domingo, 28 de octubre de 2012

RETAZOS 5




MITAD  SUEÑO, MITAD  REALIDAD

Aquel día desperté, con la sensación de que había soñado algo cuanto menos intrigante. Hice un esfuerzo por intentar recordar. Sé que fue un sueño intenso y complicado, veo imágenes diferentes que se mezclan entre sí (como el trailer de una película), trato de ordenarlas en mi mente, es difícil ya que no hay un hilo conductor, sigo intentándolo, pues intuyo que es importante. Cuando por fin lo logro, creo que son tres sueños en uno. Con esfuerzo consigo desligar uno de otro.

Veo a un joven vestido y calzado con ropa deportiva, que camina a un buen ritmo, sus largas piernas dan grandes zancadas, a la vez que anda escucha música, con uno de esos aparatos pequeños que están tan de moda, yo lo estoy viendo pero curiosamente  no formo parte de la escena. De pronto una muy rara sensación se apodera de mi cuando su agitada respiración, la música, y sobre todo los latidos de su corazón, los siento como míos, y me siento fatigada, como si fuera yo la que caminara a ese ritmo o estuviera dentro de él.  No lo entiendo, no entiendo nada, es tan real.

Con la extraña sensación en la mente, intento organizar el otro trozo de sueño que estaba entrelazado con el anterior, y que he tenido que entresacar como pequeñas piezas de puzzle de los que haciendo un esfuerzo  voy sacando y  encajando formando un todo. Una mujer de unos cuarenta años, lleva el pelo recogido de manera informal, su rostro refleja serenidad  viste un alegre y cómodo vestido veraniego, está sentada delante de un gran lienzo que descansa sobre un caballete de pintor, en un hermoso prado, iluminado de bellos tonos verdes y dorados. A unos metros  de ella,  unos niños jugando, siento sus voces y risas pero sobretodo los veo, y veo lo que la mujer está pintando. Los niños están inmóviles dibujados en el lienzo, ella ha empezado a dar los tonos verdes para ir cubriendo el fondo del paisaje sobre el que están dibujados los dos niños. En esos momentos como en el anterior, tengo la certeza o la sensación de ser yo  la que además de ver a los niños los estoy pintando.

Que sueño tan raro, no estoy en ninguna de las tres escenas, y sin embargo me siento igual que si fuera esas dos personas. Entre las imágenes de los otros dos trozos ya encajados, e interpretados, había otras que eran de quirófanos, de médicos operando, bajo potentes luces. Después una mujer con los ojos tapados, que sentía miedo, yo también lo pude sentir, además de lo que pensaba. En otro flas, un joven sonriendo con la mano en el corazón haciendo ejercicios respiratorios de recuperación. En otros trozos unos médicos hablándoles a otras personas, les oigo decirles que la operación de los trasplantes ha sido todo un éxito. Llantos de alegría, y caras de felicidad entre los que supongo serian los familiares.

¿Quiénes son esas personas? ¿Qué tengo yo que ver con ellos?  ¿Estaré de verdad despierta? ¿Ahora recuerdo que yo había donado mis órganos? ¿Habrá ocurrido ya, y no lo estoy soñando? ¿Podría ser una premonición?

Afortunadamente al poco rato de mis elucubraciones, comprobé que realmente solo fue un  sueño, pero un sueño que me dio tranquilidad, que me hizo reafirmarme en mi decisión de donar mis órganos si llegado el momento están en buen estado, espero que ese momento este aun lejano, pero reconforta saber que otras personas podrán hacer una vida normal gracias a las personas solidarias, y si pensamos egoístamente, nos puede tocar a nosotros, o alguno de nuestros seres queridos.

Sean solidarios y háganse donantes.

miércoles, 24 de octubre de 2012

UNA MADRUGADA DE VERTIGO´S



 Como decía un famoso cómico, “esto es verídico” me pasó no hace mucho.

Hace unos meses, no me pregunten la fecha exacta pues no la recuerdo, y no soy de las personas meticulosas que todo lo apuntan, lo que sí recuerdo es que era invierno, pues bien serian las cinco de la madrugada, y como tantas otras veces durante la noche, tuve la necesidad de levantarme a evacuar de la vejiga el dorado liquido acumulado durante la noche.

