viernes, 15 de octubre de 2010

UN EJEMPLO DE VOCACIÓN ADMIRABLE

Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo. Seguramente os habéis quedado anonadados con el nombrecito, normal, yo cuando lo leí me paso lo mismo, conocía a esta señora de verla en televisión, en revistas, en algún documental, y poco más, pero sí sabía que había sido una de las más grandes bailarinas de ballet clásico. Pero no la conocía con ese nombre sino con el de “Alicia Alonso”, con el que se dio a conocer en el mundo del arte.

Escribo sobre ella porque hace unos días estuve viendo un documental de la serie llamada “Biografías Imprescindibles” que pusieron en la segunda cadena “como siempre” buenísimo, sobre la vida de la artística, que me impresiono,

Nació en la Habana en 1920 hija de padres españoles. Se inicio en la danza a la edad de nueve años destacando inmediatamente. A los dos años, la mandaron a los Estados Unidos para continuar sus estudios y formación, con los mejores profesores del momento. A partir del treinta y ocho, del pasado siglo XX, empezó su actividad profesional, llegando pronto a primera bailarina, para entonces ya se había casado con Fernando Alonso, a la edad de quince años. En Estados Unidos se cambia su apellido por el de Alonso, aunque allí le aconsejaron que se lo cambiara por otro que no sonara tan “latino”, a lo que ella se negó, y tuvieron que aceptarlo. Desde que comenzó su carrera todo fueron éxitos.

A los veinte años tuvo la desgracia de sufrir un desprendimiento de retina, quedando parcialmente ciega. Se sometió a una operación, descansó un año, como le recomendaron los médicos, pasado el año los médicos le aconsejaron que no volviera a bailar si quería recuperar algo de vista, cualquier joven en sus circunstancias, lo habría dejado, pero ella decidió libremente que su vida era la danza, y luchó contra la enfermedad, con tenacidad y ritmo frenético, se las ingenio para seguir bailando con muy poca visión, hacia que pusieran luces en sitios estratégicos para ella poder guiarse, sus compañeros bailarines tenían que estar siempre en el sitio exacto donde ensayaban, que ella memorizaba al milímetro.

Todo salía perfecto, Alicia daba siempre un ejemplo de voluntad y tesón fuera de lo normal, así logro grandes éxitos, cientos de premios, condecoraciones, y reconocimientos. Intercalaba sus trabajos en América, con una academia en Cuba, pues su ilusión era fundar el Ballet Nacional en Cuba.

A fuerza de tesón y ganas, consiguió del Gobierno Revolucionario de Cuba toda la ayuda necesaria, de esta manera fue la fundadora de uno de los Ballet Nacionales más importantes del mundo. Dicen de ella que su versión de “GISELLE” nadie la ha podido superar.

En 1973 recibe el doctorado Honoris Causa en Arte, y el nombramiento de Heroína Nacional en Cuba.

En 1980 le dedican un homenaje internacional organizado por la Unesco en Paris,

Miembro del consejo Mundial de la Paz.

Desde 1993 dirige la Cátedra de ballet Alicia Alonso, en la Complutense de Madrid.

En el 1997 es homenajeada en el Metropolitan Opera House de Nueva York

En el 1998 la universidad Politécnica, la invistió con el grado de Doctora Honoris Causa.

Medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Es tan largo su currículo, de actuaciones por todo el mundo, y de premios, homenajes, condecoraciones, todas de las máximas categorías, que esto sería interminable.

No se trata de eso , mi única intención es hacer un pequeño homenaje a una mujer que ha sabido luchar, contra las adversidades tan duras que el destino le puso en su camino, a una edad muy temprana cuando la gran mayoría de las mujeres no saben lo que quieren hacer con sus vidas. Ella lo tuvo tan claro que no cedió, ante nada ni ante nadie.

Todavía a sus más de noventa, no deja de dirigir, hacer coreografías y controlar que todo funcione a la perfección. Lo dicho todo un ejemplo de vocación, y sacrificio.

Siento una gran admiración por las personas luchadoras en cualquier rama de la vida, y si son mujeres mucho mas, no porque tenga nada en contra de los hombres que no lo tengo, pero hay que reconocer que las mujeres, siempre lo han tenido más difícil, aún ahora una mujer tiene que esforzarse el doble que el hombre para hacer el mismo trabajo, y que se lo reconozcan.

1 comentario:

Paco Muñoz dijo...

Está muy interesante la entrada, y sobre todo didáctica.