero qué había pasado? no consigo recordar nada.

La luz se hacía cada vez más intensa, empecé a ver figuras etéreas  casi transparentes, como flotando en medio de la potente luz. No parecen personas, yo no creo en otro mundo ni en la reencarnación, ¿Qué podrá ser?

Por un lado sentía que había personas que hablaban de prisa y con voces alteradas, estaba segura, trataban de salvarme la vida. Más lejanos y apenas audibles murmullos, susurros apenas ininteligibles. ¿Serian mis seres queridos desaparecidos hacia años, que me llamaban a su lado? Eso dicen que pasa, pero yo nunca lo creí, y sigo sin creerlo. También escuché alguna vez, que en los momentos finales pasa por nuestra mente todos los acontecimientos más importantes de nuestra vida, tampoco lo creo, nadie ha vuelto para confirmarlo, debe ser  uno de tantos bulos que la gente con imaginación se inventa. O un extraño fenómeno obra de la mente en circunstancias trágicas como debe de ser la que me haya ocurrido a mí, no se quizás un accidente, aunque sigo sin recordar.

Sea lo que sea, siento una paz interior, no sufro, ni tengo ningún dolor, o quizás sí, y el propio dolor anestesia mi mente, puede ser, porqué no.

No sé cuánto tiempo pasa, segundos, horas, minutos, me siento flotar. Poco a poco escucho palabras coherentes. Sigo viendo  luz pero no tan intensa. Intento abrir los ojos lentamente. Distingo algunas caras desconocías, hablan entre ellas. Me preguntan ¿Cómo te llamas? Intento pronunciar mi nombre sin conseguir que de mi boca salga sonido alguno. Después de unos segundos, alguien dice aún es pronto, dejémosla descansar. Siento que entro en un agradable sopor.

Creo que he dormido mucho tiempo. Mi mente empieza a encajar los trozos del puzle. Estoy conduciendo mi coche, suena la música en la radio, me siento feliz. De pronto algo se cruza por delante como una ráfaga, me da tiempo a distinguir a un crío en bicicleta, doy un volantazo.

No recuerdo nada más

La puerta de la habitación se abre, entran dos personas, el doctor y la enfermera. Antes de que me digan nada, le pregunto ¿doctor que ha pasado con el chico? Dígame por favor que no lo he matado. El médico enseguida contestó tratando de calmarme, tranquila, tranquila el chico está bien usted lo salvó. Entonces por favor ayúdenme a levantarme necesito estirar las piernas  porque no me las siento.  Las miradas del doctor y la enfermera se cruzaron.

Hay silencios que hablan por sí solos. Sentí un escalofrió.

domingo, 29 de julio de 2012

RETAZOS



TARDE DE LLUVIA

La vista de la ciudad desde el ático en la séptima planta en la que estoy, es realmente hermosa. La copa de los arboles de un parque cercano se asoman por encima de los altos edificios, como curioseando lo que pasa por las calles. Ellos son el toque de color entre grises asfaltos y bloques interminables. Ellos nos regalan el oxigeno que la contaminación del intenso tráfico, nos roba. Una tenue luz semejante a la niebla, se va apoderando de la ciudad y de sus gentes que caminan ensimismados, aislados  en  sus propios pensamientos. La tarde se desliza suavemente sigilosa, como no queriendo que nos demos cuenta de que se está yendo de puntillas, sin despedirse, quizás para que no la detengamos, o quizás tenga un pacto de relevo con la noche, sí, eso debe  ser.

La lluvia cae lentamente. Mi cara y mis manos en contacto con  los fríos cristales. Siento en todo mi cuerpo su frescor, y me agrada. Suena la música de fondo, “Time To Say Goodbye” cantada magistralmente por “Andrea Bocelli, y Sara Brightman”, esta canción siempre me emociona.  Le he dado libertad a mi mente dejándola en blanco. A  veces quiero hacerlo y no puedo, sin embargo hoy me ha sido fácil. No pienso en nada, siento que de mis ojos salen lágrimas furtivas que caen lentamente al unísono de la lluvia sin que yo haga nada para detenerlas, para qué. Aunque no sé la razón de ellas no me molestan, ¿o acaso hace falta tener motivos para llorar? realmente no lo sé, creo que no, que  esas lagrimas que ni siquiera son llanto, cuando salen involuntariamente, casi con placer, son una parte más de nuestro organismo y como tal aparecen cuando le apetece. Lo mismo que aparecen los dolores sin que podamos hacer nada. Al contrario que en el caso del dolor, las lágrimas sin motivo son relajantes, y  placenteras.

