No cabe la menor duda de que
estamos atravesando un hecho histórico y como tal quiero que quede reflejado en
este mi humilde blog, por aquello de que mis nietos el día de mañana lo lean y
sepan más que nada la opinión de su abuela, contada claro está a mi manera, ya
que los auténticos hechos tendrán que
buscarlos en los sitios adecuados, aun cuando ya sabemos que cada cual cuenta
la historia según su punto de vista.
Lunes 2-6-2014, el señor
presidente del gobierno “Sosoman”
como yo lo llamo, eso sí cariñosamente (perdonen
la licencia) convoca a los medios de comunicación, (imagino la alarma de los periodistas y la expectación). Sobre las
diez y treinta de la mañana, comunica a los medios que Su Majestad el Rey, (que raro me suena lo de majestad, rancio,
rancio) pues bien el ciudadano Juan Carlos, le había comunicado su decisión
de abdicar, eso sí, dejando a su hijo en su puesto sin necesidad de pasar por
la cola del paro, (privilegios de ser
rey), horas después el mismísimo Rey en persona declaró su intención ante
los medios con sus ya habituales titubeos. Fin de la cita.
Lógicamente, ese mismo lunes la
gente se echo a la calle, me refiero a los no monárquicos y republicanos en
general, sin contar con los miles que no se manifiestan pero que tampoco tragan
la monarquía. Hay que tener en cuenta que, la que acaba, nos la impusieron con
amenazas, era eso o los tanques. Decidieron que la monarquía era lo menos malo,
pero una grandísima parte de españoles se tragaron su orgullo. A esas personas
nadie les ha dado las gracias por renunciar a sus ideales, sin ninguna duda ahora
es el tiempo del cambio, el momento de que sea el pueblo el que
democráticamente elija. Desde las Marchas por la Dignidad no se habían visto
las calles de Madrid invadidas de humanidades, alegres por dejar una etapa
impuesta y deseando que este momento sea
la etapa del cambio tan esperado, reclamando el tan esperado referéndum.
A todo el mundo le ha parecido
muy raro la enorme prisa con la que sean desarrollado los acontecimientos y
como poco más que sospechoso ¿Habrá
tenido que ver el resultado de las últimas elecciones? Pues va a ser que sí.
Esta tarde ha sido la abdicación
oficial, con discurso real leído por otra persona, cosa que aunque no sea lo
correcto se agradece. A partir de las doce de la madrugada y si el tiempo no lo
impide por arte de birli birloque “ABEMUS
NUEVO BORBON”.
Lo normal hubiese sido convocar
un referéndum, para que sea el pueblo el que decida si quiere monarquía u otro
sistema democrático, como puede ser una república. Hemos tenido un mes de junio
muy movidito, políticos diciendo que son republicanos pero que apoyan la
monarquía, y yo no sé cómo se come eso. La cantidad de estupideces que hemos
tenido que oír en estos días ha sido descomunal; que si no se puede; que tiene que ser después;
que si patatin, que si patatan; mi tío Manuel hubiera dicho “estos
señores se la cogen con papel de fumar”.
Lo cierto es que estamos viviendo
un momento histórico y que se prevén vientos de cambio. El país lo necesita, el
pueblo ya no puede aguantar más recortes de derechos, ya es literalmente
imposible.
Yo aun tengo la esperanza de que sea
el nuevo rey el que pida el referéndum, ya que solo de ser elegido (espero que no) estará legitimado, de lo contrario le vaticino
que tendrá muchos dolores de cabeza, si
no al tiempo.
Posdata; a mi particularmente no
me gustan los reyes ni los príncipes, ni las princesas, ni siquiera en los
cuentos, es más me parece ridículo, muy ridículo que a estas alturas del siglo XXI
andemos con estas monsergas que me parecen tan, tan infantiles.