viernes, 23 de noviembre de 2012

LA “GRANÁ” O GRANADA.

Hoy hemos tomado de postre granada, fruta otoñal. Hacía mucho tiempo que no las compraba, no porque no nos guste, en realidad nos gusta a todos, es más por la pereza a la hora de limpiarla, que tampoco es que sea para tanto, pero si un poco más que otras frutas. En realidad las compré la semana pasada, y le he ido dando largas. Hoy, cuando iba a coger el frutero con las naranjas, vi en el cesto de al lado las granadas, iba a pasar de largo como todos los días desde que las compre, pero pensé que si las dejaba mucho más se estropearían, y no está la cosa para tirar, me paré, solté las naranjas y cogí las granadas, las puse en la encimera y me dispuse a limpiarlas, pues si las pongo en la mesa sin limpiar no se las come nadie, eso está claro.

Mientras estaba limpiándolas me asaltaron multitud de recuerdos; me vi a mi misma con mi madre enseñándome a limpiarlas, me decía: -¡Niña, no te las comas que no van a llegar a la mesa! De pronto me invadió la ternura, las lágrimas pugnaban por salir de mis ojos, la añoranza de aquellos años se apoderó de mis sentidos, mientras los granos saltaban sobre la fuente de porcelana de un blanco impoluto, donde destacaba el intenso color granate de los diminutos frutos, como gotas de sangre sobre la nieve.

Como hacía antaño, probaba de vez en cuando algún grano, saboreando no solo su dulzor sino también los recuerdos.

Después pensé: -Sé muy poco de esta fruta, luego entrare en Google y buscare en Wikipedia, para conocer su historia y sus propiedades. Esto solo es una pequeña muestra.

“Este árbol es originario de la región que abarca desde Irán hasta el norte del Himalaya en India, y fue cultivado y naturalizado en toda la región del Mediterráneo incluida Armenia, desde la Antigüedad. Muy apreciado en las zonas desérticas, ya que está protegido de la desecación por su piel gruesa y coriácea, lo que permitía que las caravanas pudieran transportar su fruta grandes distancias, conservando sus apreciadas cualidades.

Testimonios de su consumo se recogen en todos los documentos antiguos. Se sabe del cultivo de la granada, desde hace al menos 5000 años en Asia occidental y en el Norte de África; se plantaba en los jardines colgantes de Babilonia y se encuentra esculpido en los bajorrelieves egipcios.

Los antiguos egipcios preparaban con su jugo un vino ligero con sabor a frambuesa. Hipócrates recomendaba el jugo de la granada contra la fiebre y como fortificante contra la enfermedad. Los romanos conocieron la granada gracias a los fenicios que la trajeron de Fenicia (aproximadamente en el actual Líbano) a Roma, de ahí su nombre científico de Púnica. La Biblia hace referencia en numerosas ocasiones a este fruto, y siempre en su defensa. 

Son los bereberes quienes traen la fruta a Europa, y la ciudad de Granada, fundada en el siglo X, recibió su nombre por esta fruta. Muchos pueblos han visto la granada como un símbolo de amor, de fertilidad y prosperidad: Según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, la diosa griega del amor y de la belleza, mientras que el dios del infierno Hades, le ofreció su fruto a la bella Perséfone para seducirla. En Java, está asociada a ciertos ritos que acompañan el embarazo.

Según Shakespeare, bajo su follaje se ocultó Romeo para cantarle una serenata a Julieta. En China, se tiene la costumbre de ofrecerle una granada a los recién casados como auspicio de una descendencia numerosa (el color rojo de esta fruta es considerado por la tradición china un color que atrae la buena fortuna). En el Islam se considera uno de los árboles del Paraíso, conforme a referencias coránicas y de las tradiciones del profeta Muhammad o Mahoma.”

Como podemos ver es muy interesante conocer el origen de las cosas, cuando las conocemos las valoramos mejor. Si además nos traen buenos y añorados recuerdos, mucho mejor.

Desde hoy en mi casa, la “graná” pasara a formar parte del nutrido y variado grupo del frutero mientras dure su recolección.

Bibliografía de Wikipedia

domingo, 11 de noviembre de 2012

LOS NUEVOS EMIGRANTES

"EL NÚMERO DE EMIGRANTES ESPAÑOLES CRECE MAS DE UN 6,2 % Y SON MÁS DE 1,8 MILLONES

El número de personas con nacionalidad española que reside en el extranjero ha aumentado en 114.778  personas con respecto al 2011 hasta alcanzar el 1.816.778 personas, según los datos del Padrón de Españoles en el Extranjero (PERE) con fecha 1 de enero de 2012"


Como dijo un pepero trillado, “manda güevos”.

Yo siempre había creído que el progreso era no volver atrás, pues lo lógico es avanzar, principalmente en la calidad de vida de la gente, ciudades y pueblos. Que equivocada estaba, pensaba que siempre habría buena gente entre los encargados de dirigir mi país, ¡pero qué tontuna que soy! la realidad se ha impuesto, y me ha abierto los ojos, ¡y de qué forma! Y no es que yo sea pesimista de naturaleza no, muy al contrario, casi siempre veo la botella más llena que vacía, pero en esta ocasión me quedo corta, la situación es peor, peor para miles de españoles que prácticamente están en la indigencia, y no es exageración no.