Siento que un gran bienestar se apodera de mí como si algo o alguien ajeno a mi cuerpo, me hubiera hipnotizado. Me dejo llevar, disfruto de esos momentos de placer fortuito, inesperado, sublime, de una acogedora y nostálgica, tarde de lluvia.

Realmente hacía mucho tiempo que no me sentía también.

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LA SOLEDAD.

Desperté una mañana y la pude sentir.
Todos mis sentidos y mi cuerpo entero la detecto.
Estaba presente en mí, y en todo lo que me rodeaba.
Yo no la llame, no la desee, y sin embargo acudió a mí.
Llego  cuando menos la esperaba. La soledad.

Nunca creí que vendría, para hacerme compañía, ¿Qué contradicción?


sábado, 21 de julio de 2012

QUE BELLO ES VIVIR.




Hoy sábado 21 de Julio hizo una tarde calurosa y soporífera, digna de la fama de calurosa que Córdoba tiene por meritos propios. Después del primer sopor de la sobremesa en el que todos nos trasponemos en menor o mayor medida, anduve haciendo “zapping” con el mando de la caja tonta, porque a esas horas no soy capaz de concentrarme en ninguna lectura, simplemente me dejo llevar de la pereza propia del calor, aliviado en parte por el aire acondicionado. (Veremos cuando venga la factura de la luz) Pues bien, después de dar muchas vueltas arriba y abajo, todas las películas que ponen las repiten cientos de veces. Entre ver una cualquiera, decidí volver a ver una vez más, la película de “QUE BELLO ES VIVIR”. Estoy casi segura, de que es la película más vista de la historia del cine. En todas las navidades no falla, son muchas las veces que la repiten, y en varias cadenas a distintas horas. No hay duda de que es un clásico entre los clásicos.

Película de 1946 dirigida por Fran Capra, guion de; Frances Goodrich, Albert Hackett, y el propio Capra, y música de Dimitri Tiomkim. James Stewart encarnando al protagonista George Bailey, un sencillo y humilde hombre que mantiene a duras penas el negocio familiar un pequeño banco de préstamos, con el que ayuda a los más humildes, y con el que sostiene a su numerosa familia. Un pequeño percance hace que el negocio se vea  en la quiebra, desesperado solo ve salida quitándose la vida para que su mujer pueda cobrar el seguro y saque a flote a sus hijos. Que voy a contaros que no sepáis si seguro que la habéis visto tantas veces como yo.

Pues aun habiéndola visto tantas veces, las lágrimas siguen saliendo como si fuera la primera vez. Siempre digo; esta vez no voy a llorar pues ya me la sé de memoria, es absurdo que me siga emocionando, pues nada, no sirven de nada mis propósitos, me meto en la historia y a llorar. Ese pobre hombre, cuando el ángel para que desista de querer suicidarse, le hace ver lo distinta que hubiera sido la vida sin él, y como él, se va desesperando porque nadie lo conoce, ni siquiera su propia madre, ni su mujer que era una bibliotecaria solterona, luego sus hijos tampoco existían. Pobre hombre que mal rato, y que mal rato pasamos los espectadores siempre que la vemos. Como abrazaba a sus hijos y a su mujer, que alegría sintió al comprobar que todo seguía igual, ya no le importaba lo que pudiera pasarle, había recuperado su vida y a sus seres queridos. Y para colmo cuando comprueba la solidaridad de todos los vecinos a los que él tantas veces había ayudado, ahora son ellos los que  con sus aportaciones lo sacan del apuro. No creo que haya nadie que no se haya emocionado con esta escena final. Lágrimas, mocos, y montón de pañuelos empapados de ambos, que utilizo cada vez que la veo. (Sensible que es una).

Es increíble como una película, obra de teatro, o música, cuando  son buenas, y están bien interpretadas, nos llegan a conmover y a tocar las fibras más sensibles de nuestro organismo, siendo inútil querer retener la emoción que se apodera de nosotros en esos momentos. Hay una lucha en la que nuestra mente no consigue dominar a la emoción, por lo menos en mi caso es así, aunque sinceramente reconozco que me gusta dejarme llevar, me preparo una buena porción de “kleenex” y a disfrutar. (Puede que sea puro masoquismo).