Cuando me fui a incorporar, no pude, todo me daba vueltas, o más bien era yo la que daba vueltas, no lo sabría decir, cada vez que lo intentaba era mucho peor, tenía la sensación de flotar en el espacio cual astronauta, la habitación daba vueltas tan rápidas que me era imposible distinguir nada. Creí que me estaba muriendo sentí que me faltaba la vida. Como no podía hacer otra cosa decidí esperar por si se me pasaba. Pude comprobar con pánico cómo ante el miedo, la mente se dispara. Lo primero que se me vino a la cabeza fue mi familia, y el disgusto que les iba a dar si aquello era el final. Imagine su incredulidad y su dolor. Empecé a sudar, comprobando que su dolor me dolía más a mí. Pero que podía hacer yo pobre de mí, esas cosas son así. Las imágenes se agolpaban junto a los sentimientos de culpabilidad por el disgusto que les iba a proporcionar sin yo quererlo, todo eso unido a mi falta de ganas por dejar este mundo.

Me decía a mi misma: No puedo hacerles esa “putada” no, aun es pronto, no es justo aun les puedo hacer falta. ¿Dios que es esto? ¿Qué me está pasando? Me preguntaba una y otra vez, —joder, con lo bien que yo estaba— la sensación era terrible, no podía incorporarme aunque lo intente muchas veces antes de pedir auxilio a Paco, que dormía plácidamente, ajeno a mis elucubraciones, y a mi terror.

Viendo que los síntomas no cedían, muy al contrario, decidí llamar a Paco, le llame tímidamente intentando que no se alarmara demasiado, cosa totalmente inútil conociéndolo. Le explique lo que me pasaba. Él, descompuesto, me acribillo a preguntas, con el fin de comprobar si mi mente era capaz de coordinar (es un médico frustrado), me tomo el pulso, y la tensión, incluso me miro las pupilas, yo le urgía a que llamara a urgencias, y sobretodo que no les dijera nada a nuestros hijos, hasta no saber lo que me estaba pasando, con el fin de no alarmarlos innecesariamente —No me hizo puto caso— se ve que estaba tan asustado o más que yo.

Los de emergencias no tardaron mucho, aunque siempre está la sensación de que tardan más de lo debido. Una doctora y su ayudante acudieron prestos a la cabecera de la cama, la doctora me hizo las preguntas y todo lo que ya Paco me había hecho. Tras el rápido examen  dio el diagnostico. Sufre usted un ataque de vértigo, no se preocupe es muy aparatoso pero no es nada grave, pronto se le pasara, me inyecto un “Dogmatil” y recetó unas pastillas para el vértigo y me dijo que en una media hora podría levantarme, pero que tuviera cuidado con los cambios bruscos de postura. Me quede un poco más tranquila, pero dudando de que aquella sensación  de inestabilidad, se fuera tan pronto.

Ciertamente lo peor si pasó, aunque no del todo ya que tardó unos pocos de días, solo que ya los síntomas eran mucho más leves. De todas formas me desplazaba de un lado a otro, sujetándome a las paredes. Me sentía tan inútil. Durante unos días seguí el tratamiento, hasta su total desaparición.

Aquello afortunadamente paso, después me ha repetido un par de veces más, solo que con menos virulencia, precisamente, en los cambios de postura del yoga, la ventaja es que ahora se lo que debo hacer, y siempre llevo las pastillas  a mano. Y lo más importante, es que no creo que de eso se muera nadie, y eso es algo que ciertamente tranquiliza.

Sin ser nada grave es muy molesto cuando hay una crisis, ya que te hace sentir una persona inservible.

En fin, otro achaque más que aterriza en la lista afortunadamente aun corta, a causa del paso del calendario que no perdona. Iremos sumando, lo importante es poder contarlo.

Y si se me permite un consejo; Si a alguien le pasa por primera vez, que no se asuste tanto como lo hice yo, por no tener ni idea de lo que me estaba pasando.

domingo, 7 de octubre de 2012

NOS QUITAN NUESTRO HOGAR



Los datos que salen a la luz sobre desahucios son escalofriantes, se están batiendo récord diarios, solo pensar que son miles las familias desahuciadas al “mes”, es algo que resulta tan increíble, e inhumano que me deja sin palabras.  Pero en estas líneas solo voy a tratar de algo que me preocupa, a causa de mi inmenso amor por los niños, para mí los niños están por encima de todo.

Mi preocupación es la siguiente: Cómo les explican los padres de esas desafortunadas familias a sus hijos pequeños, que todavía no tienen edad de comprender lo cruel que puede llegar a ser la vida,como se le dice a un niño de corta edad, que su casa ya no es su casa. Que su hogar, ese en el que han vivido desde su nacimiento, ya no es su hogar. Que esas paredes que escucharon salir de su boca sus primeros balbuceos, sus primeras silabas, su primer “mama” o “papa”, esas, ya no estarán, para seguir siendo testigos de su normal evolución.  Que esa casa donde dieron sus primeros pasos, después de rastrearla a gatas por los pasillos, ya no es su casa, ya no es su hogar, y que ya no formara parte de su vida futura.

