Menuda polémica hay liada con la aprobación de no permitir la celebración de corridas de toros en el territorio catalán, otra vez está dividida España, que horror otra vez no, es increíble, todos tienen sus razonamientos, como no podía ser de otra manera, los que están a favor de que se sigan celebrando, sus motivos; porque dicen que es arte puro, en su ejecución, y en la estética; porque se perdería la especie del toro bravo; porque es una tradición; y ni más ni menos que el emblema de España, casi na, y olé.
Los que están en contra, sus motivos, básicamente el sufrimiento del toro, lo consideran una barbarie digna de otras épocas, y seguramente llevan razón, pero no sé, no sé, a mi no me gustan las prohibiciones, hacen que de más gana de hacer lo contrario, en todo caso nos han dejado a muchos como gallo en corral ajeno, que no sabemos a qué carta quedarnos, me siento como en un partido de tenis, ya miro a la izquierda, ya a la derecha, intento comprender a ambas partes, y qué duda cabe que las dos partes dicen tener razón, y seguro que las dos alguna tienen, este dilema es digno del sabio Salomón.
Estoy hecha un lio, con lo tranquila que yo estaba.
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