De todas formas me parece muy interesante la idea de pararnos a pensar cuantas cosas serian distintas sin nuestra existencia. 

En fin, la película creo que tiene una buena enseñanza, dejando a un lado la fantasía del simpático ángel, y es que nos hace pensar que hay cosas tan importantes como la familia y los amigos, y que por muy mal que se pongan las cosas, siempre habrá un camino de salida.

En estos tiempos que estamos atravesando, seguro que hay mucha gente desesperada, espero que sepan aguantar y no se dejen llevar por el fatalismo. Siempre que una puerta se cierra, dicen que hay otra que se abre. Ojala así sea  para miles de familias que van a necesitar toda clase de apoyos. Mucha suerte para todos.

lunes, 16 de julio de 2012

DE LA INDIGNACIÓN HEMOS PASADO A LA REBELDIA Y LA MOVILIZACIÓN.



La gran mayoría de españoles, que ya llevábamos tiempo sufriendo de un mal llamado “indignación” por razones obvias, que todos conocemos y no voy a repetir, hemos llegado al límite de la tolerancia, después de los últimos viernes negros, y del último comunicado del gobierno del miércoles pasado, donde nos dieron “la puntilla” en términos taurinos. Hemos tocado fondo, ya no podemos soportar más vejaciones, más injusticias, más burlas descaradas, ni más tomaduras de pelo. El miércoles todos los españoles pudimos comprobar la catadura moral de unos impresentables diputados del partido gobernante, que aplaudían a su “jefe” riéndose por lo bien que lo estaba haciendo. Y una de ellos para más “inri”  se permitió el desahogo de decir “que se jodan”, una señora que es hija de padre presunto corrupto, y ella misma que presuntamente está defraudando al erario público cobrando lo que no le pertenece, tendría que caminar con la cabeza por los suelos. Todo eso pasaba cuando la gran mayoría de españoles estábamos al borde de un ataque de nervios, y negros de la indignación.

Este gobierno que durante meses, en la oposición y después en el gobierno, no se cansaba de decir que ellos no subirían el IVA, (que subir el IVA era de ser un mal gobernante), eso lo decían por activa y por pasiva, y siguieron diciéndolo cuando entraron a gobernar, y no solo fue el señor presidente, también sus más allegados colaboradores. ¿Qué ha cambiado? Por qué a Zapatero lo ponían a parir, cosa por otro lado comprensible. Pero nunca he estado de acuerdo en la forma tan indigna de hacer oposición, que han tenido, me parece sencillamente vergonzosa. Porque  una cosa es discrepar y otra el acoso y derribo sin dar soluciones sin aportar la más mínima idea ni apoyo, su deber era arrimar el hombro en un tiempo de crisis mundial. Pero no, eso era ser demasiado blando para ellos. (Sin embargo lo que ellos no hicieron, ahora se lo exigen a la oposición) sin duda doble vara de medir. Jamás en la corta historia de la democracia, un partido ha conseguido tanto con tan poco. Si la crisis en vez de estallarle al PSOE por ser el que gobernaba, hubiera sido al revés, hoy estarían gobernando los socialistas. Y no quiero defender a los socialistas porque no se lo merecen, han tenido en su mano la oportunidad de oro de cambiar muchas cosas, apoyándose en remediar la crisis, ellos podían haberlo hecho; Banca Pública, que hubiera dado crédito a los pequeños y medianos empresarios, y a los propietarios de pisos en riesgo de desahucio y suprimir de un vez por todas y para siempre, los muchos privilegios que tiene la iglesia, (no olvidemos que son miles de millones de euros) que van a parar a las arcas vaticanas. Solo con estas dos cosas hubieran demostrado su esfuerzo en hacer las cosas bien, algo mejor les hubiera ido y posiblemente no hubieran perdido el gobierno.

