jueves, 20 de enero de 2011

LLEGO LA RADIO


La otra noche, como otras muchas, me desvelé (será que va de regalo con los años). Cuando eso ocurre, tengo la costumbre de poner la radio, y escuchándola, logro a veces dormirme relativamente pronto. En éstas estaba, cuando me puse a reflexionar sobre los años que disfrutamos de este magnífico artefacto, y de cuantos buenos ratos nos ha hecho pasar, por eso se me ocurrió dedicarle unos modestos párrafos de agradecimiento.

Según mi querido amigo google, el 14 de Mayo del 1897 Guglielmo Marconi, dio a conocer su descubrimiento de la “telegrafía si hilos” no creo que se pudiera imaginar, que sería uno de los inventos más populares. Cincuenta años antes, ya se experimentaba con el telégrafo. Un hecho histórico que marco el nacimiento de la radio, fue el llamamiento de socorro del Titanic la desgraciada noche de 1912. En tiempos de guerra fue el principal medio de difusión.

 EAJ1 Radio Barcelona, llamada la “decana” por ser la primera en emitir en España, a la que después siguieron otras muchas. En 1937 se creaba Radio Nacional, siendo montada sobre cuatro grandes camiones. Convirtiéndose en la primera de la cadena más importante de España.

La radio solo la conocíamos de verla en las películas, nadie podía imaginar que aquel artilugio, llegaría a formar una parte tan importante de nuestras vidas, ya que a través de ella estamos  informados al momento de todo lo que acontece en el mundo, sea bueno o malo. También nos entretiene, nos hace reír y a veces llorar, nos acompaña en los viajes, y en las noches de insomnio. Que más se le puede pedir, y todo eso por un módico precio.

Me traslado a mi niñez, allá por los años cincuenta y cinco al sesenta. Una casa de vecinos, de bonitos patios llenos de plantas y flores, con tejados de tejas árabes, en un bonito barrio de Córdoba rodeado de un importante, Patrimonio.

Cuando la radio llegó a nuestra casa. Los primeros en comprar un aparato fueron nuestros queridos vecinos Francisco y María. En su comedor, se reunían por la tarde todas las vecinas de la casa para escuchar los seriales, que por cierto eran buenísimos, no sólo por el elenco de actores, sino porque eran adaptaciones de grandes obras literarias, de los clásicos. Me estoy refiriendo a los primeros seriales.  Cuando  yo salía del colegio corría a integrarme en el grupo como una  escuchante más. Me gustaban mucho las historias que se contaban, e interpretaban tan maravillosamente bien, tanto que era como estar viendo una película a la que tú le podías poner cara a los intérpretes.  Con el tiempo dejaron a los clásicos y poco a poco pusieron de moda los folletines radiofónicos tipo, “Ama rosa”, o “Simplemente María”, etc. perdieron mucha calidad, aunque seguramente ganaron en audiencia, como por desgracia sigue ocurriendo hoy en el caso de la televisión.

Cuando ya mis padres pudieron comprarse un aparato de radio. Recuerdo que por las noches, la ponían con el volumen bajo, para escuchar la emisora Radio España Independiente (Estación pirenaica), desde ella podían enterarse de muchas cosas que pasaban en el país y que no había manera de enterarse por otros medios. Gracias a esa emisora yo supe de esa mujer luchadora, que defendía a la clase trabajadora, Dolores Ibarruri, más conocida como  “La Pasionaria”, también a Santiago Carrillo y otros muchos. Aunque yo era muy niña, me gustaba lo que oía y los comentarios que les escuchaba a mis padres cuando creían que estábamos durmiendo. Poco a poco fui tomando conciencia de la situación en España, que no tenía nada que ver con lo que en el Colegio y en la iglesia nos contaban, las versiones eran muy distintas, y poco a poco al ir creciendo, no sólo en altura sino en madurez de pensamiento, yo sacaba mis propias conclusiones. Creo que desde los diez años ya era una niña responsable, sin perder por eso la alegría ni las ganas de jugar.

