miércoles, 5 de enero de 2011

NOCHE DE REYES


Cinco de enero, noche de intriga y misterio para miles de niños, sus pequeñas mentes, no acaban de comprender, están sufriendo, lo que vulgarmente llamamos un “cacao mental” de grandes dimensiones ¿Qué será, eso de los reyes magos? ¿Qué es un rey? ¿Quiénes son esos hombres que, sin conocerlos de nada, nos hacen regalos a todos los niños? Por muy inocentes que sean los niños, no son nada tontos, pero nada, de nada, e intuyen que algo no es  normal, o como poco “rarito”, que tres hombres se puedan multiplicar de esa manera, para entrar en todas las casas, y a la misma hora, ¡vamos hombre!, solo un tipo como “superman “lo podría hacer con su superpoderes. ¡Eso sí  que sería guay  no!

Esa noche en la Cabalgata de Reyes, ya por fin, los han visto, ya empiezan a creérselo, ¡Cuánto lujo! ¡Cuántas luces! ¡Qué carrozas tan bonitas! ¡Cuánta gente! Los reyes: Melchor, Gaspar y Baltasar, cada uno con sus pajes correspondientes, vestidos de raso y terciopelo, de bonitos colores y una alegre música acompañándoles. Los pequeños con la  emoción reflejada en sus caras y no menos en las de sus padres.

Más de un niño avispado se da cuenta que los reyes que han visto en la cabalgata, no son los mismos que han podido ver durante unos días en los grandes almacenes, o en los comercios de sus barrios. Porque además de no ser tontos tampoco son ciegos, mas confusión para sus pequeños cerebritos. Algunos preguntan, otros ya aprenden a hacerse los tontos por si acaso, como hacemos los mayores.

¡Tenéis que dormiros pronto para que los reyes no os vean despiertos! ¿Pero cómo se van a poder dormir pronto con tantas emociones? Imposible, esa noche tardan más que nunca en dormirse, ¡normal!

Los niños son más listos de lo que nosotros pensamos, aunque la realidad es que somos nosotros, los mayores, los padres y también los abuelos, los que queremos creer que esa etapa tan bonita de inocencia, sea más larga de lo que realmente es. Nos negamos inconscientemente, porque no quisiéramos que tan pronto empezaran a madurar, y a hacer preguntas, a las que hay que contestar de la manera más fácil de asimilar por ellos, pero eso sí, nunca mintiendo. En muchas ocasiones, los niños, nos ponen en verdaderos aprietos con preguntas inesperadas por su corta edad, de todas formas cuando empiezan a darse cuenta de que algo no cuadra, ya han pasado unos años en los que han podido disfrutar con el Día de Reyes.

Después de una noche agitada, llega la tan esperada mañana del seis de enero, los niños despiertan y corren, con cara de no creerse del todo lo de los regalos, todavía tienen dudas pero cuando descubren que sí, que es verdad, que están todos los juguetes, donde sus padres les habían dicho que estarían si se portaban bien, entonces les cambia la cara, se evaporan todas las dudas como por arte de magia,  y piensan que era verdad lo que le estaban diciendo sus padres, no los estaban engañando, ¡puah qué alivio!

Rápidamente pasan a la acción de romper los papeles que envuelven los regalos. Están tan nerviosos que quisieran abrirlos todos a la vez. Poco a poco los van descubriendo, y ahora viene otro dilema, con cuál jugar, todos les gustan, no saben cuál elegir, se pasan de uno a otro continuamente. A veces pasa que le gustan más los del hermano, o al revés los de la hermana, ¡atentos padres puede haber disputas!

A todo esto los padres, disfrutando tanto o más que ellos, y como no, grabando el momento para la posteridad. Unas horas más tarde, a casa de los abuelos, primero a unos después a la de los otros, da igual el orden, nuevas emociones, se ven desbordados, realmente no saben dónde acudir, van llegando los titos de ambas familias, más juguetes. ¿Tendrán sitio donde ponerlos? no sé, no sé.

Sonrisas de alegría y satisfacción de toda la familia.

Los niños son lo mejor que nos da la vida, solo tienen una pega, que crecen demasiado pronto.

Un consejo a los padres: dedíquenle el máximo de vuestro tiempo, cuando quieran hacerlo será tarde.

Un emotivo recuerdo para tantos miles de niños que no tienen Día de Reyes, y lo que es más grave, ni siquiera niñez.

2 comentarios:

ben dijo...

Aquí,con la estufita,esperando a que se levanten los demás,con mi co
pita de anís y mantecados de las
buenas monjitas,nervioso por saber
qué me han traído los Reyes Magos
este año,por saber si he sido bue
no.Temeroso de encontrar carbón,
signo de que no me he portado bien.
Las 10 y no se oye ruido,Esperaré.
Que los Reyes Magos,os traiga suer
te y salud para todo el año.

Conchi Carnago dijo...

Seguro que te has portado bien. Yo y Paco esperando que vengan los nietos y disfrutar de su felicidad, y de paso todos tendremos un detallito.

Son las pequeñas cosas que hacen que la vida sea mas agradable.

Que lo disfrutéis, en familia.