Cómo, y qué, dirán a sus hijos cuando pregunten por “su cuarto”, ese, en el que guardaban todos sus juguetes, ese que durante algunos años han compartido juegos con hermanos o amigos, donde tantos días se han sentido héroes de sus cuentos con la imaginación, han sido el guerrero, el “spiderman” o el “superman”, o la “enfermera”, el o la “médico”, la “mamá”, o la “princesa”. Donde han jugado con sus hermanos o hermanas. Donde se dormían escuchado los cuentos que su padre o su madre les leían por las noches para soñar con maravillosas historias.
Ya nunca más será su cuarto, ya jamás podrán jugar en él. ¿Cómo comprende un niño, que todo lo que allí han vivido, ya es historia?

¿Por qué no existe un manual para esos terribles momentos? Pobres padres no solo tienen que afrontar el terrible desbarajuste que supone, quedarse sin trabajo, el drama de tener que dejar su casa. La injusta y demencial ley que obliga a  una familia a tener que seguir pagando algo que nunca será suyo. Es tan absurdo como doloroso y difícil de asumir. Pero como se le explica a un niño todas esas cosas que además de incomprensivas son terriblemente injustas.

Los adultos estamos acostumbrados a pasar por situaciones difíciles y sabemos salir adelante luchando, pero, qué hay de los niños. Ellos, los niños, no entienden de crisis, ni de bancos ni primas de riesgo, ni de mercados, ni de justicia o injusticia, ellos solo quieren volver a “su casa”.

Las injusticias se vuelven más injustas cuando hay niños de por medio, ¿Dónde están los tan cacareados, derechos de los niños?  ¿Por qué, ni gobierno ni bancos tienen en cuenta esos derechos?  Tiene que haber medios justos para estos casos, seguro que los hay, solo falta voluntad de entendimiento, por todas las partes. Si en el siglo XXI no somos capaces de solucionar ese tipo de situaciones con el dialogo y el entendimiento, es que poco o nada hemos aprendido.

Y por último, compadezco a los padres que se ven en esa tremenda y triple situación, sin trabajo, sin casa, y con parte de hipoteca, con el añadido de cómo hacer comprender lo incomprensible a sus hijos pequeños. 

Que difícil tarea, dios.

lunes, 1 de octubre de 2012

CUANDO SE ARRASAN LOS DERECHOS DEL PUEBLO, EL PUEBLO SE LEVANTA


 Estamos asistiendo en los últimos meses a lo que se está llamando “indignación”, por  parte de los ciudadanos, en forma de manifestaciones de todo tipo y por numerosos colectivos, en definitiva por los de siempre, por los nombrados como “el pueblo llano” que son los únicos que tienen verdaderos motivos para estar indignados.

Cuando el pueblo llano es ofrecido a los “dioses de la banca” en sacrificio, para paliar los desmanes de una clase privilegiada y prepotente, el llamado pueblo llano o “populacho” como lo llamaban despectivamente en otros tiempos, o mejor dicho (nos llaman, pues yo siempre he pertenecido a este honorable gremio).

Cuando un gobierno, nos quita derechos adquiridos mediante muchos años de lucha reivindicativa, lucha, que ha costado sangre sudor y lagrimas (y no es exageración). Cuando se retrocede en el tiempo, de una forma brutal, en el tema de la sanidad, investigación o educación, que son los tres grandes pilares que hacen a un país prospero y moderno. Cuando se quiere volver a reprimir el derecho a aparejarse con quien a cada cual le de la real gana, o el derecho a ser madre cuando cada una lo crea conveniente. Cuando se les priva a los dependientes de una ayuda imprescindible para poder “sobrevivir”. Cuando los comedores sociales están a tope pidiendo ayuda por no poder atender a tantas personas,  incluyendo a niños que están pasando verdadera “hambre”. Cuando hay cientos de familias que son desahuciadas de sus hogares, y están siendo alojadas y mantenidas por sus familias, (eso en el mejor de los casos), echando un peso extra sobre las espaldas doloridas y reumáticas de cientos de abuelos, que están cansados y tiene derecho a una vejez sin sobresaltos, y no se hace nada. Cuando se descarga todo el peso de la crisis en forma de recortes sobre los hombros de los más débiles y de los que por otro lado ninguna culpa tienen. Cuando muchos jóvenes tendrán que dejar sus estudios por el aumento excesivo en el pago de las matriculas, y la falta de becas.
Cuando un gobierno que solo en unos meses ha incumplido “todo” su programa, y no dimite voluntariamente, el pueblo tiene todo el derecho y el deber de salir a la calle, ya que una gran mayoría, votó un programa en el que se les prometía todo lo contrario de lo que está haciendo, eso tiene un nombre se llama “ESTAFA”.