Por las tardes, no recuerdo bien si sería a las siete o a las ocho, radiaban una serie que patrocinaba, creo recordar la marca “Cola Cao” esta serie, llegó a ser entrañable para todos, ya que sus textos inspirados en una familia normal de la época eran muy divertidos, me refiero a “Matilde, Perico y Periquín”, los insuperables, Juana Ginzo, Pedro Pablo Ayuso y Matilde Vilariño, eran sus principales intérpretes y como siempre estaban geniales, seguidos de un gran elenco de actores, magníficos todos. A muchos de ellos los podíamos reconocer en las películas extranjeras, ya que hacían el doblaje al castellano de las mismas, impecablemente bien. Cuando terminaban el serial de la tarde, en la emisora local, en Córdoba era EAJ-24 Radio Córdoba, que estaba ubicada en la calle Alfonso XIII, comenzaba el programa de discos dedicados, que siempre comenzaba con una jota aragonesa que dedicaba Ricardo Solanas “el chatarrero” a todos los cordobeses. El programa consistía en solicitar una canción de tu cantante preferido y dedicársela a un familiar querido, por algún motivo concreto, como por ejemplo el día de su santo, el locutor decía; “En el día de su onomástica”. Cuando algún hijo, sobrino o nieto hacía la primera comunión, decían: “De fulanito de tal a zutanito en el día más feliz de su vida”. Igualmente en los bautizos y bodas, y las incorporaciones a la mili era: “En su incorporación a filas” Las canciones que en ese momento eran más populares, y que todos tarareábamos con mayor o menor acierto, coincidían con el gusto de los solicitantes, y el resultado era una larga letanía de nombres y buenos deseos que resultaban exasperantes, que no tenías más remedio que soportar si querías escuchar la canción que previamente habían anunciado.

Algunas de las canciones más escuchadas en aquellos años, eran: “Angelitos negros” de Antonio Machín, “Tatuaje” “ojos verdes” y todo el repertorio  de Doña Concha Piquer, “Soy Minero” y otras de Antonio Molina, y como no las de Lola Flores o Juanito Valderrama,  todas ellas inolvidables.

 En la misma emisora había un programa para niños que se llamaba “Radio Chupete”, en el cual el niño o niña que se presentaba tenía que cantar en directo una canción que él mismo elegía. El auditorio se llenaba de gente entre amigos y familiares. Entre los aprendices de cantantes, que la gran mayoría desafinaban horrorosamente, causando la hilaridad del público, no se me olvida un día que una amiga se presentó al concurso y fuimos todas las amigas a verla, ya desde el principio empezó a desafinar, no puedo expresar con palabras lo que mis amigas y yo vivimos en esos momentos, al comprobar cómo nuestra amiga desafinaba una y otra vez, no podíamos aguantar las carcajadas, y como a la vez sentíamos un gran remordimiento por reírnos de ella, queriendo evitarlo, el efecto era al contrario, más risa nos daba y más vergüenza sentíamos. Tratábamos de escondernos para que no nos pudiera ver, como nosotras no estábamos en las primeras filas, y ella, encima del escenario  con los nervios, afortunadamente no se dio cuenta de nada. Aquella vez todas mojamos las bragas  ¡Que  recuerdos!

Después vinieron programas de humor, uno que presentaba Pepe Iglesias, y se llamaba “El Zorro” en el que imitaba muchas voces con gran éxito. Otro muy famoso el de Alberto Oliveras “Ustedes son Formidables” programa de solidaridad, en el que participaba mucha gente haciendo donaciones, pues siempre tocaban la fibra sensible de los oyentes. Boby de Glané, presentaba “Cabalgata fin de Semana” y Raúl Matas uno de música, etc.ect… la lista sería interminable.

Desde entonces la radio, ha formado, y forma parte de nuestra vida. Hoy día hay emisoras para todos los gustos, dándonos oportunidad de elegir según el momento del día, o del ánimo que tengamos. Su compañía no tiene precio pues hace que no nos sintamos solos, que no es poco. Son muchos los momentos buenos los que tengo que agradecer a la “radio”.

martes, 11 de enero de 2011

FELIZ CUMPLEAÑOS, MI PEQUEÑA CLAUDIA

Cuatro lindos años tiene mi pequeña nieta Claudia. Había sido deseada por sus padres y por sus abuelos. Yo particularmente tenía prisa por conocer a mis nietos, pues siempre he temido, que les pasara como a mí, que no llegué, a conocerlos. Y como siempre que hablo de esto, digo que los eché mucho de menos, pues todas mis amigas hablaban mucho de los suyos, y yo no llegaba a comprender por qué yo no tenía ninguno. Tuve esa mala suerte, que le vamos a hacer.