De todas formas, este gobierno y el anterior, se han tenido que tragar sus palabras, sin que se les caiga la cara de vergüenza, algo que yo nunca comprenderé. Si por las circunstancias, no se es capaz de buscar soluciones optimas sin dañar a los más débiles, “se dimite”, así de simple, “se dimite” una dimisión a tiempo es una victoria, un gesto que honra al que lo hace.  
¿Por qué no lo hacen? Acaso son tan ignorantes que no saben que el honor es respetar la palabra dada. Que la honradez es no quedarse con nada que no nos pertenezca, ni hayamos ganado con el sudor de nuestra frente. No lo creo, simplemente los pierde la ambición, una ambición descontrolada, sin el más mínimo de pudor.


Parece que es mucho más fácil, recortar a los funcionarios sin tener en cuenta que hay cientos que ganan menos de mil euros. Sin lugar a dudas, con estos últimos recortes (por ahora claro), las listas del INEN se incrementaran de una forma más que alarmante, será “caótica”. El deterioro de la sanidad, y de la enseñanza, pronto será patente. Habrá líos en los hospitales, y en los ambulatorios. Muchos jóvenes con talento quedaran en la cuneta por no poder pagar sus padres las matriculas de sus carreras. La ley de Dependencia, que ya de por si era corta, con estos recortes sin precedentes, y bochornosos desaparecerá. Muy pronto se verán los problemas familiares. Pero claro para ellos serán solo daños “colaterales” ¿Cuántos pequeños comercios tendrán que cerrar? Cientos de jóvenes se están yendo a otros países. Para que seguir, no voy a decir nada que no sepáis. Un gobierno que dice que hay mucho fraude, (y eso es verdad) pero contradiciéndose premia a los defraudadores, (él mismo trabajo, asesorando a los empresarios a saber cómo defraudar, ¿?
Sin duda han abierto la caja de los truenos, espero que no se quejen luego.

Esta maldita crisis que todos veíamos venir y nadie hizo nada por detener, irrumpió en nuestras humildes y tranquilas vidas, de pronto un maremágnum de subidas y bajadas de bolsa, nos castigaban en todos los telediarios, sin que comprendiéramos nada, todo nos sonaba a chino, la palabra “mercados” sonaba a todas horas. De pronto nos apareció una “prima” sin saber de qué rama de la familia era, para colmo era de “riesgo” de mucho riesgo como se comprobado después.

Con motivos sobrados el pueblo ha pasado de la indignación, a la rebeldía y a la lucha, es lo único que nos queda. Los mineros como siempre a lo largo de la historia, los primeros en tirarse a la calle a reivindicar sus derechos, ellos nos han abierto el camino, tomaremos las calles y con valentía daremos la cara y esperemos que no nos la partan. (Que esa es otra).

Nos dicen que salir a la calle no es bueno, pues la imagen que podemos dar al resto de Europa es muy mala, (no te jode) peor es la que están dando ellos.

UN GOBIENO QUE NO TIENE MISERICORDIA CON LOS MAS DÉBILES NO MERECE GOBERNAR.

lunes, 9 de julio de 2012

UNA GRAN MAREA NEGRA SE APROXIMA A MADRID.



Dos columnas dos, Asturias León, y Aragón, se deslizan andando desde sus respectivos municipios, con el solo propósito de que se cumplan unos acuerdos, acuerdos pactados y firmados. No importa que fuera el gobierno saliente el autor de dichos pactos, el entrante tiene la obligación legal y moral de respetarlos. Y si ha habido verdaderas fortunas de dinero para los bancos, y hay miles para enriquecer aun más a la Iglesia, como pueden negar unas migajas, a todo el sector minero.

Mañana martes por la tarde las dos columnas se encontrarán, se abrazarán, llorarán, y  mezclarán sus cansados y sudorosos cuerpos a las puertas de Madrid, formando un gran lazo de unión. Ya todos reunidos en una sola columna harán una última marcha nocturna, entrarán en Madrid, hasta llegar a La Puerta del Sol, será emocionante para todos, no solo para ellos estoy segura que serán recibidos por una marea  humana de solidaridad sin precedentes, que los acompañarán hasta Sol. El resto de españoles les seguiremos con el corazón desde nuestras casas, y nos emocionaremos con ellos, compartiendo todo lo que podamos desde estos medios maravillosos que son lo único que tenemos para que nuestras voces se oigan.

 El gobierno con sus injustos y continuados recortes, está consiguiendo que la “marea negra” sea un “símbolo” para todos los españoles que han visto mermados sus derechos de forma brutal.

A lo largo de la historia los mineros han sido los que más han luchado por los derechos de los trabajadores, a todos ellos les debemos mucho.

