miércoles, 5 de febrero de 2014

“CRISIS” CUAL ES ¿LA VERDADERA CARA DE LA CRISIS?


Cuántas veces hemos escuchado hablar de la crisis desde que estalló en nuestras mismas narices, y sin previo aviso, miles, sí, no exagero, miles de veces. Pero de la verdadera “cara” de la crisis, pocas o muy pocas hemos oído nada, parece que la realidad a nadie le gusta escucharla.

Primero nos vendieron “la moto” culpándonos porque según ellos los “mandamases” decían que: “habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Nada más lejos de la realidad, aunque hubo mucha gente que se lo creyó.

Después comenzamos a escuchar, lo de “la prima de riesgo”, de la que no teníamos ni puñetera idea de quién era. “Del déficit”, y de la “subida y bajada de la bolsa” no de la nuestra, claro, pues esa no le interesa a nadie. Aparecieron como por arte de magia palabras que hasta entonces desconocíamos, como: Recesión/ Desaceleración/ Inflación/ Rescate. Y como consecuencia de todo eso, los expedientes de regulación de empleo, es decir, el por desgracia conocido por miles de trabajadores que lo han sufrido en sus propias carnes, el super famoso ERE. Y una más, el FMI, Fondo Monetario Internacional, el cual asoma día sí, día también, por las noticias dirigiendo el cotarro, y dejándonos con cara de póker. La criminal Reforma Laboral, que se ha demostrado, como peor el remedio que la enfermedad. Eso sin contar el enfermizo empeño del gobierno por enmascarar la realidad a fuerza de eufemismos, (sin duda con buena fe, “supuestamente” para no asustarnos aun más). No me gusta pensar mal, aunque mi madre siempre decía: piensa mal y acertarás, y la verdad es que se equivocaba muy poco, era muy inteligente, gran mujer mi madre.

Pero la auténtica y verdadera “cara” de la “crisis” no son todos esos datos. Esos títulos rimbombantes; esas meteduras de pata de los que desgobiernan este país, estos y los otros; estos últimos (los otros), son los que a pesar de ser inteligentes, “supuestamente” no supieron vislumbrar lo que se avecinaba, cuando muchos miles de españolitos de a pie sin grandes títulos, solo con un poco de coherencia ya veíamos venir, y estos que lo iban a arreglar lo están rematando de la peor manera.

La verdadera “cara” de la “crisis” tiene nombres y apellidos, y es la que está en cada casa. En cada una de las familias que se quedaron sin recursos al perder sus trabajos y sus prestaciones. Luego, la nada, miento, la indigencia más absoluta, la caridad, la dependencia de familiares, amigos, ayudas de las organizaciones, en definitiva “caridad”. Nada más humillante para las personas que quieren trabajar en lo que sea y no encuentran en qué. Que siempre han trabajado para mantener a sus familias, y ahora solo queda  la tensión de la espera, la humillación de trabajar algún día que otro, o unas horas, mal pagadas por cierto. Personas que ven amanecer un nuevo día, sin haber podido dormir, porque mientras pasan los días sin vislumbrar ninguna salida a su traumática situación, se van consumiendo en la desesperación.

La verdadera “cara” de la “crisis” es que las familias tengan que dejar sus casas, esos hogares, que han creado con tanto amor. El dolor de unos padres al explicarles a sus hijos que “su casa” ya no es su casa, que tendrán que vivir de prestado con algún familiar, o amigo, eso en el mejor de los casos. Tal vez ocupar alguna vivienda para no tener que verse en la puta calle, algo que no es plato de buen gusto para ninguna persona.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los niños, que están sufriendo con sus pocos años un grave recorte en su calidad de vida, sin lujos pero sin carencias, sus comodidades normales se están viendo mermadas, están viendo como sus padres muchos días solo comen pan, y ellos se están alimentando principalmente gracias a la comida escolar. Esos niños que ven como cada día el estado emocional de sus padres van cambiando, los ven sufrir, y sufren ellos a su vez. Se dan cuenta perfectamente  -ya que son más listos de lo que pensamos-, lo sé porque en una época ya muy lejana lo viví desgraciadamente, a pesar de ser muy pequeña me daba cuenta de como mi madre decía, que no comía porque le dolía el estomago o cualquier otro achaque. No sólo me daba cuenta, sino que a veces me sentía culpable por tener hambre, por no tener la fuerza para dejar algo en el plato que paliara la necesidad de ella, tanta cuenta me daba, que quedo en mi memoria para siempre y aun duele.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los miles de suicidios, que están sucediendo, la mayoría no salen a la luz, quizás para que no cunda el ejemplo, pero la realidad es que las cifras son alarmantes.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los trabajadores, que tienen que aceptar trabajos muy mal pagados porque es eso o la nada más absoluta.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los jóvenes, que han sacrificado muchas horas de su juventud estudiando para sacarse unos estudios para poder tener una vida digna, gracias al esfuerzo de sus padres, que también ven como todo el esfuerzo que hicieron se ha quedado en el cajón del olvido.