Solo le pido a la vida, que me de salud para verte echa una mujer pequeña Claudia. Pero si no es así por causa del destino, quiero que sepas que te he querido mucho. Que ya te imagino cómo vas a ser de mayor, y estoy completamente segura, de que vas a ser una chica preciosa, y  sobretodo, y más importante, es que serás una buena persona, ya se encargaran tus padres de que lo seas, porque no puede ser de otra manera cuando hay una buena base, y tú has tenido la gran suerte de tener, buenos genes pues no solo se heredan los rasgos físicos, también las buenas maneras y la integridad, porque los padres se lo transmitimos a nuestros hijos y estos a los suyos, como nosotros lo recibimos de los nuestros, es así de simple.

Querida Claudia, como es lógico te deseo lo mejor, y lo mejor no son lujos innecesarios, lo mejor de la vida es el cariño de tu familia y de los amigos, pero la familia es la que nunca te fallará y siempre te apoyará en todas las decisiones que tomes en la vida, pero también están en la obligación de aconsejarte, si ven que te vas a equivocar, no pases por alto sus consejos pues “sabe más el diablo por viejo que por diablo” es un dicho muy antiguo, pero que sigue vigente, y seguirá, porque es verdadero. Hay cosas que se aprenden en los libros, y es bueno aprenderlas, y otras que te las enseñara la vida, por eso es bueno escuchar a las personas mayores, porque con sus vivencias, acumulan muchas  experiencias que en un momento dado te pueden ayudar a tomar el camino correcto. Por lo menos escúchalas y luego tú decides. No olvides que todos nos equivocamos, no una, sino muchas veces porque somos humanos, pero hay otro dicho que dice “que rectificar es de sabios” y también es muy verdadero, no dejes nunca, que el orgullo te impida rectificar, quizás tu felicidad dependa de ello.

Respeta siempre a tus padres, porque ellos lo han dado todo por ti, sin esperar nada a cambio, simplemente quieren que seas feliz, pero eso también depende de ti, cuando seas mayor serás responsable de tus actos, y no puedes culpar a nadie, de tus equivocaciones. No pierdas nunca el contacto con tu hermano, no dejes que nadie se interponga entre tu familia y tú, no olvides que en  tú corazón cabemos todos.

Espero por tu bien que seas una buena estudiante, y consigas las metas que te propongas, que sepas elegir a lo que te habrás de dedicar en el futuro para subsistir sin tener que depender de nadie, eso te dará más libertad.

Disfruta de la naturaleza y de los momentos buenos que la vida regala. También se aprende de los malos, la vida no es siempre color de rosa. Cariño, si dependiera de mí solo tendrías días felices.

Y qué decirte del amor, que tengas mucha suerte, que encuentres al hombre que te haga feliz y que tú lo hagas a él. Quizás la felicidad completa no exista, pero sí muchos momentos felices, que nos hacen la vida más llevadera, y placentera, creo que en el cariño, y en el respeto, está la clave para una buena convivencia en armonía.

Aunque sé, que cuando tú seas mayor, seguramente no habrá, “espero”, violencia de género, no dejes nunca que ninguna persona, por mucho que la quieras, te maltrate, ni física ni psicológicamente, que nadie mine tu autoestima, que siempre  seas dueña de tus actos de tus aciertos y también de tus fracasos. Solo así te sentirás libre.

Pequeña Claudia, cuanto me gustaría poderte decir todo esto personalmente, no sé si lo conseguiré, aunque sinceramente creo que no, pues quedan muchos años para que tengas edad de comprender este tipo de cosas. Me conformo con que algún día leas estas humildes notas, que te dedico, desde el cariño tan grande que te tengo, y que me hace desearte una vida llena de alegrías. También podrás saber cómo se crio tu abuela, leyendo el relato que titule “Mi vida en mis patios” donde cuento muchas cosas de mi niñez, de mi padre, y de mi madre, tus bisabuelos. Tu abuelo Paco también tiene hecho un árbol genealógico, y mucha información, donde encontrarás, a todos tus ancestros, Creo que te gustará saber cosas de los que han formado  tus raíces.