A ellos hombres y mujeres, que bajan a las profundidades, para arrancarle a la tierra pedazos de sus entrañas.

Como decía Miguel Hernández, “con cosas de varón”  y yo añado, “y ovarios de mujer”.

A tantos a los que la tierra, seguramente indignada por su intromisión en sus entrañas, se vengó cegándole sus vidas.

A todas las mujeres, madres, hijas, y nietas de mineros, que sufrieron y sufren cada día, la larga espera de la vuelta.

Que la marea negra que envuelve España tenga mucha suerte, porque se lo merecen, y por el ejemplo de unidad que han sabido darnos a todos los trabajadores.

Ellos ya han cumplido su misión, ahora la pelota está en el tejado del gobierno, espero que no sea insensible a unas peticiones más que justas, por el bien y la estabilidad del país. La paciencia del  pueblo tiene un límite, algo que olvidan los políticos con demasiada frecuencia.

viernes, 6 de julio de 2012

LAS TORTUGAS CAMINAN LENTO, PERO LA JUSTICIA MÁS.



Despertar, con una buena noticia no es muy normal en estos tiempos que corren. Pero esta mañana ha sido la excepción que confirma la regla.  Por fin un respiro de alivio para las cientos de madres llamadas MADRES DE LA PLAZA DE MAYO. Años interminables de lucha, para que se haga solo justicia, pues nunca recuperaran a sus seres queridos, hombres y mujeres a los que les fueron  arrebatadas sus jóvenes vidas, hijos que desaparecieron de la noche a la mañana para nunca volver. Cuando estoy escribiendo esto tengo un nudo en la garganta, solo por ponerme en la piel de esas madres, tengo que parar, las lágrimas me impiden ver las letras, estoy emocionada, me seco los ojos y sigo.

Hoy la justicia, esa que es tan lenta, y que a veces llega y otras no, como en el caso de nuestra querida España. Aquí, es tabú hablar de los crímenes del franquismo, es más la justicia recae sobre el que denuncia, que ya es grave en sí. En esta España nuestra llevamos el paso cambiado, es decir al revés de cualquier país democrático. También aquí les quitaban a las madres sus hijos diciéndole que se habían muerto, aquí también hubo masacres indiscriminadas, con la diferencia de que aquí no ha habido justicia, ni reconocimiento de tales fechorías, nadie pidió perdón por tales actos de barbarie, nadie ha sido juzgado, y los muertos siguen en las cunetas. Aquí ninguno de los culpables pago por sus desmanes, algunos descansando tranquilos en sus casas, otros el descanso eterno.

Por solidaridad con todas esas sufridoras “madres de mayo”, al escuchar la noticia de la condena al criminal Videla, y a muchos de sus colaboradores, tras un juicio histórico, sentí emoción y alegría por ellas por su lucha, por el reconocimiento mundial de unos hechos tremendos que no deberían volver a suceder, por las que han podido recuperar a sus nietos, por los jóvenes que han recuperado su identidad, su historia.

Otros países deben tomar ejemplo. No es bueno enterrar la historia de los pueblos, los ciudadanos tienen derecho a saber la verdad por dura que ésta sea, no podemos ni debemos ocultar a los más jóvenes, la verdad de unos hechos históricos, es la única forma que conozco para que no se vuelvan a cometer.

Por todo ello como mujer y como madre, no podía dejar pasar este día sin hacer mi pequeño homenaje a todas esas mujeres luchadoras incansables. Mis más sinceras felicitaciones a todos los argentinos, por ser de un país que hace justicia, lenta, muy lenta, pero como decía aquel, más vale tarde que nunca.

jueves, 28 de junio de 2012

NUEVA CUMBRE EUROPEA, DIRIGIDA POR LA DUEÑA DE EUROPA O LA DAMA DE CEMENTO.



Ya el mundo tuvo una “Dama de Hierro” Margaret Thacher, con un currículo impresionante, su política paso a la historia como; “Thacherismo”. Yo que soy defensora a ultranza de las mujeres, ya que me gusta que ocupen cargos importantes, siempre lo he dicho, que cualquier mujer inteligente y que tenga valía suficiente  puede ocupar cualquier puesto, eso ya está más que demostrado que es así, el problema es que también tienen los mismos defectos que los hombres, como no podía ser de otra manera.

