sábado, 30 de marzo de 2013

LA ACTRIZ DE LA COPLA



La que fue “la loba”. La que “en una esquina cualquiera con sus ojos se encontró”. La que vendió las coplas como nadie. La que, bajo un limón limonero se encontró con su suerte”. “La que fue esclava de su amor”. “La que las sienes se le pusieron moraitas de martirio, “la Lirio”. La que un trece de mayo se encontró con su querer. La que tenía “miedo, mucho miedo” de quererle y de perderle  La que las malas lenguas la llamaban “loca”. La que vivió “en la encrucijada” de otro nuevo amor. La que vendió su sombra y la dio casi regala. La desgraciaita “María de la O”, arrepentida de haberse dejao llevar por el oropel por el que dejo a al hombre que fue su querer. La que con su cariño labro una “torre de arena”. “La que compro tres puñales para que le dieran muerte”. “La Trinia”. “La rosa de capuchinos”. La que canto a “la luna y el toro”. La Maricruz, “Ay Maricruz” maravilla de mujer, del barrio de Santa Cruz… La que renegó de su sino y pidió perdón a dios” ect…

María Felisa Martínez nació en Burguillos un 13 de septiembre, de 1936, y se fue el 12 de febrero de este año que estamos viviendo. La niña se crió en el populoso barrio de Triana. A los 9 años perdió a su padre, a los doce deja el colegio y la familia se traslada a Madrid, allí comenzó su periplo cuando aún era una niña, frecuentando la academia de canto del maestro Alcántara. Debuta con tan solo 13 años en Radio Nacional de España, y a los pocos días consigue el carnet de artista, (cosa curiosa pues solo se daba a los 16 creo, está claro que hubo marote con los datos de los años) ya que el mismo día le sale su primer contrato, curioso no, o como poco sospechoso. Se da a conocer como Marife de Triana, después todo fueron éxitos, no solo por su magnífica voz también por su gran profesionalidad y principalmente por su manera de interpretar la copla, lo que le valió el sobrenombre de “la actriz de la copla”

Escuchando en los medios de comunicación la noticia y hablar de su historia, recordé las primeras veces que la oí cantar por la radio. Pronto se hizo tan popular como la Piquer en sus mejores tiempos, las niñas la parodiábamos gritando más que cantando. Realmente fue un boom. Todas sus coplas eran imitadas y admiradas por todos los aficionados a las coplas, entre los que me encuentro, yo misma repetía las letras a voz en grito mientras ayudaba a mi madre en las tareas de la casa, cosa que hice desde bien pequeña a causa de la mala salud de ella, y de ser la única hembra, ya sabemos todos del machismo de la época en cuestiones de tareas en el hogar. Mi memoria se activó y retrocedió a un pasado ya muy lejano, y me vi a mi misma cruzando los patios de mi casa cantando a toda potencia con la energía, la alegría y la inocencia que dan los pocos años. Alguna que otra vez desde la azotea de la casa de al lado algún, que otro vecino me gritaba a su vez ¡olé! Entonces yo me callaba y me escondía rápidamente en la habitación más próxima un poco avergonzada. Al parecer no lo hacía del todo mal.

En otra ocasión ya escribí un articulo hablando de las coplas y del machismo trasnochado de sus letras, y que eran todo un folletín, a pesar de todo hay que reconocer el merito que tienen algunas letras al contar toda una historia en cuatro o cinco estrofas. Si a eso le añadimos la magnífica labor que hicieron algunos compositores y músicos y la voz extraordinaria de artistas como la que nos ocupa, el resultado era y es espectacular. La copla tiene como todo en esta vida, sus seguidores y sus detractores, yo desde luego estoy entre los primeros.

Afortunadamente van saliendo voces nuevas y nuevas coplas o adaptaciones que les dan modernidad a las antiguas con las que se consigue un gran trabajo, adaptándolas a los nuevos tiempos. Tenemos el ejemplo de Pasión Vega, Miguel Poveda, Diana Navarro o Concha Buika. Todos ellos han modernizado la copla llevándola a su terreno, con gran éxito.

María Felisa Martínez “Marife de Triana” siempre fue una mujer muy educada, trabajadora, y formal. Dejo nada más y nada menos que la friolera de 540 coplas nuevas. Demostró su inteligencia y su saber estar muchas veces, y supo retirarse a tiempo, como su antecesora Doña Concha “La Piquer”. Después fueron surgiendo otras divas de la copla, como Rocío Jurado “La más Grande” o la “Pantoja” entre  otras muchas.

Desde este humilde blog mi admiración y respeto por todos los artistas que saben llegar con su sensibilidad al corazón de la gente. Con su arte alegran la vida de muchos, ellos, los buenos artistas, tienen la suerte de permanecer en el recuerdo de miles de personas que en algún momento de sus vidas y de una u otra forma entrelazaron sus vivencias con ellos, quedando para siempre entre sus recuerdos.

2 comentarios:

fus dijo...

Era la historia de un pais, donde las pasiones mataban en las melodias y hacìan que los sentimientos se avivaran con sus letras. Nos guste o no nos guste, la copla foma parte de nuestras historia. Enhorabuena por esta publicaciòn.

un abrazo

Paco

Conchi Carnago dijo...

Que duda cabe que las coplas formaron parte de una época, y que a muchos nos marcaron al formar parte de la cotidianidad del día a día,a mi particularmente me siguen gustando. y están saliendo chicos y chicas que tienen unas voces increíbles, en fin que parece que a resucitado, solo espero que las nuevas letras no sean tan machistas, jajjajaa.

Un abrazo.