Tu abuela Conchi.
11/01/2011

PD. Esta carta la publique en este blog, para que no se extraviara, y pueda llegar a tus manos cuando tengas edad de entenderla.

miércoles, 5 de enero de 2011

NOCHE DE REYES


Cinco de enero, noche de intriga y misterio para miles de niños, sus pequeñas mentes, no acaban de comprender, están sufriendo, lo que vulgarmente llamamos un “cacao mental” de grandes dimensiones ¿Qué será, eso de los reyes magos? ¿Qué es un rey? ¿Quiénes son esos hombres que, sin conocerlos de nada, nos hacen regalos a todos los niños? Por muy inocentes que sean los niños, no son nada tontos, pero nada, de nada, e intuyen que algo no es  normal, o como poco “rarito”, que tres hombres se puedan multiplicar de esa manera, para entrar en todas las casas, y a la misma hora, ¡vamos hombre!, solo un tipo como “superman “lo podría hacer con su superpoderes. ¡Eso sí  que sería guay  no!

Esa noche en la Cabalgata de Reyes, ya por fin, los han visto, ya empiezan a creérselo, ¡Cuánto lujo! ¡Cuántas luces! ¡Qué carrozas tan bonitas! ¡Cuánta gente! Los reyes: Melchor, Gaspar y Baltasar, cada uno con sus pajes correspondientes, vestidos de raso y terciopelo, de bonitos colores y una alegre música acompañándoles. Los pequeños con la  emoción reflejada en sus caras y no menos en las de sus padres.

Más de un niño avispado se da cuenta que los reyes que han visto en la cabalgata, no son los mismos que han podido ver durante unos días en los grandes almacenes, o en los comercios de sus barrios. Porque además de no ser tontos tampoco son ciegos, mas confusión para sus pequeños cerebritos. Algunos preguntan, otros ya aprenden a hacerse los tontos por si acaso, como hacemos los mayores.

¡Tenéis que dormiros pronto para que los reyes no os vean despiertos! ¿Pero cómo se van a poder dormir pronto con tantas emociones? Imposible, esa noche tardan más que nunca en dormirse, ¡normal!

Los niños son más listos de lo que nosotros pensamos, aunque la realidad es que somos nosotros, los mayores, los padres y también los abuelos, los que queremos creer que esa etapa tan bonita de inocencia, sea más larga de lo que realmente es. Nos negamos inconscientemente, porque no quisiéramos que tan pronto empezaran a madurar, y a hacer preguntas, a las que hay que contestar de la manera más fácil de asimilar por ellos, pero eso sí, nunca mintiendo. En muchas ocasiones, los niños, nos ponen en verdaderos aprietos con preguntas inesperadas por su corta edad, de todas formas cuando empiezan a darse cuenta de que algo no cuadra, ya han pasado unos años en los que han podido disfrutar con el Día de Reyes.

Después de una noche agitada, llega la tan esperada mañana del seis de enero, los niños despiertan y corren, con cara de no creerse del todo lo de los regalos, todavía tienen dudas pero cuando descubren que sí, que es verdad, que están todos los juguetes, donde sus padres les habían dicho que estarían si se portaban bien, entonces les cambia la cara, se evaporan todas las dudas como por arte de magia,  y piensan que era verdad lo que le estaban diciendo sus padres, no los estaban engañando, ¡puah qué alivio!

Rápidamente pasan a la acción de romper los papeles que envuelven los regalos. Están tan nerviosos que quisieran abrirlos todos a la vez. Poco a poco los van descubriendo, y ahora viene otro dilema, con cuál jugar, todos les gustan, no saben cuál elegir, se pasan de uno a otro continuamente. A veces pasa que le gustan más los del hermano, o al revés los de la hermana, ¡atentos padres puede haber disputas!