La que nos ocupa ahora, la señora Merkel, o sea la “dueña de Europa” pues parece que la única que manda es ella, (el poderío que tiene la jodía, y también que poca humanidad) es clavadita, clavadita a la “Thacher” cada una en su estilo y en su propia circunstancia, esta lleva años marcando territorio, “por sus ovarios”.

Dejando a un lado a la dura señora, paso a repasar un poco el país desde mi óptica, que no es otra que una forma sencilla de ver cómo está el patio.

Como dijo hace pocos días el Defensor del Pueblo José Chamizo  “los ciudadanos están hasta el gorro de todos ustedes” (referido a los políticos) el hombre fue bastante moderado en la expresión, seguro que su trabajo le costó, pues un buen taco en el momento preciso es tan, tan relajante, que acentúa con precisión el cabreo general que hay entre los ciudadanos, yo hubiera dicho algo más contundente y mal sonante, y estoy segura que él se quedo con las ganas, aunque en privado seguro que se lo diría.

Estamos ante una nueva Cumbre Europea, o como dijo el otro día el gran Wyoming de “los putos amos” que se reúnen, una vez más, y como es de esperar no solucionarán nada, ojalá me equivoque, nada me gustaría más, pero solo salen a relucir frases más o menos lucidas como la del señor Margallo, “El porvenir de Europa se juega en muy pocas horas” y ellos juegan con los países y con el porvenir de sus ciudadanos, que es peor. Esperemos que no sea solo para  quedar bien y luego solo humo, eso sí, después de haberse gastado un pastón, en viajes  comidas y hoteles, en fin, veremos qué pasa.

Y que decimos del rescate, porque, por fin se dice rescate, (pero no preocuparse que solo será a la banca). Yo debo ser muy dura de mollera, es decir más bien tonta, porque esto de los bancos me huele a chamusquina, que no, a santo de qué unos días hablan de unos miles de millones, al siguiente otro número aumentado, como le pueden bailar los números de esa manera, que clase de contables tienen en sus grandes empresas, o es que acaso mienten más que parpadean, yo creo que es esto último, por lo menos eso si me cuadra. Que la mala gestión o más bien el grandísimo despilfarro de esas empresas ¡ojo! “Privadas” lo vamos a pagar entre todos los currantes, está más claro que el agua, el gobierno es el avalista y ya sabemos todos como funciona esto, los bancos se encargaran de decir que no pueden pagar, y será el gobierno el “paganini” es decir, fulanito y menganito, o sea “to quisqui”. Y yo me pregunto ¿Qué co… tenemos que ver nosotros con los bancos? A mí nunca me han dado nada, ¿a ustedes sí? no creo, porque dar lo que se dice dar no dan ni la hora.

Nos recortan en todo, se trabajará más y se cobrará menos, nos suben todo, (menos los sueldos claro), los sueldos van mermando lentamente como merma la salud de un enfermo degenerativo, repagaremos los medicamentos, pues ya los pagamos con nuestros impuestos, ¿qué pasará con los miles de parados que tienen la mala costumbre de comer a diario ellos y sus familias? veremos quién es el guapo que puede costear los estudios a sus hijos, ¿Por qué hay dinero para salvar a bancos y no para educación, ni para sanidad, ni para investigación, y por qué no se hace nada para que no echen a nadie de su casa, tiene que haber soluciones, solo hay que tener voluntad por parte de todos y dialogar siempre dialogar.

Esto podía ser muy largo, si hablamos de aeropuertos sin funcionar, o de retrato de presidentes, o de viajes de lujo del Poder Judicial, ect. ect. …

¿Qué clase de políticos tenemos? ¿De dónde han salido esta clase dominante que nos está arruinando? ¿Por qué no son capaces de ponerse de acuerdo por el bien del país?  ¿Por qué la iglesia no hace un acto de verdadera fe, y renuncia a sus subvenciones por el bien de los más necesitados, por una vez en su vida? ¿Por qué estamos perdiendo todos los derechos que se consiguieron con tanto esfuerzo? No os parece que hay demasiados porqués.  

No soy pesimista por naturaleza, muy al contrario, pero nos están dejando con el culo al aire.