La verdadera “cara” de la “crisis” son los abuelos, que cuando sentían que por fin había llegado el merecido descanso para poder disfrutar de algo de lo que antes ellos mismos se habían negado, ya preferían darle a sus hijos la oportunidad de estudiar, cosa a la que ellos por las circunstancias no habían tenido acceso (lo de siempre, que mis hijos puedan disfrutar de lo que yo no pude).

Esas y solo esas, son la verdaderas “caras” de la maldita “crisis”, lo demás son “pamplinas”.

¡Ah, me olvidaba! nos dijeron “que nos apretáramos el cinturón” mientras ellos en un alarde de desfachatez, se subían los sueldos, cobraban lo que por ética no debían cobrar, y recortaban de donde recortar debería ser pecado, por no decir indecente.


Y ya me callo, no sigo,  porque estoy poniéndome “atacá”.

sábado, 1 de febrero de 2014

“LA MUJER CONTENEDOR” SEGÚN LOS HOMBRES QUE NO AMAN A LAS MUJERES.


Mucha tinta está corriendo sobre la nueva ley del aborto, una ley que por otra parte no era necesaria, nadie la estaba pidiendo, absolutamente nadie,  por qué entonces se ha planteado, y llevado a cabo contra viento y marea.

Tendremos que retrotraernos a otros tiempos y a otras entidades, en este caso eclesiásticas, que en definitiva son las que con su larga mano, (consiguen de políticos conservadores e incoherentes) sus propósitos.

Demostrado que con la ley anteriormente aprobada ha habido menos abortos, razón más que suficiente para dejarla estar. Si a ninguna mujer se le niega ser madre todas las veces que desee, por qué a otras se les niega el derecho de decidir cómo, cuándo, y con quién, quieren ser madres ¿Acaso el hecho de querer decidir sobre su maternidad las convierte en menos mujeres, en menos personas?  ¿Por qué lo que para unas solo es “pecado” para otras tiene que estar prohibido o ser delito?

La nueva ley lleva título incorporado, más o menos como el de ésta España nuestra, que gracias al delirio de unos pocos, que tuvieron la “feliz” ocurrencia de ponerle una marca al país, y precisamente cuando peor nos va, que ya es tener ganas, pues también a esta nueva ley la han bautizado, como Dios manda, que manda huevos. – Ley Orgánica de Protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada.- Fin de la cita.

Ante tanta falsedad, yo alucino, y me pregunto ¿qué hay de los niños que son echados literalmente de sus casas con el tema de los desahucios? ¿acaso el gobierno hace algo? ¿o la iglesia y sus seguidores se manifiestan de alguna manera? yo no los veo ni oigo. Por desgracia, ya no hay que irse al cuerno de África, que también, porque los niños de nuestro entorno están pasando hambre. Es una cruel realidad, y no es que lo diga yo, lo dicen los profesores, que son los que lo están comprobando a diario, y Cáritas, o Cruz Roja, el banco de alimentos…, el colegio Rey Heredia, los Trinitarios, todos, están desbordados, y gracias a que la gente en general es solidaria. ¿Acaso estos niños no tienen derecho a un techo y a unos alimentos, por ser ya nacidos? ¿Acaso para tener esos derechos habrían de volver al vientre materno? No se puede verdad, como no se puede tolerar que se estén cometiendo tantas injusticias, con los más débiles, porque no es normal lo que está pasando en este país.

A ninguna mujer le agrada tener que decidir algo tan triste. El aborto no es plato de buen gusto para ninguna mujer, pero por encima de todo está el derecho a decidir sobre su vida como persona de pleno derecho, algo de lo que ningún hombre moralmente, debería opinar.

El caso es que para muchos hombres y para las sociedades hipócritas las mujeres solo somos, CONTENEDORES, cuerpos, o recipientes, que por el capricho de unos pocos tenemos por fuerza que estar al servicio de los hombres y de la patria, que según los últimos desvaríos de el político de turno, está en nuestras manos acabar con el problema del paro.

Si ya decía yo, que al final la culpa de todo el caos de este país es de nosotras las sufridas mujeres. ¡Hay que joderse!


Mujeres de otros muchos países están apoyando a las mujeres españolas, como no podía ser de otra manera. Con el bonito nombre de “El tren de la libertad” una gran marea de mujeres violeta  de todas las ciudades, han marchado hoy para concentrarse en Madrid, con el ruego en la boca y en el corazón para que paren la Ley que nos retrotrae a un pasado que todas queremos dejar a tras para siempre.  NO A LA NUEVA LEY DEL ABORTO.