En los últimos meses, miles de personas hemos salido a la calle, “pacíficamente” a testificar con nuestra presencia el descontento por los derroteros que el gobierno  está llevando al país a todas luces inapropiados y lo que es peor inútiles. ¿Por qué, está sirviendo para algo el sacrificio de la clase trabajadora? Todos sabemos que no, que las cifras de paro van en aumento, y cientos de pequeños negocios cerrando. A estas alturas ya tendrían los gobernantes que haberse dado cuenta y haber cambiado de estrategia, y si no son capaces lo correcto sería elecciones anticipadas. Porque sí, hay otra forma de gobernar, si que la hay, cambiando muchas cosas, pero la hay.

En las tres últimas manifestaciones, que ciertamente han sido multitudinarias, aunque desde el gobierno se ningunea para no variar, pero los documentos en directo salidos en los medios, no dejan lugar a duda. Todos hemos podido ver con alarma, e indignación, como se han portado las Fuerzas del Orden Publico, yo diría más bien del “desorden” y de la provocación, se olvidaron por completo de su deber, por el que le pagamos el sueldo entre todos con nuestros impuestos, y no es otro que “defender al pueblo”, no atacarlo, cuando este se manifiesta pacíficamente por sus derechos que son a la vez los suyos también,  ¿tan difícil es entenderlo?

Está muy claro que el gobierno está perdiendo los papeles, lo saben, saben que lo están haciendo fatal, pero no tienen la dignidad suficiente para dejar el campo libre para que otros lo intenten. Supongo que será el nerviosismo el que ha imperado estos aciagos días, en que las fuerzas del orden, se han saltado todas las normas democráticas habidas y por haber. Los que no estuvimos allí físicamente pero si con el corazón, seguimos en directo gracias a la cadena Sexta, que es la única, por ahora, que se puede ver en cuestión de información de actualidad, no manipulada. Pues bien, viendo las imágenes pasábamos de la indignación al miedo, por tanta furia contra los trabajadores, vimos atónitos como apaleaban a padres, hijos, y abuelos, a tres generaciones unidas defendiendo, unos su futuro, otros los derechos por los que lucharon, pero sin armas, solo con la palabra, y con pancartas totalmente “inofensivas” aunque a las fuerzas del orden les parecieran armas, seguro que debieron de sufrir el mal de Don Quijote, que en vez de molinos veía gigantes.

Incluso vimos incrédulos como  en varias carreteras pararon a los autobuses, y hacían bajar a los ocupantes, además de pedirles su documentación, le registraban las mochilas y los cacheaban, como si se trataran de delincuentes, o terroristas. Demencial. Y por si esto fuera poco, va el Ministro y la Delegada y los felicita públicamente. Una de dos, o el Ministro no ha visto las imágenes del comportamiento iracundo de su tropa, o es un demente retorcido. Pues tendrían que estar pagando por su actuación desmedida y desproporcionada, con la suspensión de empleo y sueldo, para que aprendieran de una vez por todas cual es su misión. Y para rematar la faena el señor Rajoy en unas declaraciones, alaba a los miles de españoles que se quedan en sus casas, y no se manifiestan, solo aceptan los recortes con resignación, eso y llamarles directamente borregos es lo mismo. Como siempre las declaraciones las hace fuera de España, para variar, (este hombre tiene un problema gordo, en España se queda mudo y es cruzar la frontera, y la mudez se le cura). Un poco raro sí que es.

Hemos vivido días en los que los mayores hemos recordado tiempos lejanos, de dictadura y represión a la que por nada del mundo  queremos volver, no ya por nosotros sino por nuestros hijos, tras muchos años de reivindicaciones creíamos haberle dejado un mundo civilizado, mejor que el que a nosotros nos toco vivir, pero parece que en poco tiempo todo se ha ido al garete.

En estos momentos de la historia, y ahora más que nunca, tenemos el derecho y el deber de defender con uñas y dientes nuestros derechos, nos ampara la “Constitución” con todas sus luces y sus sombras, a la cual también habría que darle un buen repaso, pero hoy por hoy es la única que tenemos.

Tantos ineptos, mentirosos, ambiciosos, indeseables, y corruptos, nos están amargando la existencia. La preocupación por el futuro de la juventud es tan inmensa, que ninguna familia se libra de ella. Estamos envueltos en un caos de despropósitos sin parangón, más propio de épocas medievales que del 2.012.