No os preguntáis alguna que otra vez ¿Qué hemos hecho para merecer esto? Seguro que sí.

viernes, 22 de junio de 2012

NOCHE DE INSOMNIO



Por fin terminamos y puedo retomar mis escritos y pasear por facebook con los amigos, ¡ah!, que no lo he dicho, terminamos de pintar el piso, no sin antes sufrir a los albañiles, y con el único fin de ahorrar unos pocos de euros. Pero qué locura, si es que ya somos muy mayores y no estamos para esos trotes. Al final, como no podía ser de otra manera, me volvió a dar la contractura muscular, diez horas de fuerte dolor, porte de calmantes y relajantes que no hacen nada, solo el masaje mientras dura este, menos mal que tengo un masajista particular y exclusivo en casa. Después el dolor sigue, el muy testarudo, solo se quita cuando le da la gana, unas veces dura horas, otras días, es desesperante, no se lo deseo ni a mi peor enemigo, bueno si, ojala les diera a todos los que nos han arrastrado a la situación de crisis que estamos sufriendo, y pagando los de siempre, los más débiles, bueno, esto no tiene nada que ver con lo que quiero contar, así que hay lo dejo.

Una de las muchas noches que estoy desvelada, es decir que las paso en blanco, cuando eso ocurre, la radio es mi mejor compañía. En una emisora, no recuerdo cual, pues la mía habitual es Radio Nacional, al pasar el dial, escuche que estaban hablando de los cementerios, me detuve a escuchar un momento, la gente llamaba y contaban sus anécdotas o sus fobias, referentes al tema cementerios. Lo que para otros seria tema desagradable, para mí no lo fue, ni lo es, deje de mover el dial y me dispuse a escuchar; iban surgiendo anécdotas de lo más variopintas, que a su vez me hicieron recordar algunos momentos de mi pasado.

“Cementerio”, llamado también “Campo Santo” “Necrópolis” nombre más común sobre todo para los arqueólogos, “Al Macabra” al igual que “Rawda” o en castellano “Rauda”, es la definición de cementerio para los musulmanes. El caso es que hay mucha gente que tiene “yu, yu” por no decir una fobia exagerada, a los temas mortuorios, yo la verdad, no sé porque, nunca me han dado miedo. El caso es que la gente, durante la hora que duro ese espacio, no paraba de llamar y contar sus experiencias. Salió a relucir algo que, cuando yo era pequeña escuchaba muchas veces de boca de la gente mayor;  casos de gente que cuando se abría el ataúd al cabo de muchos años después, se encontraban con el cadáver en posturas que no eran las normales al ser enterrados, también los féretros arañados, lo que significaba que por alguna causa los habían enterrado vivos creyéndolos fallecidos.

Otros casos que se daban por el mismo motivo, era que estando velando al cadáver, éste se movía sentándose en el ataúd con cara de póker al no entender nada, mientras los familiares y amigos huían despavoridos entre gritos de horror. Luego venían los chistes a costa del falso difunto. O canciones como la de Peret, “Y no estaba muerto, no, no, y no estaba muerto” etc.etc. … El ingenio surge de cualquier cosa, incluyendo las más dramáticas, siempre ha sido así, y así seguirá por los siglos de los siglos.

A mi aquellas historias me daban, más que miedo, una claustrofobia de pronóstico reservado. Pero a la vez me gustaba escuchar esas macabras historias, sé que es una contradicción, pero así era. Todo tiene una explicación medianamente lógica, desde muy pequeña, mi madre me pedía que acompañara a mi tía Magdalena al cementerio en tiempo de vacaciones, para que esta no fuera sola y yo le sirviera de alguna ayuda. Lo cierto, es que íbamos todas  las mañanas veraniegas al cementerio. Mi tía había perdido además de a sus padres, mis abuelos paternos, a un hermano, mi tío Curro, que se enamoro de una prostituta y se la llevo a vivir con él a la casa  que era de todos los hermanos, la mujer en cuestión era buena persona y vivió como una más de la familia, hasta que murió también relativamente joven.  Mi tía quedo viuda en plena madurez, pero la vida le tenía reservada otra tragedia mucho peor, la muerte de su hijo Pepe de una tuberculosis, a la edad de 24 años, ninguna persona está preparada para una desgracia tan tremenda, simplemente después de ese drama solo se sobrevive.