Ya no hay inocencia ni confianza que valgan, no nos dejan un mínimo resquicio para la esperanza, solo está la fea y cruda realidad, la que nos despierta cada mañana, la de unas leyes hechas con el único propósito de favorecer a los poderosos, y otras existentes que estando bien nunca se cumplen, sin que nadie reclame por el incumplimiento. Últimamente y de un plumazo todo el estado del bienestar del que hemos disfrutado unos años, que aun sin ser perfecto era aceptable, si lo comparamos con el que nos están dejando, se ha derrumbado, mejor dicho lo han dinamitado, los más torpes, e ineptos políticos que nos han tocado en suerte para desgracia, nuestra.

Nuestros jóvenes se nos van, y no precisamente por su gusto, no, es su país el que los repudia, después de haber invertido mucho en su preparación, otros países se beneficiaran de sus talentos. El estado español, sin el más mínimo remordimiento, los lanza a la ventura de no sabemos qué.

A los que peinamos canas hace tiempo, este estado de cosas, nos trae recuerdos no gratos de mucho tiempo atrás.

En el siglo 19 barcos repletos de españoles llegaban a Buenos Aires, y se repartían por todo el país. Los pioneros fueron los  gallegos, y por lógica los primeros en enraizar en otros mundos, aun hoy, los que más emigran siguen siendo los gallegos, seguidos por jóvenes de todas las regiones. En  el siglo pasado  sobre todo en los años sesenta el destino principal era Alemania. Muchos consiguieron llevarse a sus familiares más allegados mujer e hijos, y también hermanos o incluso  amigos, otros, los más jóvenes, la formaron allí.

Años más tarde España paso de ser país emisor, a receptor. Esta funesta crisis demoledora, y malísimamente gestionada, nos ha devuelto al pasado. Hoy día miles de jóvenes están haciendo el mismo recorrido que sus antepasados, se están dispersando por todo el mundo, Otra vez Argentina es receptora, entre otros muchos países. Hay una gran diferencia entre los españoles de hoy y sus antecesores, estos están mejor preparados, sin ninguna duda son “la generación mejor preparada” de la historia de España. Los mejores talentos estarán al servicio de otros países  que seguro los sabrán  valorar.

De todos los que se fueron buscando mejorar su futuro, muchos jamás volvieron, quizás porque ya no tenían ningún lazo afectivo, o por el miedo a recordar lo dejado atrás. Otros volvieron tras largos años, para comprobar con pesar, que el pasado no vuelve, que muchos de sus seres queridos, y amistades ya no estaban, que su ciudad había cambiado tanto que ya no la reconocían. Sintieron en sus carnes la punzada que da el comprobar que la vida sigue aunque tú no estés, que quizás nadie los echo de menos. Sintieron la duda de si no habría sido un error su sacrificio. Ahora se sentían un poco de ninguna parte, desubicados, ni de allí ni de aquí. Y es que la vida siempre sigue, contigo o sin ti

Siglo XXI, lo que nadie podía pensar hace unos años ha llegado, estamos caminando así atrás (y sin máquina del tiempo, ni nada) retrocedemos a años luz. Seis millones de parados, miles de familias desahuciadas, abuelos que a duras penas pueden con lo que les está cayendo, sus humildes casas se han convertido en hostales repletos con derecho a comida, solo pueden malvivir. Todo un caos, a una edad en la que lo que necesitan es descansar de una larga vida de duro trabajo. ¿Qué sería de este país sin la ayuda de los abuelos? ¡¡Sin duda una revolución!! El hambre no espera.

Infames recortes en sanidad, educación, investigación, (ninguna de ellas debería ser tocada nunca si no es para mejorarlas). Se están sucediendo una serie de dramáticos episodios dignos del gran Dikens.

Nuevas familias desestructuradas  padres sufriendo por el porvenir de sus hijos, cuando pensábamos que les habíamos dejado un futuro mejor que el nuestro, craso error. Y el siempre presente miedo de no volver a verlos, afortunadamente con las nuevas tecnologías se les hará más llevadero, pero para unos padres es muy duro tener a los hijos tan lejos.  Por otro lado hay que ser generosos y darle la máxima ayuda y la máxima libertad para que se labren su futuro aun lejos de nosotros, así demuestran los padres la generosidad para con sus hijos. Es lo que toca.

No es lo mismo, emigrar por el gusto de ampliar conocimientos en otros países, que por no poder trabajar en la tierra de uno, o como mínimo en el país al que se pertenece, cuando ni siquiera apetece, o incluso se tiene miedo a no saber adaptarse a otras costumbres e idioma.

Creo que era por los años setenta cuando el gran cómico “Josele” nos hizo reír, con su monólogo dedicado a los que llevaban años fuera, alentándolos a volver “Antonio vente pa España” ahora en su nuevo espectáculo dice emulando aquel: “pa España ni se te ocurra” ¡que arte!

Bromas aparte, pues la cosa es más que seria y triste, la inmigración es una lacra vergonzante para cualquier país que se precie, es el fracaso de unos malos gobernantes, que nos estafan y nos mienten, sin que ninguno page por sus mentiras y por su mala gestión.

El gran problema de las mayorías absolutas es que tienen “patente de corso” y ya no razonan ni admiten otras enmiendas más razonables que vengan de otros partidos, o de gente mucho más preparada e inteligente, que las hay, solo que no tenemos la suerte de que esos talentos sean los que lleven las riendas de este nuestro país. Cuando el pueblo que lo ha votado se da cuenta ya no hay remedio, tampoco hay mecanismos para obligarlos a marcharse por incumplimiento de contrato. El castigo es esperar hasta las próximas y a seguir viendo como los despropósitos, y el desmantelamiento del estado sigue aumentando. Lo dicho retrocedemos en muchos años, ¿Quién paga? Como siempre los más débiles.