miércoles, 26 de octubre de 2011

EL MIEDO, LOS MIEDOS, LAS FOBIAS.

Comienzo con una cita de Franklin Delano Roosevelt. “De nada se ha de tener tanto miedo, como del miedo”.

A nadie nos gusta tener miedo, pero todos lo sufrimos en algún momento de nuestra vida, mejor dicho, en muchos momentos. El miedo, lo sentimos como una opresión en el pecho que nos paraliza, y hace que no podamos pensar en otra cosa que no sea el motivo de nuestro miedo. Distrayéndonos de nuestros hábitos diarios. Consiguiendo obsesionarnos. Es tan variado que podemos tener miedo de muchas cosas. También llamadas fobias. Solo hablaré   de las más comunes, desde mi óptica

El miedo a la enfermedad, es uno de los más frecuentes. Hay ocasiones en las que el miedo es justificado, no así en otras, en las que solo es sugestivo, y el sujeto es llamado “hipocondriaco”. Parecido pero más justificable es el miedo, al dolor físico. Lamento decirlo, pero por desgracia lo he sufrido en carne propia. En forma de “Contractura muscular” en la espalda. Horrible, desesperante, os lo puedo asegurar, en mi caso dura unos dos días, dos días sin que ningún medicamento lo mitigue, excepto el masaje, de tal manera que tengo a Paco todo el día y la noche ejerciendo de fisioterapeuta, es un dolor de rabia. No es para tenerle miedo, sino pánico, que es otra versión más aguda que el propio miedo.

El miedo a perder el trabajo, es bastante frecuente y mucho más realista y común, en tiempos de crisis como la actual, en la que nadie está a salvo de un despido, justificado, o improcedente. ¿Quién no ha tenido alguna vez miedo a viajar  en avión? estoy segura que muy pocos pueden decir que no.

El miedo de muchas personas a relacionarse con la gente, o a comprometerse con una persona en concreto, teniendo siempre dudas, por miedo a equivocarse, en estos casos, creo yo, es más bien cobardía. Aunque se llama “Antropofobia”.

El miedo a hacer el ridículo está muy acusado en algunas personas, y este miedo les priva de hacer una vida normal en libertad. Pues puede más la opinión que de ellas puedan tener los demás. No pueden, o no saben, desconectarse de ese pensamiento que les reprime sus verdaderos deseos, y su autentica valía.

El miedo a hablar en público, es muy común, lo sufren muchos universitarios y profesores, incluso conferenciantes que ven estropeado un buen trabajo, por no haberlo sabido defender con seguridad, soltura, decisión. Y sí, con titubeos que hacen poco creíble el discurso. Que de no ser por ese miedo, seguramente hubiese sido esplendido. Se llama "Lalofobia". Son desplazados a veces por otros personajes de menos valía pero de verbo fácil y más seguros de sí mismos.

La mayoría de las mujeres tenemos miedo a parir, porque es algo desconocido, y porque hemos escuchado diferentes casos o versiones de todo tipo. Tememos que el niño nazca con algún defecto, solo respiramos tranquilas cuando nos lo enseñan, y comprobamos que todo está perfecto. También sufrimos pensando ¿seré buena madre?  o ¿buen padre? Ya que el miedo no tiene sexo, es algo innato en el ser humano.

El miedo, excesivo de algunos padres a todo lo relacionado con los hijos, desde que nacen hasta que se hacen mayores, ese miedo se puede transmitir a los hijos, no por eso se quieren  más, muy  al contrario, se les está haciendo un daño irreparable, sobretodo en casos de personas con poca personalidad. La obsesión de los padres por que le hagan daño, se la transmiten a sus vástagos. Luego el efecto es contraproducente.

El que tiene miedo a los espacios cerrados, padece de “Claustrofobia”. Y el que padece miedo a los espacios en altura, sufre de “Aeroacrofobia”, a los espacios abiertos “Agorafobia”. “Hidrofobia” el que tiene miedo al agua, (ese sí que tiene un gran problema) o quizás tendríamos que decir que el problema lo tienen los allegados que sufren sus efluvios. Estos son más comunes de lo que nos pensamos.

