domingo, 29 de mayo de 2011

UNA VEZ MÁS, LA SACRIFICADA ES UNA MUJER ¿POR QUÉ?


Hoy toca hablar de la generosidad  de las mujeres en general, ya sea en el seno familiar, en el trabajo, o como en este caso en la política, y me estoy refiriendo a la renuncia, “voluntaria” de Carme Chacón a presentarse a las primarias, meritos no le faltan, y ganas creo que tampoco, está claro que de alguna manera se le ha exigido un  sacrificio, en nombre no sé muy bien de qué. ¿En que podía perjudicar su candidatura al partido del PSOE? muy al contrario creo que hubiera sido beneficioso para su partido y para la democracia. Yo realmente no lo comprendo por más vueltas que le doy. (Como  siempre digo, debo de ser muy dura de mollera)

Profesora de Derecho Constitucional en la universidad de Gerona, ingreso en  política con tan solo dieciocho años, y desde 1999 ha pasado por diversos puestos de responsabilidad. Concejal en el Ayuntamiento de Esplugas de Llobregat, y Primera Teniente de Alcalde de servicios Económicos y Recursos Humanos, junto al de Seguridad  Ciudadana, Observadora de la OSCE en Conflictos Internacionales, como el de Bosnia Herzegovina en 1996 y en el de Albania en el 1997, Secretaria de Justicia y portavoz del PSOE y del Comité Electoral en las generales del 2.004, número dos en la lista del PSC por Barcelona. Secretaria de cultura de su partido. Diputada en Cortes, Vicepresidenta Primera de la mesa del Congreso de los diputados. Ministra de Vivienda, y por ultimo Ministra de Defensa, cargo que ostenta actualmente, con gran dignidad.

Aún dejándome atrás, otras muchas más colaboraciones por no hacer esto demasiado pesado, creo que es más que suficiente para saber de su valía, en este caso no se le supone, se sabe. A toda España nos asombro por su valentía aceptando un cargo como el de Defensa que ha sido siempre feudo de hombres y bastante machista por cierto. Su embarazo de siete meses no fue ningún impedimento para visitar inmediatamente las tropas españolas en Afganistán.

A mí me parece una proeza fuera de lo común, ya el aceptar un cargo de tanta envergadura lo es en sí.

Por eso no creo que haya sido voluntaria su renuncia, es más en estos días su cara refleja su malestar, no me parece a mí que sea  persona de disimulos, y está bastante claro que la retirada ha sido forzada, quizás no debía de haberse dejado llevar por su generosidad, virtud tan femenina  que nos ha hecho retroceder en tantos momentos de la historia del mundo. Siempre ha sido la mujer la que, o bien obligada, o voluntariamente, se ha sacrificado por el bien de los demás, pero tiene que ser duro renunciar a la lícita aspiración. Quizás no debería haber cedido a las presiones, quizás era el momento de plantar cara y decir  ¿por qué tengo que ser yo la ofrenda en el sacrificio? quizás hubiera sido el momento de decir bien alto a por todas y “que gane el mejor”.

Ese es el motivo de esta pequeña entrada en este mi blog de artículos personales, la indignación que me produce que una vez más, mujeres de tanta valía “demostrada” no supuesta como en el caso de algunos hombres, todos sabemos que la mujer aun hoy tiene que estar continuamente demostrando lo mucho que vale, el doble que cualquier hombre, es lo que hay después de tanta lucha, todavía hay casos puntuales en los que se menosprecia el trabajo bien hecho de la mujer, ¿acaso no somos iguales en derechos y deberes? Tenemos el mismo derecho que el hombre a querer ascender en los trabajos según nuestra valía, no pedimos  privilegios sólo igualdad y justicia, no queremos que se nos ninguneen, ni ser mujeres floreros, solo la misma vara de medir para todos y que gane el mejor.

No quiero decir con este artículo que Carme Chacón sea la mejor, ni que tenga la panacea para la debacle merecidísima del partido socialista, por su olvido de la verdadera izquierda, que no es el caso, tampoco quiero decir  que Rubalcaba sea peor candidato, o  cualquiera otro, no lo sé, ni creo que nadie lo sepa. Estas cosas solo se saben con el tiempo.

lunes, 16 de mayo de 2011

15 DE MAYO

Gracias a estos  medios de comunicación recibimos la invitación para la manifestación del quince de mayo, “Por una verdadera democracia” nos sonaba muy bien, porque es cierto que vivimos en democracia, pero hay tantas lagunas, tantas leyes que no se cumplen, en fin que decidimos acercarnos a ver que se cocía, pues no sabíamos gran cosa, solo que no era ningún partido político, quien lo organizaba (aunque eso nunca se sabe), nos pusimos en marcha, a pesar del horario que no invitaba a salir de casa.

Por el camino comentábamos ¿qué respuesta de público tendría esa convocatoria?, confieso que no esperábamos lo que al bajar la Espartería nos encontramos, en la hermosa plaza de La Corredera, de la que tengo tantos buenos recuerdos, el clamor que escuchábamos al acercarnos presagiaba éxito y de qué manera, tanto que se me hizo un nudo en la garganta, y apenas pude contener unas lagrimas que pugnaban por salir. Mucha gente joven, también gente mayor como nosotros, pero mucha más juventud, nos inundamos de su alegría, en una palabra nos contagiaron, pensamos, no está todo perdido, una juventud tan bien preparada como ésta, no puede dejar que le pisoteen sus derechos, conseguidos a base de esfuerzo y de la lucha de sus antecesores.

Esa misma mañana había escuchado por la radio a alguien diciendo algo que me dejo helada, se referían a los jóvenes como a la “generación perdida” me sonó horrible, como se puede hablar de miles de  jóvenes como si fueran  animales  en extinción, o por lo menos a eso me sonó a mí, me indigne tanto, tanto, que luego por la tarde al ver a tantos jóvenes protestar civilizadamente, como debe ser, por una sociedad más justa, fue como un bálsamo que engrasara los malos augurios, e insuflara en mi mente nuevas esperanzas.

Esto puede ser un buen comienzo, el despertar de un letargo, la juventud sin duda ha comprendido que son ellos los principales artífices de su historia, que tienen que  luchar para que su vida sea justa y digna, porque ellos son el futuro, los jóvenes que  ahora se manifiestan, serán los futuros políticos que regirán su destino, el de sus hijos, y el de  todo un país, por eso no se pueden quedar al margen.

Solo deseo que no cambien de forma de pensar, que los que lleguen a altos cargos no se olviden de lo que ahora reclaman con todo el derecho del mundo. 

También tengo miedo de que estén siendo manipulados por otras gentes con intereses ocultos, como sería dejar libre el paso a la derecha más ultra de los últimos tiempos (espero que no).

Volvimos contentos a pesar del cansancio, pensando que todavía un mundo mejor es posible.