sábado, 23 de octubre de 2010

LA LEY ANTITABACO

La intolerancia, de los que hasta ahora, han disfrutado de su libertad de fumar en cualquier sitio, sin importarles lo más mínimo, que los que no lo hacíamos nos estuviéramos tragando, el humo que ellos exhalaban tan alegremente sin pensar en los de mas, y lo digo con conocimiento de causa.

Yo he sido una persona participativa, digo he sido porque ahora no me apetece perder mi valioso tiempo, en discusiones absurdas, (los años eso es lo que tienen, que sabe más el diablo por viejo que por diablo) pero yo, que he estado en la asociación de vecinos, de mi barrio, en la de mujeres, en la de el colegio, etc. en todas las reuniones me he tragado el humo de los que fumaban sin ningún miramiento.

Incluso ahora cuando salimos mi marido y yo con unos amigos, que realmente son muy pocas las veces, pues a mí personalmente me gusta más que nos reunamos en las casas, unas veces en la de ellos y otras en la nuestra, que es mucho más acogedor y cómodo, y no hay que soportar el ruido, que hace que tengamos que hablar a voces, y sobre todo no nos tenemos que tragar el humo de los clientes, porque no es verdad que todos los establecimientos tengan salas de no fumadores, la gran mayoría no las tienen, en muchos de los casos, porque en verdad el establecimiento no da para más, y yo comprendo que esas personas no se pueden permitir perder clientela.

Yo siempre, cuando no he podido aguantar más porque me picaba la garganta y me lloraban los ojos, cuando las reuniones se eternizaban y el salón era un verdadero “fumadero” insoportable, me levantaba y me iba a mi casa. Cuando he tenido a mis hijos pequeños, no hemos ido a bares, nos íbamos al campo, y eso que ganábamos desde luego.

No me parece correcto que ahora se quejen los fumadores porque se les prohíbe fumar en sitios determinados, simplemente se tendrán que acostumbrar a hacerlo en los sitios permitidos, que lógicamente no son tan permisivos como hasta ahora, pero todo es acostumbrarse, y el beneficio será para todos, los de los bares, no van a perder, porque espero que esta vez sí se cumpla la ley, al estar prohibido en todos los establecimientos, no se beneficia a ninguno, luego nadie perderá su clientela.

Actualmente son muchos los países que nos llevan ventaja en este tipo de ley: Irlanda, Gran Bretaña, Francia, Malta, Suecia, Finlandia, Letonia, Eslovenia, Holanda, Italia, Australia, Bangladesh… y muchos más que están como nosotros a punto de aprobar la ley.

Han sido muchos años soportando estoicamente, los no fumadores, a los que fumaban arbitrariamente.

Que nadie se rasgue ahora las vestiduras, por algo tan simple como cambiar de sitio a la hora de fumarse un cigarrillo, con un poquito de voluntad pronto se acostumbraran, si en otros países lo han hecho ¿Por qué aquí no?

Creo que todos salimos ganando si somos más tolerantes, los no fumadores lo hemos sido siempre. Espero que los fumadores, que lógicamente pueden seguir fumando, pues nadie les quita su derecho a hacerlo, solo se les pide respeto a la nueva ley en beneficio de la ciudadanía, también lo sean.

4 comentarios:

MariaJU dijo...

yo fui fumadora, pero procuré no molestar nunca a nadie. Ya llevo 11 años q no fumo y bueno, empezaré de nuevo en la intimidad cuando cumpla 70 por aquello de lo q me quede en el convento. Pero volveré con poderío, como las mujeres cubanas, tabaco en pipa en mi "mesedora" tomando el sol de mi patio mientras leo, ejjeje.

En lo q dices, llevas toda la razón del mundo. nuestras aficiones topan siempre con las preferencias de los demás, y lo mismo q a mi no me gusta q los decibelios de la música suban demasiado o el ruido de las motos, nadie ha de tragarse tp el humo q no quiere. Cuestión de educación tener esos pequeños detalles en cuenta para con los demás.

un abrazo, Conchi.

Conchi Carnago dijo...

Hola Lisis, lo de las mujeres cubanas me ha gustado mucho, y tu puedes hacerlo pues en tu casa con tu hermoso patio lleno de flores, y meciéndote, fumando en pipa tiene que ser relajante, jajaja.

José Manuel Fuerte dijo...

Pues yo sigo fumándome hasta el "moro liáo en papel de periódico" que se decía antes. Tengo un callo en el dedo gordo de las veces que enciendo el mechero (ahora más porque lo tengo que encender a la intemperie y siempre hay aire) pero siempre, repito; siempre he sido, incluso antes de ninguna ley, respetuoso con los no fumadores, o al menos lo he intentado (no soy un santo, o al menos eso espero) En mi casa, solo se fuma en la cocina o en el patio (por los niños) y luego respetando las indicaciones de los lugares a donde vamos. He llegado incluso a salir de un local en el que se permitía porque he visto que en él había un cochecito con un bebé. No quiero que parezca que soy "el bueno de la película" porque si he estado en una discoteca o en un pub me he fumado hasta las ladillas del DJ, pero entiendo que debe molestar a quien no fuma porque incluso a mí me ha molestado el humo del cigarrillo fumándomelo.
Veo bien que se prohíba en lugares públicos, aunque al cabo de la hora se me muevan las piernas solas debido al "mono", pero también espero que algún día alguien prohíba que desde mi balcón, mientras duermo en verano, respire sin solución el humo de los coches y motocicletas que pasan por mi estrecha calle a altas horas de la madrugada.¡Huele tan mal que me despierta!
Cuestión de solidaridad.

Conchi Carnago dijo...

Jose Manuel, a mi padre le pasaba como a ti, que se fumaba hasta las piedras, y por lo que dices has sido respetuoso con los demás, y eso que te honra, pero como tu hay muy pocos. Y te doy la razón en lo de los coches que no nos damos cuenta y nos estamos envenenando, con los carburantes, pero claro, no somos capases de utilizarlo lo menos posible, y solo para las emergencias, o viajes como seria lo
deseable.
En fin, que nunca llueve a gusto de todos. Como decía mi madre.