La “Autofobia” es el miedo a quedarse solo. “Aracnofobia”los que vimos la película del mismo nombre sabemos que es el miedo a las arañas o arácnidos. “Astrafobia” a las tormentas. Aquí tengo que hacer un alto, para recordar a mi tía Magdalena, hermana de mi padre, se quedo viuda muy joven, y cuando los hijos se casaron, pues solo nos tenía a nosotros que vivíamos en la misma casa, ella en la planta alta. Los días de tormenta, siempre se presentaba en nuestras habitaciones con la cara descompuesta, y rezando aquello de “Santa Barbará Bendita” y no recuerdo muy bien como terminaba. Nosotros que ninguno éramos temerosos de relámpagos ni de truenos nos daba la risa, cosa que la sacaba de quicio a la pobre.

Otra muy curiosa, “Crometofobia” ¿a que no saben qué es? Miedo al dinero y valores de capital. ¿A que no conocéis a nadie que  sufra esta fobia? Lo mismo pienso yo.

Esta la pongo aparte, porque es genial, “Hipopotomonstruosesquipedalofobia” como se os a quedao el cuerpo, ¡a cuadros verdad! Pues significa miedo a las palabras largas. ¡No me extraña si son como esa! Creo que supera a la de “Mary Popin”, “Supercalifragilisticoespialidoso”

Os confieso una que tengo yo, y es “Ofidiofobia” pánico a las serpientes.

El miedo a la muerte, ese creo que lo sufrimos todos, y no solo cuando se trata de la nuestra, también pensamos en nuestros seres más queridos, tememos por ellos, sabemos, que todo termina en ese momento, salvo los que creen en la otra vida que es algo surrealista, pero hay que reconocer  que sirve de consuelo a muchos. Algunos se sienten mal solo de oír nombrarla, Y los gitanos ni te cuento, la verdad  es que cuesta asimilarlo.

Voy a terminar con una fobia que no sabía que existía y me ha hecho mucha gracia hasta cierto punto, porque pobre del que la padezca, y si no, atentos,”Sexofobia” miedo al sexo o a algunas de sus prácticas. ¡Pero ustedes os imagináis! Pobre del que la padezca, sea hombre o mujer. ¡Lo que se están perdiendo! Lagarto, lagarto.

Como no me quiero alargar, para ver la cantidad de fobias que hay increíbles, solo hay que buscarlas en Wikipedia o en una buena enciclopedia.

El miedo o fobias, nos provoca angustia, desazón, ansiedad, temblores, sudoración, etc. Sin embargo creo que tener miedo en muchas ocasiones es un buen síntoma de madurez responsabilidad y reflexión, pues creo que es de  tontos no tenerlo nunca. El miedo que siente el artista antes de salir a escena, el, o la cantante, los músicos, los cómicos, el pintor que presenta su exposición, el diseñador, el arquitecto cuando enseña por primera vez su proyecto, etc…

En definitiva, que un miedo moderado es sano. 

7 comentarios:

Rafael Arjona dijo...

Hoy, Conchi, la que me has echo reir eres tú a mi. Sobre todo con eso de la .....pedalofobia, que antes de llegar al final de la frase yo pensaba que iba a ser el miedo a montar en bicicleta.
Para muchos, el miedo a la muerte lo es sobre todo a la de los seres queridos y entonces es más miedo a la ausencia de ese ser. Lo que ellos temen no es tanto la muerte propia como la forma en que esta puede producirse, lo que transformaría este sentimiento en miedo al dolor.
Es muy común el miedo de las mujeres a las serpientes. No es otro el motivo por el que en la Biblia aparece como tentadora de Eva. Debe ser un miedo ancestral, probablemente como consecuencia de las veces que una serpiente le arrebató la cría a su madre, circunstancia que, cuando aún vivíamos en los árboles, era más factible para este animal que para otros.
Mi madre tenía un miedo especial a los lagartos. Cuando íbamos al campo siempre estaba muy pendiente de donde ella o mi hermana se ponían a orinar, no fuera a ser que un lagarto.... Claro que eso era en el tiempo en que había lagartos en el tiempo.

Anónimo dijo...