A todo esto los padres, disfrutando tanto o más que ellos, y como no, grabando el momento para la posteridad. Unas horas más tarde, a casa de los abuelos, primero a unos después a la de los otros, da igual el orden, nuevas emociones, se ven desbordados, realmente no saben dónde acudir, van llegando los titos de ambas familias, más juguetes. ¿Tendrán sitio donde ponerlos? no sé, no sé.

Sonrisas de alegría y satisfacción de toda la familia.

Los niños son lo mejor que nos da la vida, solo tienen una pega, que crecen demasiado pronto.

Un consejo a los padres: dedíquenle el máximo de vuestro tiempo, cuando quieran hacerlo será tarde.

Un emotivo recuerdo para tantos miles de niños que no tienen Día de Reyes, y lo que es más grave, ni siquiera niñez.

lunes, 3 de enero de 2011

AÑO NUEVO


Acabamos de estrenar año. Muchos tenemos la costumbre de rebobinar un poco el disco duro de la memoria. No sé si eso es bueno o malo, pero si nostálgico. Tampoco quiere decir que los recuerdos sean mejores o peores, simplemente son eso, recuerdos, que nos invaden, casi siempre involuntarios, pues eso es lo que tiene la mente, que se dispara sin permiso y la mayoría de las veces en el momento menos apropiado. Nos sentimos tristes sin motivo aparente, y notamos las lágrimas a flor de piel, nos invade el sentimiento, que intentamos reprimir, pues no queremos preocupar a nadie. Sería  bueno dejar que las lagrimas fluyeran,  a su antojo, entre recuerdo y recuerdo. Cuando se tienen tantos años, hay mucho que recordar, no todo es bueno, ni malo, pero es todo lo que hemos vivido, es  nuestra vida, la única que vamos a tener, y que no podemos cambiar ni volver atrás.

De la niñez no tengo apenas recuerdos de la Nochevieja, en mi casa no había costumbre de esa celebración. Ya siendo una chavalilla sí, con las amigas, y  siempre en la casa de alguna de ellas, mas tarde con mi novio y otras parejas de amigos, también en casa de algunos amigos, donde bailábamos, y reíamos como todos a esas edades, mas tarde en familia con nuestro primer hijo Paco, unos años después, con Gabriel ya éramos cuatro.

Nunca ha sido una fiesta que a mí particularmente me haya atraído mucho, quizás por eso no tengo recuerdos dignos de mencionar. Lo que si me llama la atención es lo amable que nos ponemos todos deseándonos feliz año, eso está muy bien, pero por qué no somos así todo el año.  Por qué tenemos que ser solidarios solo en estas fechas, ¡no lo entiendo! Ya, ya sé, que es la costumbre, pero da mucho que pensar ¿o no?

Todos los días del año son buenos para desearles a los amigos, a familiares, o conocidos, lo mejor de lo mejor, de alegrarnos de sus logros, de entristecernos con sus desgracias, de ayudarlos y animarlos cuando tienen un problema. No, realmente no creo que sólo en estas fiestas tengamos que ser tan amables, valoro mucho más la amabilidad de diario, que me parece más natural, más auténtica, la de estas fiestas es mas protocolaría y mucho menos sincera.

Le pedimos al nuevo año cosas, que el nuevo año no puede dar, el que él nos traiga esto o aquello no depende de él. Estamos equivocados, él solo puede dar días que van pasando uno tras otro, y que nos ayudan a vivir más, solo eso. El que se acabe la crisis, “no depende del año”. Que todos los parados encuentren un  trabajo, “no depende del año”. Que seamos más solidarios, para que nadie se muera de hambre y todos tengan un techo donde cobijarse del frio o la lluvia, “no depende del año”. Que los políticos hagan bien su trabajo y en vez de pelearse como niños, piensen más en el bienestar general, “no depende del año”. Que cuidemos el medio ambiente para que nuestros descendientes lo puedan disfrutar como nosotros, “no depende del año”. Que no haya guerras ni terrorismo “no depende del año” Que todos respeten a todos, “no depende del año”. Que seamos mejores personas “no depende del año.”

No pidamos a quien no puede dar. Arrimemos todos el hombro cada cual en la medida de sus posibilidades, y como decía CONFUCIO;  DONDE HAY JUSTICIA NO HAY POBREZA.