Para mi tía, era una necesidad o un consuelo dentro de lo que cabe, ir a diario al cementerio, a limpiar las lápidas, sobre todo la de su querido hijo, a la que le ponía algunas flores. Ya limpia la lápida, se sentaba en el filo de la piedra y le rezaba unas oraciones en voz baja (ahora que lo pienso, realmente nunca le llegue a escuchar lo que decía), en realidad podía muy bien en vez de rezos, estar maldiciendo a la vida e incluso a dios por todas sus desgracias, y estaría en todo su derecho la pobre mujer.

Ella hacia todo el ritual de limpieza, colocación de flores y rezos, o lo que fuera. Mientras mi tía pasaba el rato con sus dolorosos recuerdos, yo me paseaba por entre las lapidas leyendo los epitafios, y sobre todo las edades, me sobrecogía cuando descubría las que pertenecían a niños, o a jóvenes, era algo que no llegaba a asimilar, comprendía que todos tenemos que irnos algún día, pero no a esas edades cuando aun no se ha tenido tiempo de vivir, era algo incomprensible para una mente infantil, aun hoy a mi edad, me parece cruel e inhumano. La vida nos sobrepasa en esos temas, pero nadie puede hacer nada y nadie está libre.

Enseguida me vino al recuerdo una de las veces en la que caminaba con mi tía camino del cementerio. Ese día se habían empeñado mis dos hermanos -mayores que yo- en acompañarnos. Al pasar a la altura del matadero municipal, sentimos un rumor alarmante, nos volvimos y vimos con estupor y pánico que se habían escapado dos toros, (tengo que decir que en aquella época ocurría con cierta frecuencia, ya otra vez, paseando por la ribera con una amiga sufrimos otro susto que nos hizo volar más que correr) mi tía que tenia la pobre un problema en una pierna, corría sin poder tirando de mi mano, o más bien yo tiraba de ella, no lo sé, mi tía a la vez que corría renqueando, le gritaba a mis hermanos para que volvieran, pero ellos ya no la podían escuchar, pues habían salidos disparados detrás de los toros sin escucharla. Los toros afortunadamente se fueron en dirección contraria al cementerio que era nuestra dirección, nosotras corríamos como posesas para llegar al cementerio que ya estaba muy cerca, a mis hermanos los dejamos de ver en unos minutos, la pobre de mi tía sufrió lo indecible pensando lo que le podía pasar a los insensatos de mis hermanos. Al final todo acabó bien, nadie sufrió ningún percance, mis hermanos tuvieron su aventura particular de la que presumían con los amigos, a mi tía le duro el susto unos días, y le dijo a mi madre que a los niños no los llevaba más. Para mí también fue una pequeña aventura, que me hizo desear ser un niño para haber hecho lo mismo que mis hermanos.

El cementerio no era para mí nada anormal, de ahí que no me importara ir con mi tía, las veces que me lo pidiera.

Hay un precioso relato corto, creo que es de Jorge Bucay, aunque no estoy segura, que trata de un cementerio en el que las fechas de la muerte eran todas de gente muy joven la mayoría  niños, tres, cinco, siete, diez, doce, catorce y poco más, incluso meses. Llegando a esa ciudad un señor que le gustaba visitar los cementerios de todas las ciudades, quedose sorprendido al comprobar esa cantidad de niños fallecidos, intrigado pregunto a la primera persona que vio, ¿por favor, podría decirme que hecho desgraciado ocurre en esta ciudad, para que todos los difuntos sean niños? ¿Es que ha habido alguna epidemia, que solo ha afectado a los niños? El señor interpelado lo tranquilizo diciéndole; no se preocupe señor enseguida se lo explico; en esta ciudad, existe una costumbre ancestral que consiste en que desde que se tiene uso de razón, hasta el final de la vida se apunta en un libro virgen, el tiempo en el que verdaderamente se ha sido feliz, uno, dos, tres, los que sean, al morir los familiares suman minutos, días, semanas o meses de los días felices y el resultado es el que se pone. Porque la vida puede ser muy larga, pero los días felices son muy pocos.

Este relato nos lo leyó la profesora de yoga mientras estábamos en la relajación, y a mí me encanto, por su originalidad y veracidad. Con esto termino, deseando a todos los que podáis leer estas líneas, que vuestros días felices sean tan largos como días vividos.

Y como dice mi maestra de yoga, PAZ PARA TODOS.