Mi hija,no puede soportar una araña,no la puede ni ver.Como tengo un pequeño jardín en casa,es
normal qe se metan arañas,así que en cuanto ve una se pone intranqui
la,nerviosa y ya no para hasta que
saquemos a la araña al jardín,por
que yo tengo prohibido que se las carguen.Le tengo dicho a todos,que
mis arañas y mis lagartijas son sagradas.Se cabrea mucho cuando
digo esas cosas,pero no entiendo
como un ser tan eficaz,como la araña,puede llegar a provocar
esos nervios.A mi me resultan
bellísimas,igual que las lagar
tijas,que ya van quedando pocas.
MI máximo placer sería tener al
gún tipo de serpiente,no vene
nosa en mi jardín y ver sus evo
luciones.Oír eso, a mi hija,
le produce el mayor de los ca
breos,así que me tengo que aguantar
con ver solo a las arañas tejer y
a las lagartijas tomar el sol,eso
me produce sosiego.

Conchi Carnago dijo...

Amigo Molon, a mi me paso lo mismo cuando leí la palabreja, y es que se las trae.Estoy de acuerdo contigo en que lo que realmente tememos es quedarnos sin la persona querida.Y lo de las serpientes, ya te digo es pánico,con decirte que cuando a mi hijo mayor le regalo mi padre un serpiente de plástico,no te puedes imaginar la de sustos que me lleve, solo verla moverse me hacia chillar, lógicamente se perdió a los pocos días, faltaría más.y no te creas que los lagartos también me dan yu,yu, y eso que cuentas del campo,también me lo decían a mi no se que de verdad tendría, pero siempre te decían tener cuidado y no agacharos mucho, y te contaban algún caso, que hacia que lo hicieras con miedo. Yo no sabia que había tantas fobias algunas realmente tontas, pero ca uno es ca uno, como decia el Guerra.

Conchi Carnago dijo...

Ben, primero felicitarte por tener un jardín por muy pequeño que sea. A mi las arañas me gusta verlas, las lagartijas menos, y eso que en mi casa las había en cantidad, cuando regábamos las macetas salían huyendo. Y lo de tener una serpiente en el jardín, no seria yo quien entrara ni a la puerta de tu casa.No le des esos sustos a tu hija hombre.

José Manuel Fuerte dijo...

Aunque he viajado bastantes veces en avión nunca he tenido miedo psicológico a volar, sin embargo, cuando lo he hecho, me he notado las palmas de las manos húmedas y las piernas se me mueven solas a la hora de despegar y aterrizar. Luego suelo mirar desde arriba los paisajes que se me muestran abajo. ¿Existirá el miedo físico, del propio cuerpo, que queda anulado por el miedo psicológico, más "analizador" y "controlador"? ¿O será simplemente que no me doy cuenta de que estoy acojonao?

La verdad es que me encanta volar...

Menudo dilema.

Conchi Carnago dijo...

Tengo el mismo problema que tu me gusta viajar en avión pero cuando se va despegando del suelo tengo una sensación de indefencion, creo que es una mezcla de claustrofobia y canguelo.Pero bueno al final lo importante es lo conseguimos dominar, y eso en si ya tiene merito,verdad que si.

Paco Muñoz dijo...

Molón comenta aquello de los lagartos con las mujeres, era muy habitual ese mito, como los muchos que hay. Como que si te escupía una salamanquesa te quedabas calvo, pero la cuestión es de fobias. Ben dice lo de las lagartijas y las arañas, yo lo comparto, sería incapaz de acabar con ninguna, porque cumplen su misión, quitarnos otros individuos molestos, mosquitos etc.
Y Juan Manuel lo del miedo a volar, yo que lo he hecho en bastantes ocasiones, no puedo remediar el pavor pues si me toca en un ala, voy midiendo la torsión del material, mirando los remaches, observando los motores. Si no voy en el ala atento a las vibraciones, vamos cagado, en plan mecánico pero cagado. Pero cosa curiosa muchas veces he pedido permiso para visitar la cabina, me lo han concedido y he volado y aterrizado, con los pilotos más de una vez, y allí en la cabina no siento ningún temor. Decir que en la cabina tienes la referencia del horizonte cuando giras, bajas o subes, un montón de instrumentos de los que algunos conozco, y de luces rojas parpadeantes que se encienden a cada momento avisando, lo que puede acentuar el miedo pero la verdad es que no me da allí. Es curioso. Luego tengo fobias a la injusticia, a la codicia y a algunas cosas más cuya lista sería muy larga de enumerar, pero en eso seguro coincidimos todos.